domingo, 31 de enero de 2016

PROMESAS DEL 25 AL 29 DE ENERO 2016



Recuerda estas preciosas promesas y escríbelas en tu corazón...

"Velad, estad firmes en la fe, actúen como hombres, sed fuertes."
1 Corintios 16:13






"Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor (porque por fe andamos, no por vista)"
2 Corintios 5:6-7




"Así que podemos decir confiadamente: “El Señor es mi ayudador; no temeré; ¿qué puede hacerme el hombre?"
Hebreos 13:6















"No temeré a diez millares de gente, Que pusieren sitio contra mí."
Salmo 3:6



" estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo" 
Filipenses 1:6 


domingo, 24 de enero de 2016

PROMESAS SEMANA DEL 18 AL 22 DE ENERO




Estas fueron nuestras promesas del lunes 18 al viernes 22 de enero 2016! Gracias Señor!





Los hijos de tus siervos habitarán seguros, Y su descendencia será establecida delante de ti.

Salmo 102:28





"Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra." 
Salmo 121:1-2












"porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día."

2 Timoteo 1:12







"y él os dará reposo de todos vuestros enemigos alrededor, y habitaréis seguros."
Deuteronomio 12:10









"Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado."
Salmo 27:3





jueves, 21 de enero de 2016

SIN DUDAS EN EL CORAZÓN


DUDAS EN EL CORAZON…

Marcos 11:22-23 “Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.

La duda es un estado de incertidumbre entre dos decisiones o entre dos opciones, confiar o desconfiar, fe o incredulidad. En este pasaje de la biblia el mismo Jesús nos dice: Tened fe en Dios!!! Nos anima a creer y no dudar para que El pueda obrar. Se duda en el corazón porque allí está el interior del hombre, porque es más engañoso que todas las cosas, porque nadie lo conoce solo El Señor que escudriña lo más profundo de nosotros y es allí donde debe nacer la fe.

La duda es un arma  en contra de nuestra fe… si alguna vez alguien que amamos nos delega una responsabilidad o nos encarga que hagamos algo determinado, lo haremos? Por supuesto que si!! veremos todas las posibilidades posibles para hacer y cumplir con aquello que esa persona que apreciamos nos ha pedido. Pero… cómo nos sentiríamos si ese alguien dudara si lo podremos hacer? si lo haremos bien? Si lo recordaremos? y desconfía de nosotros cómo nos sentaría esa actitud??? Seguramente le diríamos confías o no confías en mi? Pues si confías en mi… déjame hacer lo que me has pedido y no tengas dudas en tu corazón!

Cuando hemos entregado algo al Señor debemos confiar en que El lo hará, si hemos orado por una situación, por una necesidad económica, por un problema sin resolver, por una enfermedad, etc. Debemos confiar en Él y pensar que si dudamos en nuestro corazón no damos paso a la fe y nos convertimos en esas personas incrédulas y desconfiadas que entregan al Señor su carga pero también la vuelven a tomar porque no confían plenamente en que El lo hará.

Tenemos un Dios todopoderoso, dueño del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible, el creador del universo es nuestro Dios, es nuestro Padre, El es el que sustenta todas las cosas por Su palabra! por qué tenemos esas dudas en nuestro corazón?? Pidamos al Señor esa fe que mueve montes y los manda al mar, esa fe que cree, que confía, que entrega y descansa en El, que no duda ni un instante, esa fe que saca toda duda y que cree con el corazón.



