El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos.
Proverbios 17:22
No hay nada más bonito que convivir con un corazón alegre, una persona que encuentra el punto bueno a las cosas y que siempre tiene motivos para sonreír, un corazón alegre que tiene y vive con gozo. Debemos de recordar que múltiples estudios científicos han determinado que la risa es una de las mejores prácticas que podemos desarrollar para tener menos estrés, la risa también es un relajante muscular, tonifica la piel, mejora la salud pulmonar a través de la oxigenación y la respiración, sin olvidar que la risa también es el lenguaje universal, ya que una sonrisa puede brindarse a cualquier persona y la entenderá aunque los dos hablen idiomas diferentes.
Podemos tener dos actitudes diferentes para enfrentar la vida, un corazón alegre o un espíritu triste, la diferencia entre uno y otro es que el corazón alegre es un BUEN REMEDIO, pero un espíritu triste SECA LOS HUESOS.
La tristeza trae sequedad no solamente a nuestro interior sino también trae amargura y con la amargura vienen otro tipo de enfermedades precisamente en los huesos, la sequedad de los huesos simboliza bíblicamente la sequedad espiritual, la falta de vida, de gozo, la falta del agua viva que El Señor trae, que nos renueva, refresca y da nuevo aliento.
Cuál es tu actitud? Un corazón alegre o un espíritu triste? Es verdad que algunas veces es difícil mantener una sonrisa durante todo el día, pero debemos tener cuidado que las muchas preocupaciones, el tiempo, el trabajo y los afanes de la vida vayan apagando poco a poco la sonrisa de nuestro rostros y finalmente sin darnos cuenta cada vez nuestra expresión sea más seria y seca, sin dejar lugar para mostrar una sonrisa a los que tenemos a nuestro lado.
Podemos tener dos actitudes, desechemos el tener un espíritu triste, ya que la tristeza abre la puerta para que el desanimo, la frustración, el pesimismo, la insatisfacción y el dolor se apoderen de nuestro corazón y vayan lentamente secando nuestros huesos, espíritu, alma y cuerpo. Pidamos al Señor escoger cultivar un corazón alegre, un corazón lleno del gozo de Dios, de vida, de esperanza y sobre de fe, que nos alienta a seguir adelante y que pone una sonrisa en nuestro rostro.
Recuerda la frase que dice:"No te olvides de sonreír porque el día que no sonríes será un día perdido"C. Chaplin Así que no pierdas el día y sonríe!
Señor hoy queremos pedirte que cambies nuestra actitud ante la vida, quita de nosotros la actitud que provoca un espíritu triste, aparta de nuestros corazones la amargura, el desanimo, la tristeza, la insatisfacción y la falta de esperanza, que podemos reflejar el gozo que tu nos das, que nuestros corazones estén alegres porque confiamos en ti cada día, llena nuestro corazón de alegría, danos la actitud que a ti te agrada, siempre un corazón alegre! Amén!
