miércoles, 30 de marzo de 2016

MEJOR SIN RENCILLAS


"Mejor es vivir en un rincón del terrado 
Que con mujer rencillosa en casa espaciosa."
Proverbios 21:9


Nuestra casa es el lugar donde habitamos, no importa si es grande o pequeña, lujosa o sencilla, nueva o antigua, pero cuando llegamos a ese lugar  sentimos que podemos descansar, tenemos confianza, hay seguridad y es nuestra casa. Lo triste de esto es llegar y convivir con una persona rencillosa, todo ese espacio especial, se llena de oscuridad y desasosiego porque las rencillas transforman un lugar agradable en un espacio difícil de habitar.

La palabra de Dios dice que ES MEJOR vivir en un rincón del terrado de una casa, que con una mujer rencillosa aunque el lugar sea espacioso. El terrado o terraza es la parte superior y descubierta de una casa, no tiene techo generalmente, no hay puertas, ni ventanas, casi ninguna protección por lo que no nos defiende del frío o el calor y no hay comodidad. Aún con esas condiciones es mejor vivir allí que rodeados de rencillas. 

La mujer o el hombre rencilloso son personas llenas de resentimiento y rencor, su forma de ser se manifiesta en repetidas discusiones, riñas o actos de venganza, lleva la cuenta de lo malo que hacemos y busca cómo vengarse. Es terrible permitir que el resentimiento y el rencor se apoderen de nosotros, nos convertimos en personas con las que nadie quiere estar y lograremos que nos rechacen.

Una persona rencillosa hace la vida imposible a otros, discutiendo por cosas insignificantes, enfados continuos, riñas persistentes y sin ninguna paz. Los tiempos de comida son continuos reclamos y malas expresiones, cualquier cosa puede convertirse en un motivo de problema. Nadie quiere estar con una persona rencillosa aunque se viva en una casa grande y espaciosa.

¿Cómo es tu actitud?

Que nuestro hogar sea un punto donde se respire paz y unidad, es maravilloso para un esposo volver a una casa en la que haya un ambiente agradable, paz en medio de las conversaciones, tiempos de refrigerio para poder descansar del día a día, viviendo literalmente lo que es un "dulce hogar", solamente a través de la presencia de Dios en la vida de cada uno de los componentes de la familia, podremos lograr un ambiente tranquilo, un lugar acogedor, libre de rencillas y pleitos, aunque sea una casa sencilla y pequeña siempre será un lugar donde siempre queremos estar y volver.

Señor te pedimos que tu presencia inunde nuestras vidas con paz, amor y gozo., te pedimos que quites de nuestros corazones el rencor y el resentimiento, que provocan rencillas, pleitos, riñas y dolor en nuestras relaciones con otros. Te pedimos que pongas en nosotros un corazón lleno de amor y bondad, donde reines Tu Señor y seas el centro de nuestra vida para que ese amor se manifieste a otros y puedan disfrutar de nuestra compañía y tener un hogar agradable y lleno de paz. Quita la rencilla de nosotros y bendice nuestra casa en  nombre de Jesús. Amén!