miércoles, 20 de enero de 2016

TRIGO LIMPIO


TRIGO LIMPIO
“Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.” Mateo 13:30
Qué es la cizaña? Según el diccionario la cizaña es una planta de tallo ramoso, hojas estrechas y espigas anchas y planas, cuyos granos contienen un principio tóxico; crece espontáneamente en los sembrados y es muy difícil de extirpar, es muy parecida al trigo en su apariencia y a veces es considerada con el nombre “trigo falso”.
En la parábola del trigo y la cizaña vemos como Jesús ejemplifica el reino de los cielos y como crece el trigo y la cizaña al mismo tiempo, pero el destino de cada uno es diferente, la cizaña es cortada antes y preparada para echarla al fuego y quemarla y el trigo su destino es completamente diferente, porque va al granero y allí se almacenará para procesarse y ser usado.
A la par que crece el trigo, crece también la cizaña, incluso dicen los agricultores que antes que el trigo madure la cizaña luce idéntica al trigo, pero solo es una apariencia porque en su interior hay cosas toxicas para el consumo humano.
 Hoy quisiera que reflexionemos pesando que la cizaña no solo puede crecer en los campos, no solo puede simbolizar personas que aparentan amar a Dios pero no cumplen ni viven Su palabra, porque la cizaña también puede crecer en nuestro interior. La cizaña en nuestro interior son esas actitudes de nuestro corazón, actitudes egoístas, envidiosas, a veces injustas, esas pequeñas cosas que hacemos cuando nadie lo ve, pero que  Dios conoce  porque escudriña todo y ve lo más profundo de nuestro corazón. En la parábola del trigo y la cizaña dice que “mientras dormían” vino un enemigo a sembrar la cizaña, a veces podemos dormirnos y descuidar nuestro interior creyendo que todo lo que hacemos y vivimos es  perfecto  y no darnos cuenta que el enemigo ha sembrado en nuestro corazón malas semillas que debemos identificarlas lo más pronto posible antes que sigan creciendo en nuestro interior.
Los celos, los pleitos, el deseo de venganza, la falta de perdón, la ira, el rencor, el pecado en si, son ramas de cizaña que permitimos que crezcan en nuestro corazón y que pueden llevarnos a perder una cosecha entera en nuestra vida. Revisemos hoy en nuestro interior, pidamos al Señor que nos revele qué cosas no son de Su agrado que a veces hacemos, practicamos o incluso ignoramos, pero que están allí y nos pueden hacer mucho daño. Veamos si están creciendo en nuestro interior cizañas que ahoguen la palabra de Dios, que no permitan que crezcamos espiritualmente como Dios quiere o  que simplemente nos están robando el gozo y la paz en nuestro interior.
Digamos como David “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno” Salmo 139:23-24



martes, 19 de enero de 2016

CUIDAR NUESTRAS SIEMBRAS DE NOSOTROS MISMOS



“Me pusieron a guardar las viñas; y mi viña, que era mía, no guardé.”
Cantares 1:6

Nosotros los mismos sembradores podemos permitir que nuestra cosecha se arruine en el libro de Cantares dice "me pusieron a guardar las viñas y mi viña, que era mía, no guardé". Esta escritura nos habla de la Sulamita que estaba morena del sol por haber estado trabajando arduamente bajo el sol las viñas, pero su propia viña había descuidado. 

Esto también puede sucedernos con nuestras siembras, cuidar y velar por todo aquello que está afuera, pero descuidamos nuestra propia familia, vida, velamos por los demás y olvidamos velar por nuestros hijos, por nuestras familias, por lo que Dios nos ha dado, centramos nuestra atención en los de afuera y trabajamos en los demás y cuando vemos nuestra propia vida, familia y trabajo lo hemos descuidado, nosotros mismos podemos ser responsables de perder aquello que un día hemos sembrado y perderemos el fruto.

La pregunta sería quién está cuidando de nuestra viña si nosotros no la cuidamos, la respuesta es nadie, solamente nosotros mediante el discernimiento del Espíritu Santo podemos aprender a cuidar de nuestra viña y no descuidarla, ya que si nosotros no la cuidamos vendrán otros, no precisamente a cuidarla sino a destrozarla, a aprovecharse de los frutos y hasta destruirla.

No permitamos que nada ni nadie nos robe lo que Dios nos ha dado, debemos velar de nuestros matrimonios, de nuestros hijos, nuestras familias son sumamente importantes, son nuestros retoños, y debemos velar que no se pierdan y olvidarnos de guardarlos del mal.

Cuida de la viña de los demás pero guarda también la tuya, porque Dios te pedirá cuenta de lo que has hecho y si has sido diligente con lo que El te ha dado.

ORACIÓN: Señor te entregamos nuestras siembras, que podamos cuidar de nuestras propias viñas y no las descuidemos velando por las de otros y no por las nuestras, te pedimos que nos des sabiduría y entendimiento para estar velando por nuestras familias y por lo que tu nos has dado, que ocupemos nuestro tiempo sabiamente, que ocupemos nuestra vida y la invirtamos en bendición de los nuestros, que el tiempo, las prisas y el correr diario no aparten nuestra mirada de lo que es realmente importante. Danos la luz que necesitamos para ser diligentes y velar por nuestras viñas y guardarlas de todo enemigo que quiera destruirlas. Amen!

lunes, 18 de enero de 2016

CUIDAR Y DEFENDER NUESTRAS SIEMBRAS


 “… Los filisteos se reunieron en Lehi, donde había un gran sembradío de lentejas, y el ejército israelita huyo por temor a los filisteos. Pero Sama se paro en medio de ese terreno y lo defendió; derroto al los filisteos, y el Señor les dio una gran victoria”.
 2 Samuel 23:11-12

Este es un versículo precioso de la palabra de Dios que nos habla de la importancia de valorar lo que Dios nos da, por muy pequeño que sea o muy grande,  si Dios nos lo ha dado debemos cuidarlo y valorarlo, defenderlo y protegerlo, la palabra habla de un sembradío de lenteja, otra escritura dice un pequeño terreno de lenteja, tampoco era un gran campo, sumamente valioso pero dice que este valiente de David permaneció y se paró en medio y lo defendió y El Señor le dio una gran victoria.  

