martes, 26 de marzo de 2013

LA MAYORDOMIA DEL CUERPO PARTE 2

Anteriormente hemos hablado de la mayordomía del  cuerpo, la Biblia nos habla que nuestro cuerpo no es nuestro sino que es de Dios, donde El habita, debemos honrar a Dios con nuestro cuerpo, y vimos que hay tres aspectos importantes La propiedad del cuerpo, quién habita en nuestro cuerpo y cómo usar nuestro cuerpo.  Al hablar de la propiedad del cuerpo podemos decir que nuestro cuerpo es del Señor, hemos sido comprados por alto precio y porque daremos cuenta de él que fue lo que vimos la semana pasada.
Hoy hablaremos de la mayordomía de cuerpo hablando de quién habita en nuestro cuerpo y el uso que le damos a nuestro cuerpo:
PRIMERO: Quien habita en nuestro cuerpo? El rey Salomón afirmó que Dios no habita en templos hechos de manos ya que el mismo universo no podía contener a Dios,   Dios habita en nuestro corazón y por este motivo cualquier atentado contra nuestro cuerpo se convierte en un atentado contra el templo del Espíritu Santo. Un atentado puede ser con la comida, con la bebida, el descanso, hasta el uso del cinturon de seguridad es importante para no atentar contra nuestro cuerpo.  El cuidado de nuestro cuerpo es una exigencia para que el templo del Espíritu esté en perfectas condiciones que honren y alaben a aquel que mora en nosotros.

 En nuestra sociedad hay un exagerado culto al cuerpo y es triste que los cristianos, muchas veces cuidamos más nuestro cuerpo por la influencia social que exige una estética determinada, la moda, el qué diran y  no por la enseñanza bíblica acerca de la mayordomía del cuerpo.

Es necesario que cambiemos la visión de nuestra vida personal y pensar de que el hecho de que  Dios vive en nosotros convierte en sagradas todas las dimensiones de la vida, nuestro cuerpo es Santo y todo lo que hacemos está tocado por la presencia de Dios que mora en nosotros, debemos orar para que Dios cambien nuestra forma de ver nuestro cuerpo y pensemos que somos el lugar donde Dios habita.
SEGUNDO: EL USO DE NUESTRO CUERPO nuestro cuerpo según la palabra de Dios dice que debe ser usado de tal manera que brinde a Dios el reconocimiento que merece. En nuestro caso sería reconocerlo como nuestro creador, nuestro Señor y además nuestro Salvador.
En Romanos 6:12-14 nos dice. No entreguéis vuestro cuerpo al pecado como instrumento para hacer el mal. Al contrario, entregaos a Dios como personas que han muerto y han vuelto a vivir, y entregadle vuestro cuerpo como instrumento para hacer el bien.
En este versiculo Pablo nos habla de  aspectos muy, muy importantes  acerca de la mayordomía del cuerpo:
Nosotros NO podemos tomar la decisión de obedecer a impulsos de pecado ya que nuestro cuerpo no es nuestro, no podemos hacer de nuestros cuerpos instrumentos al servicio del pecado.
 De forma contraria, podemos ofrecer nuestros cuerpos como instrumentos al servicio del bien.
Así que es impresionante mi cuerpo, puede convertirse en un colaborador de Dios para la construcción de su Reino o en un colaborador de Satanás para la destrucción del plan de Dios no hay término medio.

 Pablo nos indica dos maneras prácticas en que podemos usar nuestros cuerpos como instrumentos al servicio del bien
Resumiendo el tema la mayordomía de nuestro cuerpo la próxima vez que nos miremos al espejo podemos pensar:
Mi cuerpo no es mío es de Dios, debo cuidarlo como tal, ha sido pagado por un alto precio y yo deberé dar cuenta de él un día delante del tribunal de Cristo, en mi cuerpo habita el Espíritu Santo de Dios, yo soy su habitación y eso me debe llevar a buscar la santidad en mi cuerpo y por ultimo mi cuerpo puede convertirse en un colaborador de Dios para llevar a cabo sus planes, poniéndolo al servicio del bien o convertirse en un instrumento de Satanás para entorpecer el plan de Dios en mi vida y en la de otros.
Asi que este tema no podemos dejarlo sin reafirmarlo en nosotros y se convierta en un hábito de vida pensar en que debemos ser buenos mayordomos de nuestro cuerpo.

