viernes, 11 de octubre de 2019

SOLO DIOS ES MI DESCANSO


"En Dios solamente está acallada mi alma; De él viene mi salvación."
Salmos 62:1

Expertos dicen que mientras una tormenta de altas dimensiones como un Huracán o un Ciclón están girando alrededor de un poblado,  como un gran torbellino gigante, con velocidades extremas y fuertes vientos, en el centro de este huracán hay una zona de completa quietud, a esto se le conoce como el ojo del huracán o el ojo de la tormenta. Un lugar de completa paz y reposo, allí no hay vientos, ni nubes negras, ni destrucción, y en algunas ocasiones en el mismo ojo de la tormenta se deja entrever el cielo azul y el sol.

Cuando buscamos a Dios y nos dejamos proteger por él, cuando nos refugiamos bajo su amor y su amparo, podemos vivir en esa zona segura, donde hay paz, hay quietud y no nos alcanza todo lo que externamente puede estar pasando a nuestro alrededor porque estamos en su mano, en el centro de Su voluntad. 

El verso del Salmo 62 dice que en Dios solamente puede estar acallada nuestra alma, un alma acallada es un alma aquietada, calmada, sosegada, tranquila, que espera en silencio, un alma descansada, porque está segura que de Él viene la salvación.

Las tormentas de la vida no avisan, se levantan de pronto, sacuden y conmocionan nuestro ser, quizás un problema inesperado, un mal diagnóstico de salud, un familiar en problemas, un cambio radical que nos afecta, problemas por todas partes, insatisfacción por la rutina, tantas y tantas tormentas que se levantan para destrozarnos, destruirnos, terminar con nosotros y sobre todo robarnos la paz, llenándonos de ansiedad, miedo al futuro, inseguridad, tristeza, impotencia y dolor.

Acalla tu alma con El Señor, llega hasta Él, ponte de rodillas si ya no puedes sostener de pie y derrama tu corazón, entra en esa zona segura, donde ni viento, ni tormenta, ni destrucción pueden alcanzarte porque estás allí a sus pies, recostado en su pecho, recibiendo amor, comprensión y fe inexplicable en medio de tu tormenta.

En Dios solamente puede estar acallada nuestra alma, en Dios solamente puede estar nuestra alma plenamente tranquila, en silencio, calmada, sosegada,  segura, en pleno descanso, porque solamente de Él viene salvación, la solución para cualquier problema, la fe para toda incredulidad, el gozo para toda tristeza, la paz para toda ansiedad, la provisión para toda necesidad y la esperanza ante toda imposibilidad.

Solo en Dios está acallada nuestra alma, no temeremos, de Él viene nuestra salvación!