Por qué el sembrado era tan importante?? En ese momento de guerra quién se pone a pensar en las lentejas??? sin embargo para el era importante porque Dios se lo había dado y lo defendió a toda costa porque si Dios se lo dio, debía defenderlo, nunca entregarlo sin luchar. Esta forma de cuidar nuestra cosecha y nuestra siembra, es valorando y nunca menospreciando, lo que Dios nos ha dado.  Nuestras familias, nuestros hijos, amigos, trabajo, iglesia todo Dios nos lo ha dado y debemos cuidarlos y valorarlos, mi terrenito de lentejas es mi familia, mis esposo, mis hijos, mi trabajo eso que he cuidado y sembrado voy a valorarlo y protegerlo de mis enemigos y Dios me va a respaldar y voy a tener la victoria.

La vida del cristiano no se trata solo de sembrar, hay que cuidar lo que es nuestro porque Dios nos lo ha dado, debemos orar por nuestras familias por cada persona que Dios ha puesto en nuestra vida, luchar en oración y en clamor, hacer lo que esté en nuestras manos para bendecirles y nunca abandonar y dejar que el enemigo se apodere de lo que es nuestro.

ORACIÓN: Señor gracias por mostrarme tu amor y tu bondad y enseñarme que no solo se trata de sembrar, debo velar y cuidar de todo lo que tu me das, Señor quiero aprender a valorar cada persona, cada cosa que tu has puesto en mis manos y defenderlo en oración, nunca menospreciar lo que tu me has dado, enséñame a cuidar de mis siembras, quiero luchar, ser valiente y nunca abandonar aquellas bendiciones que me has dado a lo largo de mi vida, me pongo en tus manos y dame sabiduría para actuar, ser vigilante y diligente. Amén!

domingo, 17 de enero de 2016

CUIDAR NUESTRA SIEMBRA DE LAS ZORRAS PEQUEÑAS



“Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas que echan a perder las viñas; porque nuestras viñas están en cierne”. (Cantares 2:15) 

Esta es otra forma de cuidar aquello que hemos sembrado, el ejemplo de las zorras es muy interesante porque las zorras son animales muy pequeños, muy astutos y escurridizos, pesan poco y pueden subir hasta lo mas alto de la viña y una viña en cierne es una viña que esta floreciendo, si la zorra logra quebrar esa rama con flores, automáticamente se pierden los frutos, que posteriormente se convertirán en uvas, pero no llegan a formarse. Las zorras grandes se comen el fruto, pero las zorras pequeñas también porque no tienen la altura para alcanzar el fruto, se estiran y apoyan y terminan rompiendo toda  la rama, al romper la rama se pierde la vid al completo y es necesario restaurar los viñedos porque las ramas se han venido al suelo. El peligro más grande de las zorras pequeñas es su tamaño ya que son casi como pequeños cachorritos, que apenas se notan, caben por cualquier agujero, no  se perciben y cuando se hacen notar es porque ya han hecho mucho daño y hasta puede ser irreparable.


Las zorras pequeñas llegan a nuestra vida cuando estamos floreciendo, cuando estamos más felices, cuando reina la paz, el amor y el gozo, pero poco a poco van apareciendo para robarnos y destruir nuestros tiempos de florecer,  son esos pequeños detalles a los que restamos importancia, esas cosas que pensamos que no importan, que son insignificantes, pero si las dejamos actuar pueden destruir una gran cosecha por ejemplo: la falta de oración un día y otro y otro, dejamos de leer la palabra, no es algo instantáneo, sólo pensamos, mañana lo haré y poco a poco dejamos de leer la palabra de Dios. También zorras pequeñas son los pequeños rencores que vamos guardando en el corazón, discusiones sin resolver, nos quedamos con un dolor en el corazón, quizás no tan grande, pero sino hay sanidad, cada vez que nos ofendan nos dolerá más, la herida se hará mucho más grande, hasta que no podamos resistir y nos destruya. En nuestro diario vivir las zorras pequeñas pueden ser la impuntualidad, una palabra fuera del lugar, escuchar música que no edifica, meter en nuestro corazón un poquito del mundo, al final se convierte en lo que dice la escritura en 1 Corintios 5:6 "un poco de levadura, leuda toda la masa", un poco de mundanalidad nos roba nuestra santidad. Las zorras pequeñas pueden destruir nuestra relación con Dios, nuestros matrimonios, nuestros trabajos, nuestras propias familias.

