jueves, 3 de mayo de 2018

LO QUE ESPERAS DE MI


"Ahora, pues, Israel, ¿qué pide El Señor tu Dios de ti, 
sino que temas a Jehová tu Dios,
que andes en todos sus caminos, y que lo ames, 
y sirvas a Jehová tu Dios
con todo tu corazón y con toda tu alma;
que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, 
que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad" 
Deuteronomio 10:12-13

Qué consuelo más grande tener a Dios en nuestras vidas, sabemos que podemos ir a El y pedirle consuelo, paz, dirección, solución a problemas, podemos pedir su provisión, su protección, etc. Sin embargo, pocas veces nos detenemos a pensar ¿Qué pide El Señor de nosotros? En una relación siempre deben haber dos caminos, uno que da y otro que recibe y viceversa. Si es un amigo damos nuestro cariño, atención y cuidado y esperamos que esa persona tan querida sea parecida a nosotros o por lo menos que algún día recibamos algún detalle de él. En un matrimonio también el dar y recibir debe ser una acción mutua. Y en nuestra relación con Jesús debe haber esa disposición en nuestro corazón no solo de pedir y recibir, sino también debemos velar y continuamente buscar ¿qué pide Dios de mi?

La palabra PEDIR según el diccionario significa: "Decir a otra lo que espera o desea que esta dé o haga, con la intención de que realmente lo dé o lo haga." 

En los devocionales anteriores hablamos de 3 cosas con las que nos presentamos delante delante del Señor: HACER JUSTICIA, AMAR MISERICORDIA Y SER HUMILDE ANTE EL. En los próximos días hablaremos  lo que el libro de Deuteronomio dice que Dios pide de nosotros.

El Señor pide de nosotros 5 cosas para tener una vida espiritual próspera y bendecida.

  • Temerle: No es tenerle miedo a Dios, temerle es saber que hay un Dios omnipresente, omnipotente y omnisciente que nos ama, que nos cuida, que nos ve a cada instante de nuestra vida y a quién honramos con todo lo que decimos, pensamos y hacemos. 
  • Andar en Sus caminos: los caminos de Dios son rectos, son angostos, son santos, son justos y más altos que nuestros caminos. Andar en los caminos de Dios no es la opción más fácil pero si la correcta, andar en sus caminos nos llevará a amarle más cada día, nos apartará de desviarnos y de ir tras nuestros deseos.
  • Amarle: Amar al Señor es decidir amarlo sobre todas las cosas, TODAS, amar es entregar nuestra vida con libre voluntad a El, amar implica con todo nuestra mente, con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con todas nuestras fuerzas. Amarle a El por sobre mi mismo, sobre mi familia, mis posesiones, sobre todo.
  • Servirle: Servir al Señor con todo el corazón y con todo el alma como dice la escritura es poner nuestra mente, emociones, sentimientos y voluntad a su entero servicio sin reservas y sin esperar grandes recompensas, el Señor nos pide que le sirvamos.
  • Guardar sus mandamientos: El guardar los mandamientos de Dios es obedecer Su palabra y atesorarla en nuestro corazón, obedecer es hacer Su voluntad y esforzarnos por permanecer en ella. El Señor pide que guardemos sus mandamientos porque son vida eterna para nuestra alma.


El Señor nos lo ha dado todo, por El somos y nos movemos, 
quiero esforzarme cada día para hacer lo que Tu pides de mi. Amén!