"Porque olvidarás tu aflicción, como aguas que han pasado la recordarás". Job 11:16
Es impresionante ver hacia atrás y darse cuenta de todo el camino que se ha recorrido, caminos difíciles y pedregosos por donde un día caminamos con lágrimas en los ojos, con sueños escondidos y casi sin fuerzas.
Ver hacia atrás me hace pensar... de cuántas cosas Dios me ha librado, de cuántas angustias me ha sacado y de cuánto dolor me ha sanado.
Es maravilloso ver hacia atrás y ver que su palabra se ha cumplido, que pienso hoy en el ayer como aguas que han pasado, porque todo Dios lo ha puesto en orden y veo claramente que aunque los días fueron duros todo tenía y sigue teniendo sentido, un propósito en mi vida.
Que no desmaye hoy tu corazón por los días grises, por la adversidad que enfrentas, por las lágrimas que hoy derramas, porque un día verás atrás y lo que hoy te causa angustia lo verás como aguas que han pasado y verás cómo en todo Dios te ha ayudado.
Un día escuché la frase que dice "el dolor tiene fecha de caducidad" y es verdad! Algunos más largos, otros más lentos, pero Dios devuelve la alegría, llena de color los días, abre camino en el mar, la tierra vuelve a brotar, reverdece nuestra vida y trae nuevas fuerzas.
Ese es nuestro Dios el que cambia llanto en gozo, que nos saca del profundo pozo, que nos llena de esperanza, que nos devuelve la calma, que devuelve la alegría y la luz a nuestros días.
Camina hoy y confía, con la certeza en el alma, que las aguas y tormentas que cruzan tus pasos hoy, serán mañana solamente muchas aguas que han pasado, así las recordarás.