Si hemos comenzado una vida al lado de una persona y tenemos un matrimonio, debemos cuidar nuestra siembra diariamente de esas pequeñas zorras que pueden llegar a destruir nuestra unidad y nuestras propias vidas, nuestros hijos son siembras que Dios nos ha dado para cuidar y proteger, las pequeñas zorras pueden ser la falta de tiempo hacia ellos, la falta de límites en sus rutinas diarias, no hablar la palabra con ellos, la oración constante por sus vidas.

Las cosas pequeñas que destruyen nuestra vida no pasan de un día para otro, se van dando con el día a día, un día y otro, hasta que la destrucción es notable e irreversible.

Cuidemos nuestras siembras de esos detalles tan insignificantes pero tan destructores, seamos sabios.

ORACIÓN: Señor Jesús, te pedimos sabiduría y discernimiento para ver cuáles son las zorras pequeñas que han entrado o quieren entrar a nuestra vida para destruirla, que podamos ser sabios, que estemos atentos y velando porque nada ni nadie robe la paz, el gozo, la fe, la unidad y el amor que tu nos das en nuestros matrimonios, en nuestras familias, con nuestros hijos, en nuestros trabajos y en todo lo que hacemos, muéstranos con claridad esas zorras pequeñas para que nuestra vida pueda llevar mucho fruto y no seamos engañados pensando que todo va bien y sea demasiado tarde para actuar. Alumbra nuestros ojos y nuestro corazón para hacer lo correcto cada día y velar por nuestras siembras. Amén!

sábado, 16 de enero de 2016

CUIDAR NUESTRA SIEMBRA DE LA PEREZA



CUIDAR NUESTRA SIEMBRA DE LA PEREZA:

“Pasé junto al campo del hombre perezoso, Y junto a la viña del hombre falto de entendimiento; Y he aquí que por toda ella habían crecido los espinos, Ortigas habían ya cubierto su faz, Y su cerca de piedra estaba ya destruida.”
Proverbios 24:30-31

Esta escritura continúa diciendo: 
"Miré, y lo puse en mi corazón; Lo vi, y tomé consejo.
Un poco de sueño, cabeceando otro poco, Poniendo mano sobre mano otro poco para dormir; Así vendrá como caminante tu necesidad, Y tu pobreza como hombre armado."
Proverbios 24:32-34

La pereza puede ser un enemigo oculto en nuestra vida que tarde o temprano nos pasará factura... La pereza es un pecado que a toda costa debemos erradicar de nuestra vida, puede ser que seamos sumamente trabajadores y esforzados en un trabajo, en la limpieza, en la casa, en nosotros mismos.  Pero la pereza puede ir muy escondida dentro de nosotros para no actuar cuando debemos, para no corregir oportunamente, la pereza nos frena a involucrarnos en la vida de los que amamos y por medio de ella dejamos pasar el tiempo, como si esto fuera a cambiar las cosas. Pereza no es sólo estar largas horas sentados o tendidos en un sofá, la pereza es esa sensación de desgano, desidia o negligencia para cuidar de lo que Dios nos ha dado. 


Si hemos sembrado o comenzado algo debemos cuidarnos de ser perezosos, podemos comenzar todo con mucha ilusión, pero luego no somos sabios o somos faltos de entendimiento y permitimos que los espinos, ortigas y maleza crezcan sobre lo que hemos comenzado, la pereza en nosotros puede hacer que perdamos las ganas de esforzarnos en nuestras familias, trabajos, amigos, iglesia y cada área de nuestra vida; debemos cuidar que la pereza no ahogue nuestros sueños y proyectos pensando como este hombre perezoso, algún día lo voy a hacer y nunca lo hizo hasta que crecieron ortigas y espinos sobre sus siembras y la protección se había destruido.

Ser esforzado no es fácil pero vale la pena, quizás es más fácil descansar o hacer otras cosas antes que dedicarle tiempo a nuestro esposo o a nuestros hijos, hablar con ellos, dar un paseo, orar por ellos. Corregir no es fácil, cuando quitamos espinos y ortigas de nuestras siembras duele porque nos pueden pinchar y hacer daño, pero si cada día las vamos quitando, si cada día velamos por nuestras siembras, no se convertirán en un problema mas grande. Ama, pero también corrige y pon límites en tus hijos, ama pero también invierte tiempo y atención en quienes Dios ha puesto cerca de ti. Trabaja con diligencia y esmero en tu trabajo, todo esfuerzo por mínimo que sea que hagas Dios lo bendecirá y verás el fruto de tus siembras y se gozará tu corazón.

