miércoles, 25 de mayo de 2016

PASIÓN POR DIOS




"Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos."
2 Timoteo 1:6

Un pensador dijo una vez: "Una persona con pasión es mucho mejor que cuarenta interesadas solamente". Porque claramente no es lo mismo interesarse por algo a tener pasión.

La pasión es un sentimiento vehemente dice el diccionario, que significa una actitud de completo compromiso, donde no se antepone la razón, sino que esa fuerza dirige sus actos y actúa con ímpetu, fuerza o energía. Los grandes hombres y mujeres de fe que aparecen en la biblia tenían pasión por Dios, hacían las cosas sin razonar, sin ver si convenía o no convenía hacerlas, tenían un compromiso completo delante de Dios, dispuestos a hacer Su voluntad, dejando su vida, sus fuerzas, su corazón en lo que Dios les había mandado a hacer.

Tienes pasión por Dios o estás solamente interesado en llevar una vida cristiana de orden, donde no pasa nada más que el tiempo?


La palabra nos dice que debemos AVIVAR, el fuego del don de Dios que está en nosotros, ese fuego ya vive dentro de nuestro corazón y depende de nosotros avivarlo, hacerlo crecer, hacer que arda y mueva nuestro corazón a tener pasión por Dios, por el evangelio de Cristo y por tener una vida que impacte a quienes están cerca de nosotros y más allá de nuestro entorno.

El enemigo más grande de un avivamiento interior y de una vida con pasión por Dios es  la monotonía de hacer día a día lo mismo, nos lleva muchas veces a caer en rutinas aún en nuestra vida cristiana, oramos, damos gracias por los alimentos, asistimos a la iglesia, pero en nuestra vida no hay fuego de Dios que consuma nuestro corazón por hacer grandes cosas para El.

Los grandes hombres y mujeres de la biblia hicieron la diferencia en la historia por su pasión por Dios, avivaron en su interior ese fuego que consumía sus corazones por obedecer al Señor, impactaron al mundo, hicieron cosas imposibles y menospreciaron hasta sus propias vidas por amor a Dios.


Pidamos al Señor que avive el fuego de Su Espíritu Santo que hay en nosotros, que renueve nuestras fuerzas en El, que nos de nuevas ideas para extender Su reino, que llene nuestro corazón de gozo y fuego, que tengamos una vida con pasión por El, enamorados de aquel que murió por nosotros!

ORACIÓN: Señor aviva el fuego que hay en nuestro corazón, no queremos caer en una rutina en nuestra vida, donde reine la monotonía, sin impactar la vida de las personas que están a nuestro alrededor, sin hacer lo mejor que podamos para ti. Te pedimos Señor que nos des pasión por ti en todo lo que hacemos, que nos llenes de tu fuego, de tu fuerza, que nuestro corazón arda por hacer viva tu palabra y por hacer tu voluntad. Enséñanos a través de tantos hombres y mujeres de fe que están en tu palabra, para que en esta generación nosotros también podemos ser llenos de fe, impactar al mundo, obedecerte y aún menospreciar nuestra vida por amor a ti. Aviva el fuego en nosotros Señor. Amén!