"En el día que temo,
Yo en ti confío."
Salmo 56:3
El temor es una sospecha de que algo malo o de un daño futuro. Sentir temor es una experiencia desagradable que todos alguna vez hemos enfrentado, desde que somos pequeñitos sentimos temores a ciertas cosas o situaciones y poco a poco vamos superando y entendiendo que no eran motivo de tenerles miedo.
El sentimiento de temor tiene la característica de apoderarse de nuestra mente y paralizarnos, cuando un pensamiento de temor anida en nuestro interior primero será como un simple pensamiento, pero si no lo controlamos por medio del Espíritu Santo que mora en nosotros y nuestra confianza en El Señor, este pensamiento puede ir creciendo y apoderarse de nuestra forma de pensar, que más tarde influirá en nuestra forma de hacer, actuar, sentir y hablar.
Muchas veces nuestras reacciones ante las personas como el enojo, la tristeza, la falta de gozo o la ansiedad, son solamente reflejos de nuestros temores internos. Una persona que teme a cierta situación y no sabe cómo solucionarlo, puede volverse alguien que siempre está enfadado, iracundo, con malas respuestas, negativo y mostrando rechazo hacia a los demás, todo esto desencadenado por un sentimiento de temor.
La escritura dice "En el día que temo, yo en ti confío", esto quiere decir que los temores pueden llegar a nuestra vida, podemos llegar a sentir miedo hacia el futuro, miedo a la enfermedad, miedo a la soledad, miedo a la muerte, miedo al fracaso, miedo a perder algo muy querido, los temores llegan a nosotros de muchas formas,porque somos personas de carne y hueso, pero la diferencia en quienes amamos al Señor, es que cuando ese momento llegue, en El confiaremos.
La confianza es una esperanza firme en Dios, es la seguridad en el corazón que El no fallará. La confianza es una actitud hacia el futuro, sabiendo que los temores son solo sentimientos inciertos, no son verdades absolutas, ya que no sabemos si sucederán o no. Por eso en el día que venga el temor a tocar a la puerta de nuestro corazón, nuestra actitud debe ser la confianza absoluta y total en El Señor, que es el único que conoce nuestros tiempos y El sabe cómo resolverá todas las cosas.
Los temores llegarán, pero la clave es cerrarles la puerta a través de nuestra confianza firme y segura en El Dios todopoderoso quien nunca nos dejará, nunca nos desamparará y siempre hará algo para socorrernos.
En el día que venga el temor. confía en El!
Señor en ti confío, se que los temores pueden llegar a mi vida, quizás hay temores ya en mi interior, pero hoy quiero pedirte que me liberes del temor, no quiero ser una persona presa de la aflicción y del miedo por cosas que ni siquiera se si sucederán o no, dame libertad Señor para confiar en ti, para entregarte todo a ti, llena mi corazón de confianza en tu perfecto amor que echa fuera todo temor, se que tu sabes cómo resolverás todas las cosas en mi vida y todos los temores desaparecerán cuando en ti confío. En este día en ti confío, no temeré! Amén!