Echemos fuera la pereza de nuestra vida!

ORACIÓN: Señor te entrego mi corazón y te pido que quites la pereza de mi interior, dame el querer como el hacer por tu buena voluntad, en el esfuerzo está la bendición. Quita mi indiferencia ante las necesidades de mi familia y de quienes amo, no puedo pensar que las cosas se solucionarán solas si yo puedo hacer algo por mejorar las cosas. Quita de mi la pereza, ayúdame a quitar espinos y ortigas de mis siembras diariamente para que puedan crecer libremente, ayúdame a ser diligente, esforzada y valiente para amar, para corregir, para exhortar, para cuidar lo que tu me has dado. Amén!

















viernes, 15 de enero de 2016

CUIDANDO Y VELANDO NUESTRAS SIEMBRAS Y COSECHAS


La biblia habla claramente de lo importante que es cuidar de una siembra y una cosecha, en el libro de Isaías 5:1 y 2 dice “Tenía mi amado una viña en una ladera fértil. La había cercado y despedregado y plantado de vides escogidas; había edificado en medio de ella una torre, y hecho también en ella un lagar…” como podemos ver no era solo cuestión de sembrar la semilla sino edificar alrededor de ella una protección para que pudiera crecer firme, fértil y diera frutos. En términos espirituales, el cuidar tanto de la siembra como de la cosecha, sigue aplicándose en todas las áreas de nuestra vida y hoy seguiremos reflexionando acerca del CUIDADO que debemos tener tanto al sembrar, como el cuidar lo que cosechamos.


Cuando hablamos de sembrar y cosechar sabemos que la semilla que se siembra debe plantarse, cuidarse, darle un seguimiento y ver su evolución, posteriormente podar la planta, quitar todas las malas hiervas que pueden crecer alrededor de ella y finalmente ver el fruto que poco a poco estará listo para cortarse y recibir la cosecha. 

Así mismo en nuestra vida si comenzamos un proyecto, un trabajo, una familia, tenemos hijos, amistades, una iglesia a la que asistimos, etc., debemos cuidar las semillas de amor, atención, esfuerzo, dedicación, oración, santidad, obediencia y muchas otras semillas que sembramos día a día, luego debemos dar un seguimiento continuo y constante a todo aquello que tenemos a nuestro cargo, Dios lo ha puesto a nuestro cuidado y debemos ver no solo la siembra sino el crecimiento, eliminando las cosas que pueden destruir nuestras semillas y que puedan llegar a dar fruto. En el camino tendremos obstáculos y tropiezos pero poco a poco veremos el fruto y recibiremos la cosecha que será la bendición de nuestra familia, nuestros hijos, un trabajo bendecido, Dios bendecirá el fruto de nuestro esfuerzo. 


Hay muchos enemigos de nuestras siembras que intentarán destruirla y que no llegue a dar buen fruto, la palabra de Dios nos habla de varios consejos para cuidar nuestras siembras, en los próximos devocionales veremos 4:

1. Cuidar nuestra siembra de la pereza

2. Cuidar nuestra siembra de las zorras pequeñas

3. Cuidar y defender lo que es nuestro

4. Cuidar nuestras siembras de nosotros mismos.

ORACIÓN: Señor queremos presentarte cada semilla que sembramos y cada siembra que hemos hecho, que podamos ser fieles, diligentes y cuidar de lo que Tu has puesto en nuestros manos. Que podamos cuidar de nuestras familias, matrimonios, hijos, amigos, trabajos, cada lugar en el que tu nos has puesto es una oportunidad no solo para sembrar buenas semillas, sino también para velar porque nuestra vida de el fruto adecuado para bendecir a otros y agradarte a ti. Amén!





miércoles, 13 de enero de 2016

SI NO HAY SIEMBRA, NO HAY COSECHA



"Desde el otoño, el perezoso no ara, pide en la cosecha, y no hay nada."
Proverbios 20:4


Continuamos hablando acerca de Sembrar y Cosechar.

La palabra de Dios nos habla de este principio mencionando siempre las dos palabras SEMBRAR Y COSECHAR, no se puede esperar solo sembrar sin velar el proceso de crecimiento y no se puede tampoco solo cosechar sin haber sembrado.

