jueves, 2 de enero de 2020

ATESORANDO TU PALABRA EN MI CORAZÓN!

"Si como a la plata la buscares,
Y la escudriñares como a tesoros"
Proverbios 2:4

Cuando algo vale mucho para nosotros nos esforzamos en tratar de conseguirlo, pagamos un alto precio por tenerlo y cuando lo logramos lo tenemos como un tesoro que no queremos que nadie nos lo arrebate. De esta manera la palabra de Dios nos dice que debemos buscar la sabiduría, buscarla como a la plata, como el que busca un metal muy preciado, fino y que anhelamos tener. Y escudriñarla como a tesoros, no solamente desear tenerla sino también estudiarla, meditar en ella, examinándola con mucha atención y con detalle.

Estamos comenzando un año nuevo 2020, nuevo año, nueva década, hasta hace poco hablábamos de los maravillosos años 20 hablando de 1920 porque en esos  Felices Años 20 fue un periodo de prosperidad económica que tuvo Estados Unidos, pero hoy estamos en los años 20 pero no del siglo XX sino del sigo XXI, han pasado 100 años, se dice pronto pero han pasado varias generaciones en medio de un siglo y hoy estamos aqui por la gracia de Dios y necesitamos Su sabiduría para poder conducirnos, para no equivocarnos y cometer los mismos errores de años anteriores, para saber que decisiones tomar, cómo resolver, cómo enfrentar cada día, necesitamos de Dios sabiduría.

Cómo podemos llegar a ser sabios? Solamente leyendo la palabra de Dios, leyéndola y atesorándola en nuestro corazón, leerla y meditar en ella, escudriñarla viendo qué significa cada cosa que Dios quiere decirnos, tratar de entenderla y siempre hablando con El Señor para que Él abra la puerta de nuestro entendimiento para poder comprender, guardar y aplicar su palabra en cada área de nuestra vida.

 No perdamos la oportunidad de instruirnos y ser un poco más sabios cada día. Propongamos en nuestro corazón que este año no pase un solo día sin escudriñar Su palabra y atesorarla como algo  muy preciado!


Digámosle al Señor este año 2020 Señor Anhelo conocer tu palabra, deseo con todo el corazón que me instruyas y me enseñes, dame sabiduría y hazme entender!