miércoles, 20 de marzo de 2019

FELIZ CON LO QUE TU ME DAS!



"También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros..."

2 Timoteo 3:2


“La avaricia es un pozo sin fondo que agota a la persona en un esfuerzo interminable por satisfacer sus necesidades, sin llegar nunca a conseguirlo.” ERICH FROMM La avaricia es un asunto más serio de lo que pensamos, muchas veces miramos a nuestro alrededor pensando en tal o cual persona tiene avaricia, pero es mejor que veamos dentro de nuestro corazón si hay algún rasgo de avaricia para sacarlo de nuestro interior y así no tener en nosotros nada que pueda desagradar al Señor en el corazón.

La avaricia es el ansia de poseer muchas riquezas, por el solo placer de atesorarlas sin compartirlas con nadie, la palabra de Dios habla de la avaricia en varios versículos, sin embargo en Hebreos 13:5 dice "Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré", no tener avaricia entonces es sencillamente VIVIR CONTENTOS CON LO QUE TENEMOS AHORA!!

¿Vives feliz? ¿Estás contento con lo que tienes ahora? Debemos examinar nuestro corazón frecuentemente para que no entre en nosotros el deseo de tener más y más, estamos viviendo tiempos peligrosos en los que todo y todos te ofrece más; más para sentirse mejor, para verte mejor, para lucir mejor; vivimos tiempos en los que la sociedad no se conforma con lo que tiene, sino que hay que tenerlo todo y más; y  sin un motivo o justificación vamos atesorando y atesorando solo por el placer de decir "lo tengo", pero realmente lo necesitamos???

El Señor habla hoy a nuestro corazón para que ESTEMOS CONTENTOS CON LO QUE TENEMOS AHORA, sea mucho o sea poco, el no tener otras cosas no debe ser motivo de dolor, tristeza, amargura o frustración, porque se puede volver una costumbre la avaricia en el corazón y siempre anhelar más,  al punto de  nunca  estar contentos  y siempre querer más.

El Señor no nos va a dejar, ni nos va a desamparar, debemos estar contentos con lo que El nos da. ¿Para qué vamos a anhelar tener algo que Dios no nos ha dado? No busquemos caminos por nuestra cuenta ni hagamos atajos para tener lo que de Su mano no ha venido. 

Quitemos del corazón el ser avaros, saquemos la avaricia de nosotros, estemos contentos con lo que tenemos hoy!