SEGUNDO EXTREMO: SOLO COSECHA… contrario al otro extremo, no podemos ir a buscar fruto donde no hemos sembrado ni una semilla, si yo no he sembrado nada no puedo pretender tener una gran cosecha, ni una mínima cosecha porque no he hecho nada, poniéndolo en palabras actuales es QUERER TENERLO TODO SIN DAR NADA A CAMBIO, RECIBIR PERO NUNCA DAR, GOZAR DE ALGO SIN HABER SACRIFICADO NADA.

La palabra de Dios dice el Proverbios que "el perezoso no hará, pero si pide en la cosecha y no hay nada" no podemos recibir una cosecha, si no hemos sembrado nada en lo natural, de manera espiritual es igual, si no hay siembras y cuidado de esas siembras, tampoco hay cosechas. 


Este extremo también se da en nosotros, no podemos pretender recibir amor sino lo damos, no podemos pretender que en la vida tengamos éxito si antes no sacrificamos algo de nosotros en esfuerzo y trabajo. Así como en el extremo anterior hay personas que sueñan y comienzan cosas y nunca las terminan, en este extremo las personas no comienzan nada, no procuran nada pero quieren ser reconocidos, recibir bendición tras bendición sin el mas mínimo esfuerzo.

Hay una frase que dice que la palabra ÉXITO antes de trabajar sólo se encuentra en el diccionario, porque no podemos pretender ser personas llenas de prosperidad y bendición, con relaciones personales de calidad, con hijos de intachable conducta y trabajos prósperos y de progreso, si no hay un esfuerzo, una entrega a la familia en tiempo de calidad, un esfuerzo en el trabajo en puntualidad y calidad en lo que hacemos, hay que sembrar semillas de calidad y velar por el proceso de crecimiento hasta obtener una cosecha de bendición.

En lo espiritual no podemos amar, confiar y esperar en un Dios al que no conocemos, con quien no hablamos y no leemos su palabra, debemos sembrar también en amor, obediencia y santidad, agradando al Señor en todo lo que somos y hacemos, muchas personas solo buscan un Dios de milagros y soluciones, la relación con El Señor no puede ser solo de recibir cosechas, El Señor espera de nosotros una relación de amor y confianza.


ORACIÓN: Señor enséñanos a sembrar y también a cosechar, no queremos Señor solo querer recibir los frutos sin haber puesto esfuerzo en lo que somos y hacemos, danos Señor el querer como el hacer por tu buena voluntad, no permitas que seamos personas interesadas y solo buscando los frutos en los demás, solo queriendo ver milagros, soluciones y bendiciones, sin tener una vida de oración, obediencia y santidad, guíanos Señor a toda verdad y permite que vivamos el principio de la siembra y la cosecha como tu lo has establecido, sembrando buenas semillas para tener cosechas bendecidas por ti. Amén!



CUIDA DE TU SIEMBRA...


"No sembrarás tu viña con semillas diversas, no sea que se pierda todo, tanto la semilla que sembraste como el fruto de la viña."
Deuteronomio 22:9

El principio de sembrar y cosechar está establecido en la palabra de Dios donde siempre van de la mano estas dos cosas, sembrar y cosechar, no se puede sólo sembrar sin pensar que nunca veremos el fruto y tampoco podemos querer solo fruto sin haber puesto el esfuerzo de la siembra.

Hoy hablaremos del primero de estos dos extremos en los que podemos caer.

PRIMERO: SOLO SIEMBRA… La palabra de Dios dice que "no sembremos en nuestra viña semillas diversas, no sea que se pierda todo, tanto la semillas que sembramos como en fruto de la viña", la palabra nos dice que no mezclemos semillas buenas y semillas malas porque al final perderemos todo, tanto lo malo como lo bueno. Debemos cuidar desde la siembra y velar por la buena semilla que sembramos.

En lo natural no podemos poner únicamente una semilla y dejarla que crezca sola y querer volver al cabo de unos meses o semanas y encontrarnos el fruto que esperamos, ya que puede pasarle muchas cosas. Traducido a nuestro lenguaje podría decirse que es COMENZAR UNA COSA O MUCHAS COSAS Y NUNCA TERMINARNALAS, NO DAR UN SEGUIMIENTO, este extremo no es bueno porque Dios nos lleva a que si sembramos, si nos comprometemos a algo debemos avanzar y llegar hasta terminar, esto puede aplicarse a muchísimas cosas, por ejemplo podemos predicar la palabra a toda persona que se acerque a nosotros, eso no es malo, pero también debemos de esforzarnos por hacer discípulos y dar un seguimiento. Otro ejemplo es enseñar a nuestros hijos o   hermanos en la fe que lo que se comienza se debe cuidar y terminar, el mundo esta lleno de personas con muchas ilusiones y sueños, empiezan una cosa, siembran la semilla, pero pocos son los que llegan al final para ver el fruto de esa siembra que un día hicieron.

