miércoles, 7 de diciembre de 2016

POR AMOR A ÉL


“Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos.”

1 Crónicas 28:9


A los ojos de Dios nada es oculto, nada podemos esconder de El, el escudriña nuestros corazones y entiende cualquier motivación o intento de nuestros pensamientos, por esta razón el rey David aconsejaba a su hijo Salomón, que sirviera a Dios con corazón perfecto y ánimo voluntario.


El ánimo voluntario es ofrecer hacer un trabajo o alguna cosa, no estando obligados a hacerlo, sino que de manera espontánea tomamos la decisión de llevarlo a cabo. Entregar nuestra voluntad al Señor es un acto de amor y fe, ya que la voluntad es la capacidad que tenemos de decidir lo que queremos ser y hacer, cuando desobedecemos es con nuestra voluntad, esta es una barrera que Dios mismo respeta y no traspasa y el enemigo tampoco puede traspasarla, así que lo que hacemos o dejamos de hacer es por medio de esa voluntad que Dios nos ha dado


El ánimo voluntario busca ser perfecto de corazón delante del Señor, no por fuerza ni por obligación, sino por amor a Él.  Dios escudriña nuestros corazones y entiende las intenciones de nuestro pensamientos, a El no podemos ocultarle los motivos por los que hacemos algo, el conoce lo más profundo de nosotros y la motivación de nuestro corazón. 


Dios entiende la intención de nuestros pensamientos, conoce a fondo nuestra sinceridad o falsedad, quizás podamos expresar a los demás con palabras lo que sentimos y pensamos, pero solamente Dios conoce la verdad que  hay en nuestra alma.

Por esta razón el quiere que siempre que le sirvamos y que nuestra vida misma sea movida por un ánimo voluntario, no por temor a perder bendiciones, no por temor perder lo que tenemos, no por querer ganar el cielo o por no ir al infierno, no por querer alcanzar un reconocimiento, sino voluntariamente, por amor.

Atesora estos pensamientos de un autor anónimo que refleja un corazón con ánimo voluntario:
"No me mueve mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tu me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme el ver tu cuerpo tan herido;
muéveme tus afrentas y tu muerte, 

Mueveme en fin, tu amor de tal manera
que aunque no hubiera cielo yo te amara
y aunque no hubiera infierno te temiera. 

No me tienes que dar por que te quiera,
porque aunque cuanto espero no esperara
lo mismo que te quiero te quisiera."


Señor tu conoces lo más profundo de nuestros corazones y conoces los motivos por los cuales hacemos las cosas, conoces mi motivación para levantarme por la mañanas y conoces qué es lo que mueve mi vida al completo, a ti no puedo ocultarte nada de lo que hay en mi, Señor dame un ánimo voluntario, no quiero hacer nada por fuerza, por obligación o por que toca, quiero tener un ánimo dispuesto a hacerlo todo para ti con amor, tu conoces mis pensamientos, mis sentimientos y mi motivación no te es oculta. Que no haga nada por recibir o alcanzar tus bendiciones, sino que seas tu siempre Señor la motivación de mi corazón, mi amor por ti. Amén!