miércoles, 31 de mayo de 2017

PUREZA DE CORAZÓN


"El que ama la pureza de corazón
tiene gracia en sus labios, y el rey es su amigo"
Proverbios 22:11


Cuando algo se considera puro es porque está en su estado original, no se ha deteriorado, mezclado o contaminado con algo. Por ejemplo los metales preciados se consideran puros cuando no se han mezclado con otros elementos. Por el contrario cuando algo no es puro es porque está contaminado, mezclado o se ha alterado su pureza.

La palabra de Dios dice que debemos amar la pureza de corazón, cuando amamos algo es porque estamos dispuestos a sacrificar y renunciar a lo que haga falta para poder tener y cuidar aquello que amamos. Amar la pureza de corazón es amar la verdad, evitar a toda costa que nuestro corazón se contamine con la influencia del mundo, del exterior, de todo lo que nos rodea.  Un corazón puro no se mezcla con algo que no agrada a Dios, no se deteriora al tratar de mezclar lo bueno con lo malo.  La pureza del corazón se consigue desechando lo malo, reteniendo lo bueno, buscando hacer la voluntad de Dios por sobre todas las cosas.

Tristemente algunas veces podemos dejar que nuestro corazón se contamine con tantas cosas que hay en el mundo, mezclamos nuestro oído con el mundo cuando escuchamos música o canciones que quizás están de moda y nos atraen, pero que dejan lejos de nosotros esa pureza de la que la palabra de Dios nos habla.   Perdemos la pureza en el corazón cuando dejamos que palabras, comentarios, mentiras u opiniones se filtren dentro de nosotros, sabiendo que no van de acuerdo a la palabra de Dios, pero las permitimos porque nos agradan a nosotros.  Un corazón puro no es fácil de conseguir, pero tampoco es imposible de lograr, requiere un esfuerzo diario, continuo, una disposición a escuchar la voz del Señor y seguir la dirección que El nos marca.

La pureza de corazón tiene dos recompensas, gracia en los labios y el rey es nuestro amigo.  Gracia en los labios porque hablamos verdad, porque no estamos diciendo cosas que no son reales o viviendo una vida doble donde pensamos diferente a lo que llevamos a cabo, no hay nada más agradable que una persona sincera, sencilla con verdad en sus labios.   Y el rey es nuestro amigo, porque contamos con la aprobación y bendición de Dios de nuestra autoridad, ya sea nuestro esposo, pastor, jefe o persona que está en una posición sobre nosotros, ellos se agradan de nuestro proceder recto, limpio y sin lugar a la mentira o la falsedad.

Pidamos al Señor amar la pureza del corazón y agradarle en todos nuestros caminos, solamente El conoce verdaderamente cómo somos!

Señor purifica mi corazón, dame un corazón puro, donde no quede lugar para la contaminación y cierra toda puerta que yo mismo haya abierto al mundo, guarda la puerta de mis oídos, de mis labios, de mi mente, crea en mi un corazón puro, recto, que hace tu voluntad y que te agrada, Señor quiero amar la pureza en el corazón y luchar por conseguirla cada día de mi vida, da gracia a mis labios y bendice mi caminar con todos los que me rodean cada día de mi vida. Amén!