No podemos solo sembrar sin pensar que un día veremos esa cosecha, si sembramos una mala semilla, semillas de pecado sabemos que la palabra de Dios dice que la paga del pecado es muerte, así que esas semillas que hoy sembramos pecando y haciendo cosas en contra de la voluntad del Señor, tarde o temprano llegarán a nuestra vida convertidas en frutos de muerte, frutos de dolor, de tristeza, de sufrimiento, cuando podríamos haberlo evitado si hubiéramos tenido cuidado en nuestra siembra.

Podemos sembrar también semillas de amor, semillas de paz, semillas de justicia, quizás no veas el fruto inmediato, pero no te desesperes, ni pienses que todo está perdido si de momento no ves el fruto, porque la palabra de Dice que "no nos cansemos de hacer el bien (no nos cansemos de sembrar buenas semillas) porque a su tiempo segaremos, sino desmayamos" Gálatas 6:9. Tarde o temprano recogeremos la cosecha de las buenas semillas que sembramos un día.

Es muy importante que revisemos cada día y nos preguntemos, qué semillas estoy sembrando hoy? Qué semillas he sembrado hoy en mi matrimonio, en mi familia, en la iglesia, en mi trabajo, en mi casa, con mis amigos, qué semillas voy a sembrar hoy? Semillas que se pueden nombrar como paciencia, amor, una llamada, una visita a alguien que lo necesita, semillas de tiempo y de atención, semillas de verdad y no de mentira, semillas de bondad, de gentileza, semillas de amabilidad y de mansedumbre, semillas de bendición.

Revisemos nuestras semillas HOY y no estaremos preocupados de nuestras cosechas de MAÑANA...

ORACIÓN: Padre gracias por enseñarnos a través de cosas tan sencillas lo que tu quieres hacer en nosotros, tu nos has llamado a sembrar. Cada día, por más pequeña que sea la acción que hacemos se convierte en una semilla que dará tarde o temprano su fruto, ayúdanos a sembrar conforme a TU perfecta voluntad, ayúdanos a sembrar no con el interés de recibir, sino sembrar cosas buenas porque este es un principio infalible que tarde o temprano dará su fruto y nosotros mismos probaremos de él. Enséñanos a sembrar hoy bendición en nosotros y hacia los demás, que vivamos una vida sin pensar en que todo tiene una consecuencia, guíanos por caminos de justicia y de verdad. Amén!


martes, 12 de enero de 2016

SEMBRAR Y COSECHAR


 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.” Gálatas 6:7


En la palabra de Dios se menciona muchas veces la palabra siembra y cosecha, uno de los versículos que más conocemos está en Gálatas  6, es obvio que este principio se basa en una ley natural que se da en el proceso de crecimiento desde que hay una semilla y se siembra, hasta que se recoge la cosecha y se obtiene el fruto.


La agricultura en los tiempos antiguos, era una fuente sumamente importante para la vida de las personas, por eso Jesús usaba tantos ejemplos basados en la agricultura porque era una forma más fácil para que le comprendieran. En esos tiempos la gente dependía totalmente de sus sembrados, no habían supermercados donde podían comprar alimentos, si no sembraban lenteja, la cuidaban y velaban tampoco habría granos de lenteja, no había un supermercado o una tienda donde se podía comprar un kilo, medio kilo o un saco de lentejas, y si no llovía, no había cosecha y tampoco había comida. Esto nos lleva a ver que este principio habla  que sólo sembrar no se puede hacer y sólo cosechar tampoco, hay un proceso en el medio que es el que debemos cuidar y poner en obra.

En los próximos días estaremos aprendiendo acerca de Sembrar y Cosechar, todo el tiempo estamos sembrando, para bien o para mal día a día ponemos semillas en nuestra vida que tarde o temprano llevarán su fruto.  Si la semilla que se siembra no es buena, tampoco el fruto de esa cosecha será bueno, si hoy sembramos ira, envidia, hacemos daño a los demás, sembramos celos, mentira o cualquier cosa que no agrada al Señor la cosecha de nuestra siembra la recibiremos y puede ser desagradable trayendo tiempos de angustia y aflicción.