Próxima semana LA MAYORDOMIA DE NUESTROS BIENES EN ESPECIAL LOS ALIMENTOS Y LA COMIDA

martes, 12 de marzo de 2013

LA MAYORDOMIA DE NUESTRO CUERPO

En las semanas anteriores hemos visto distintos aspectos en los que tenemos que ser buenos mayordomos o administradores de todo lo que Dios nos da, nuestro tiempo, nuestra familia, nuestra economia, nuestras emociones y hoy hablaremos algo material que tenemos en nuestras manos y es muy importante recordar que le pertenece a  Dios que no es nuestro y es NUESTRO CUERPO.
Hay muchos pasajes que hablan acerca de la mayordomía del cuerpo, pero vamos a utilizar como base  1 Corintios 6:19 y 20 que nos dice  ¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que Dios os ha dado, y que el Espíritu Santo vive en vosotros? O sea que no somos dueños de nuestros propios cuerpos, porque Dios nos ha comprado por un precio por esa razón debemos honrar a Dios tambien con nuestro cuerpo.
De este pasaje podemos deducir tres cosas importantes: La propiedad del cuerpo, quién habita en nuestro cuerpo y cómo debemos usar nuestro cuerpo.
Hoy hablaremos de la propiedad del cuerpo y vamos a reflexionar en 3 puntos que nos habla la palabra de Dios de nuestro cuerpo.
1.    SOMOS PROPIEDAD DE DIOS
Romanos 12:1-2 nos dice Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.  No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Esta escritura nos insiste en que debemos cambiar nuestra manera de pensar para que de este modo podamos cambiar nuestra manera de vivir. Hay una frase que dice:”. Vivimos tal y como pensamos. Nuestra manera de vivir refleja nuestra real manera de percibir y entender la vida.
 El gran problema que tenemos los cristianos es que “aún no nos hemos hecho a la idea” de que somos propiedad de Dios. Si bien es cierto que a nivel intelectual lo entendemos y hasta lo podemos repetir, pero a nivel de nuestra práctica diaria no lo tenemos asumido.
Si tuvieramos plena conciencia que nuestro cuerpo le pertenece a Dios y no a nosotros mismos viviriamos de manera diferente, comeriamos diferente, dormiriamos mas, no atentariamos contra el, cuando una persona por ejemplo utiliza un vestido una chaqueta que no es suya, la cuida, la guarda, está pendiente que no se la roben, la trata con mas cuidado que si fuera suya, lo mismo pasa con nuestro cuerpo vivimos como si fuera nuestro y no estamos plenamente concientes que nuestro cuerpo es de Dios y que debemos cuidarlo como tal.
Es dificil entender este concepto pero la biblia nos lo dice muchas veces y es una realidad que todos debemos esforzarnos en cambiar y renovar nuestro entendimiento.
2.    NUESTRO CUERPO TIENE UN ALTO PRECIO.
Dios es dueño de nuestro cuerpo por dos motivos el primero es porque el es nuestro creador y segundo porque El nos ha comprado por alto precio, hasta la última gota de Su sangre en la cruz. En 1ra. De corintios 6:20 nos dice “Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”.
Muchos de nosotros menospreciamos nuestro cuerpo, nuestra vida, sentimos rechazo algunas veces y nos sentimos menos que los demás por ciertos problemas físicos que según nosotros tenemos sin darnos cuenta que esta escritura es clave para nuestra vida, VALEMOS LA SANGRE DE JESUS, hemos sido comprados por alto precio, asi que debemos de empezar a valorar y cuidar nuestro cuerpo no porque sea lo mas importante sino porque NO ES NUESTRO y tiene un alto precio.
3.    ENTREGARE CUENTAS DE MI CUERPO.
1RA. Corintios 6:19 dice ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”
Para que Dios pueda llevar a cabo sus planes en nuestra vida y poder usarnos tiene que usar un medio fisico para que nuestra alma y espíritu puedan desplazarse asi que mi cuerpo presenta la posibilidad de mi proyecto de vida, no es mío, lo tengo en usufructo, me ha sido prestado y sobre el mismo, como sobre las otras áreas de mi vida, me será exigida mayordomía, me serán exigidas cuentas de la manera en que haya sido cuidado y usado.
Asi que cuando algo ha sido dado en préstamo, se espera que al prestatarlo se le dará un buen uso y se nos pedirá cuentas de cómo estamos tratando nuestro cuerpo y lo que se espera de nosotros en esta área.

