miércoles, 3 de mayo de 2017

NO DEJES TU LUGAR


"quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos"
2 Timoteo 1:9


Un día viajando en un autobús observaba la actitud de algunas personas para permanecer en su lugar una vez que estaban sentados y cómo a algunos les costaba renunciar a su asiento para dejárselo a una persona mayor o alguien que por su condición física lo necesitaba. Esto me hizo reflexionar y pensar cuánto estamos nosotros aferrados al Señor y al lugar que Dios nos ha dado para servir en su reino?

Todos los que tenemos a Cristo Jesús en nuestra vida, un día tomamos la decisión de entregarle nuestro corazón a Él y renunciar a nuestra vieja manera de vivir, emprendiendo un camino en el que las cosas pueden ser igual que antes, pero nuestra actitud es diferente porque El Señor mora en nuestros corazones.  Al aceptar al Señor como nuestro Salvador personal también hemos tomado un lugar en su reino, El nos ha dado un lugar para crecer, para servirle, para avanzar en nuestro caminar por esta vida y llegar a cumplir con el paso de los días, meses y años, el propósito por el cuál fuimos llamados.

La escritura dice en el libro Timoteo que El Señor nos llamó con llamamiento santo, no por lo que nosotros habíamos hecho, no por nuestras obras, no por nuestros méritos, ni por lo bueno o perfectos que somos.  Nos llamó porque El tiene un propósito para nuestra vida que solamente por Su gracia nos ha sido dado.  

Lo que debemos reflexionar hoy es ¿Estamos tomando el lugar que Dios nos ha dado para que Su propósito pueda cumplirse en nosotros? Muchas veces nos aferramos a cosas materiales tan simples, como el asiento en un autobús, por ejemplo, nos aferramos a nuestra casa, a posesiones materiales, nos aferramos a un puesto de trabajo, nos esforzamos por no perder un empleo o no perder un cargo en la iglesia, nos esforzamos por no perder nuestra posición social o nuestros amigos,  queremos tener siempre un lugar en el corazón de las personas que nos aman... ¿Pero nos esforzamos por tener, guardar y conservar el lugar que Dios nos ha dado?  

Cada uno ocupamos un lugar importante en Su reino, no importa si hoy estás haciendo cosas que no esperabas hacer, no importa si a veces la vida se vuelve rutinaria y no hay cambios a la vista, no importa si has tenido que renunciar a cosas por seguir al Señor, no importa si cada día te cuesta más tomar tu cruz y seguirlo, lo importante es estar en Su voluntad, permanecer allí aferrados a El, haciendo lo que El nos pone a hacer, sea mucho o sea poco, en El Señor no hay misiones pequeñas, hoy puedes estar delante de 100 personas trabajando y dirigiendo y mañana puedes estar cuidando de una sola persona y obedeciendo solamente, pero lo importante es saber que estás dentro de Su voluntad, que estás siendo obediente y que Su propósito se está cumpliendo en ti.

Trabaja hoy y esfuérzate como si no hubiera nadie más que tu, toma tu lugar en donde Dios te ha puesto, sea feo o sea bonito, sea agradable o sea difícil,  tarde o temprano El Señor te llevará a donde El ha planeado y Su propósito se cumplirá en ti.  Solamente debemos estar dispuestos, luchar, permanecer  y no dejar que nadie más tome el lugar que Dios nos ha dado.

Señor gracias porque tu tienes un lugar para mi, porque tu planes son de bien y no de mal, porque tu has pensado en mi desde el principio y porque me has amado con amor eterno.  Hoy te pido Señor que me ayudes a permanecer en ti, a no mirar a derecha o izquierda, a no cansarme de estar en el lugar que tu me has puesto, ayúdame a ver la vida con los ojos que tu quieres que la mire, con los ojos de la fe, ayúdame a no ver este tiempo que estoy viviendo como el único que existe, sino a pensar que en ti hay esperanza y que tu propósito se cumplirá en mi.  Quiero tomar mi lugar Señor y  que nadie me lo pueda quitar, quiero permanecer en el centro de tu voluntad! Amén!