miércoles, 22 de agosto de 2018

CON EL AMOR DEL SEÑOR


"Que el amor fraternal permanezca en ustedes."
Hebreos 13:1



Recientemente se llevó a cabo un conmovedor reencuentro de familias coreanas que llevaban décadas separadas; son miles de personas y 89 familias se han reunido en el Monte Kumgang, ubicado en Corea del Norte, estas familias quedaron separadas tras el fin de la Guerra de Corea, algunas de ellas no se veían desde hace mas de 60 años. Según datos estadísticos muestran que 57.000 personas buscan encontrarse con sus familiares, en Corea del Sur y se han inscrito desde 1988 miles y miles de personas, sin embargo más de la mitad ya han fallecido y muchos de ellos son mayores de 80 años. Estos encuentros son impresionantes ya que muestran el amor contenido durante décadas y la alegría de volverse a ver crea  momentos inigualables. 


Estas personas han sufrido la injusticia de la separación y la impotencia de no poder  compartir sus vidas, y estas historias tan conmovedoras nos invitan a reflexionar cuánto estamos valorando a nuestros seres queridos, cuánto valor le damos a nuestra familia, cuánto amor mostramos por aquellos que Dios ha elegido para formar parte de nuestra vida? Estamos cerca o lejos, somos una puerta abierta donde el amor de Dios fluye en nosotros o tenemos nuestras puertas muy cerradas y lejanas a ciertas personas que son parte de nuestra vida?

La escritura dice en el libro de Hebreos "que el amor fraternal permanezca en nosotros", el amor de hermanos, el amor fraterno debe permanecer como parte de nosotros mismos, debe ser constante y continuo hacia los que amamos y hacia quienes nos rodean.  Ese amor fraternal que abraza, que da cariño, tiempo consejos, compresión, compañía, afecto, servicio, protección y alegría a esas personas tan especiales que Dios ha puesto en nuestro camino como nuestra familia,  nuestros hermanos en la fe, amigos, compañeros, etc.

Te has puesto a pensar por un momento qué pasaría si tuviéramos un día que enfrentar una situación en la que no dependiera de nosotros estar juntos o separados y tuviéramos que separarnos permanentemente de quienes amamos? Inimaginable verdad? Es por eso que EL Señor hoy nos habla del amor fraternal, para que permanezca en nosotros,  para que amemos a quienes tenemos cerca y les demostremos ese amor que hay en nuestro corazón y a los que están un poco más lejos, que procuremos hacer lazos o puentes que nos acerquen y así no darle cabida a la soledad, la enemistad y el desamor.

Tienes relaciones rotas, cosas que arreglar, distanciamiento o llevas mucho tiempo sin estar cerca de alguna persona que es importante para ti? Acércate a ella, no dejes pasar más tiempo, si es algo que depende de ti.  

Aprovechemos  el tiempo y la vida, disfrutemos  hoy de la cercanía de los que amamos, valoremos su compañía, su conversación, dediquemos tiempo, seamos especiales y detallistas, hagamos la vida más sencilla y menos complicada, que el amor fraternal permanezca en nosotros y dejemos que El Señor reine en nuestros corazones y relaciones, vale la pena esforzarse. 

Aprovecha hoy y dile a quienes amas "yo te amo con el amo del Señor!"