1. Un régimen adecuado de alimentación. No se trata de obsesionarnos con nuestro cuerpo sino de tener salud y vida para poder llevar a cabo la obra que Dios quiere que realicemos.

2. Sueño y descanso adecuados. El descanso de las actividades regulares de la vida está ordenado por Dios, el día de reposo, como parte del orden de la creació
3. Ejercicio. No llevar una vida sedentaria ni acomodada, es importante moverse y movilizarse.
4. Consumo de sustancias nocivas. Pablo afirma que aunque todo sea lícito, no todo conviene, que aunque todo sea lícito no debemos dejarnos controlar por nada. El punto no es fumar, beber, consumir café, drogas o cualquier otra sustancia. El punto es que cuando algo nos controla y ya no tenemos la capacidad de ejercer libremente nuestra voluntad.
Resumiendo lo que hemos reflexionado hoy, es importante empezar a vernos de manera diferente pensando que SOMOS PROPIEDAD DE DIOS, HEMOS SIDO COMPRADOS POR ALTO PRECIO Y QUE ENTREGAREMOS CUENTAS DE NUESTRO CUERPO PORQUE NO ES NUESTRO.
La próxima semana seguiremos hablando de la mayordomía de nuestro cuerpo en los siguientes dos aspectos: 


QUIEN HABITA EN NUESTRO CUERPO COMO DEBEMOS USAR NUESTRO CUERPO. 

martes, 5 de marzo de 2013

LA MAYORDOMIA DE NUESTRAS EMOCIONES

La semana pasada estuvimos hablando acerca como podemos ser buenos mayordomos de nuestras emociones y cómo podemos administrarlas y no vivir esclavos de ellas sino controlarlas nosotros.  Recordemos que las emociones son sentimientos pasajeros y generalmente generan un impulso que nos lleva un estado de animo que después de un tiempo pasa, como la tristeza, el enojo, la alegria, etc. la palabra de Dios nos da claves para no vivir esclavos de nuestras emociones, la semana pasada compartimos  la escritura Amaras al Señor con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas, hablamos lo importante que es guardar cada uno de ellos para EL Señor, guardarlos es vigilar, cuidar, guardar qué es lo que entra y luego reina en nuestro corazón, alma y mente.
Hoy hablaremos de un tema muy importante para ser buenos administradores de nuestras emociones y hablaremos de una emoción específicamente que es LA DEPRESION.
La depresión es según el diccionario de la Real Academia Española  “estado de animo derribado o abatido que generalmente puede ser transitorio o permanente”.
Otra definición es que la depresión es la falta de aceptación de la situación que una persona esta viviendo.



