Que la muchedumbre de frutos sin derecho."
Proverbio 16:8
Poco con justicia mejor que mucho fruto sin derecho. Cuánta sabiduría hay en una frase tan corta. En la vida debemos enfrentarnos a cosas injustas en las que quizás recibimos poco y vemos cómo otros prosperan y tienen muchas cosas, pero en la sabiduría de la palabra de Dios vemos que lo importante no es lo mucho que tenemos sino el vivir en la justicia de Dios.
La abundancia de fruto no siempre es sinónimo de bendición, porque es mejor tener poco, pero sabiendo que Dios se agrada y complace de nuestra vida y actitud, que tener abundancia aparente y no contar con la aprobación del Señor en nuestro camino.
Para nuestro entendimiento quizás puede ser difícil entender que para El Señor lo poco puede ser mucho y lo mucho puede ser poco, en el libro de Lucas dice que "la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee." Nuestra vida no depende de la abundancia, no depende de tener muchas cosas, de tener muchos reconocimientos, de tener muchas consideraciones, sino depende de la gracia de Dios sobre nuestra vida que nos respalda, que permite que cuando emprendemos algo prospere, que nos abre puertas, que nos deja ver Su mano en cada cosa que hacemos y que nos acompaña en todo momento y en todo lugar.
¿Has vivido alguna vez injusticia y has visto como muchos avanzan y prosperan? No te apresures a pensar que El Señor se ha olvidado de ti, porque El no es injusto, El sabe cómo hace las cosas y El sabe por qué permite cada situación que debemos vivir. Tener un corazón agradecido hace la diferencia para poder vivir sin afanarnos por la abundancia y tener gozo y paz con lo que Dios nos da.
Recordemos siempre vivir como dice la escritura de hoy: Poco con justicia, poco con la aprobación del Señor y agradándolo, que vivir en abundancia sin tener derecho y sin la bendición de Dios.
Señor enséñanos a vivir una vida en la justa medida que a ti te agrada, sin anhelar la abundancia y sin afanarnos por nada, sin desear lo que otros logran y sin menospreciar lo que tu nos das, que podamos vivir con lo justo, pero dentro de tu perfecta voluntad, que nuestro corazón no anhele más de lo que debe tener y pasar por encima de lo que tu deseas para nosotros. Danos un corazón agradecido siempre Señor! Amén!