Pero podemos llegar a ser controlados por esta emoción en vez de controlarla nosotros? La respuesta es si… la depresión puede llegar a ocupar el centro de nuestra vida y puede llegar a controlar no solo nuestros pensamientos sino nuestra manera de ser, de actuar, de hablar, nuestro trabajo, nuestra familia y todo lo que nos rodea al punto de vernos derribados, abatidos u oprimidos por ella.
Pero Dios nos ha dicho que nosotros no podemos dejar que nada controle nuestra vida las emociones tampoco son nuestras, no puedo hacer mio un estado de animo y que este a su vez se apodere de mi.
Un cristiano puede sufrir depresión, la respuesta es si, podemos dejar que nuestra mente sea controlada y llevada  cautiva y a pesar de conocer a Dios no lograr controlar ese estado de animo que nos oprime, el enemigo de nuestras almas va a hacer lo imposible por desanimarnos, y un cristiano desanimado es un cristiano derrotado, los grandes hombres de la Biblia tuvieron  etapas de desánimo, de frustración de cosas que no salieron como ellos pensaban que saldría y se hundieron en la depresión, pero lograron vencer la depresión y no ser presos de ella.
Hoy hablaremos de 3 consejos para aprender a ser buenos mayordomos de nuestras emociones en este caso concreto para evitar caer en la depresión:

1. DEJAR EL PASADO ATRAS. Isaias 43:18 dice: No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. Hay cosas que no podemos cambiar, lo que quedó en el pasado ya no se puede arreglar, podemos hacer algo con nuestro presente y sembrar en nuestro futuro porque todavia no ha llegado pero no podemos hacer nada con nuestro pasado porque ya no está en nuestras manos solucionarlo. La palabra de Dios dice que no recordemos las cosas pasadas, que no traigamos a memoria o sea que somos nosotros quienes  rebuscamos en nuestros recuerdos, buscamos cosas que nos duelen, recuerdos que nos hieren y nos dañan, alimentamos la autocompasión y finalmente nos deprimimos al rebuscar las cosas pasadas.
2. TODO OBRA PARA NUESTRO BIEN.Romanos 8:28 nos die “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”
Pensar en que todo obra para nuestro bien, no solo debe ser un pensamiento sino una convicción, debemos estar convencidos que todo obra para bien o sea que ya no hay cosas malas, sino estan las cosas buenas y las que obran para bien, esta manera de pensar me ayudará a ver las cosas de diferente manera todo obra para mi bien, si esto que estoy viviendo no es bueno a mis ojos, pues entonces obrará para mi bien. Dios es perfecto y no se equivoca debo centrar mi pensamiento en que si Dios ha dicho que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien, entonces es verdad.

3. QUITAR LOS OJOS DE NOSOTROS MISMOS. Cuando quitamos nuestros ojos de nosotros mismos, es cuando comenzábamos a experimentar la liberación de la depresión
La palabra de Dios dice en Puestos los ojos en Jesus, que quiere decir esto, que nuestros ojos pueden quitarse de Jesus y fijarse en nosotros mismos y alli comienza la raíz de nuestras depresiones, hay una frase que dice:” no hay un ser humano más miserable en esta vida, que aquel  que sólo piensa en si mismo”.  Cuando estamos deprimidos usamos mucho los pronombres mi, mio, yo, a mi.  Aquellas personas que solamente se están preocupando en su problema, su desilusión, su frustración, lo que les hicieron,  que no le reconocieron, etc. etc. y comienzan a hundirse, aprendamos quitar los ojos de nosotros mismos y a ponerlos en Jesus, nadie ha sufrido como El, nadie ha sido tan humillado o lastimado como El, pongamos nuestros ojos en Jesus y quitemoslos de ese problema que se ha convertido en un gigante para nosotros muy importante veamos tambien las necesidades de los demás todos de una u otra forma llevan alguna carga, no tenemos el derecho exclusivo del sufrimiento, cientos y miles de persona a nuestro alrededor tambien están pasando tiempos dificiles y podemos ver en qué podemos ayudarles.

Resumiendo NO RECUERDES EL PASADO, TODO OBRA PARA BIEN Y QUITA LOS OJOS DE TI MISMO, estos tres consejos que nos da la palabra de Dios nos ayudarán a administrar bien mis emociones y a no ser controlados por la Depresión.

Proxima semana la mayordomía de nuestro cuerpo.