Por esta razón es muy importante velar por sembrar hoy vida y bendición para que nuestras cosechas sean benditas por El Señor y aún en medio de las pruebas del día a día podamos estar firmes y en victoria porque sabemos que no son el resultado de una mala siembra en nuestra vida. Seamos sabios y velemos por lo que sembramos hoy...

ORACIÓN: Señor ponemos este tema en tus manos, queremos Señor que tu nos enseñes la importancia de sembrar cada día en nuestra vida y en la vida de los que están cerca de nosotros cosas buenas, palabras de bendición, actitudes santas y que te agraden, para que el día de mañana no tengamos que lamentar una mala cosecha. Enséñanos Señor a sembrar y a cosechar a pasar cada proceso como a ti te agrada y ser instrumentos útiles en tus manos. Amén!!

lunes, 11 de enero de 2016

FRUTO DEL ESPÍRITU: LA TEMPLANZA




“mas el fruto del espiritu es… templanza”

GALATAS 5:23

La presa de Vajont  fue construida el año 1961 bajo el Monte Toc, 100 kilómetros al norte de Venecia, Italia. Era una de las presas más altas del mundo, con 262 metros de altura. El día 9 de octubre de 1963 se produjo un gigantesco deslizamiento de bosque, tierra y roca que produjo una ola de más de 90 metros de altura, el megatsunami consecuencia del deslizamiento destruyó totalmente el pueblo de Longarone y las pequeñas villas de los alrededores matando a unas 1.450 personas. Esta es una noticia real de hace muchos años, pero nos puede hacer pensar lo importante que es tener bajo control una fuerza tan potente como el agua, ya que si esta se desborda se lleva a su paso cantidad de naturaleza, pueblos enteros y personas.

La templanza en nosotros es también una "fuerza bajo control", el control del Espíritu Santo, la templanza es el dominio propio que ejercemos sobre nuestras emociones, sentimientos, mente y voluntad, que de lo contrario al desbordarse puede provocar serios daños en los que amamos, puede destruir relaciones, matrimonios, amistades y hasta a nosotros mismos por medio de la ira, el enfado, la violencia y la falta de control.

La templanza en nosotros nos lleva a pensar que aunque hayan muchas acciones que quieran desbordar mi manera de ser y actuar el control del Espíritu Santo sobre mi vida permite que esa fuerza se controle y no se desborde y haga daño. Cuando una presa de agua está en perfectas condiciones bendice porque va soltando pequeñas cantidades, para poder dar suministro a muchos, sin embargo cuando una presa de agua se desborda arrasa con todo, destruye todo lo que está a su paso y el fin es destrucción y muerte. Nuestra vida es igual, nuestras palabras, nuestras acciones necesitan el dominio y control de Dios para que podamos bendecir con lo que tenemos a otros y nunca perder el control de nuestra fuerza y hacer daño a los que nos rodea y aún a nosotros mismos…

La templanza o dominio propio es el último en la lista de los frutos del Espíritu que menciona el libro de Gálatas 5, pero es de gran importancia poseer y cultivar este fruto en nosotros para poder tomar el control de nuestras palabras, de nuestros sentimientos y emociones, de nuestras acciones y no ser preso de ellas por medio de la falta de templanza o dominio propio en nosotros.


ORACIÓN: Señor desarrolla en nosotros la templanza que es un fruto del Espíritu Santo que necesitamos tanto en estos tiempos, autocontrol para hablar palabras sabias y de aliento, nunca para maldecir y herir, dominio propio para no hablar si no es necesario, para no reaccionar sino pensar antes de actuar, necesitamos ese equilibrio que solo viene de ti para ser justos y no inclinar nuestra balanza para hacer daño a otros o perjudicarnos nosotros mismos, enséñanos Señor a que esa fuerza interior que mora en nosotros siempre salga controlada y para bendición de muchos y nunca para destrucción. Amen!





domingo, 10 de enero de 2016

FRUTO DEL ESPIRITU: LA MANSEDUMBRE


“ Si el espíritu del príncipe se exaltare contra ti, no dejes tu lugar; porque la MANSEDUMBRE hará cesar grandes ofensas”.
Eclesiastés 10:4

La escritura nos dice “ si el espíritu del príncipe se exaltare contra ti, NO DEJES TU LUGAR…” y cuál es nuestro lugar, cuál es tu lugar como cristiano? Tomar nuestro lugar es pensar qué haría Cristo en mi lugar? Qué haría Jesús en esta situación? Qué palabras diría? Cómo respondería? Cuál sería su actitud?

Jesús fue un hombre manso y nos dijo “aprended de mi que soy manso y humilde de corazón”. La mansedumbre es en otras palabras la ausencia de altivez, ausencia de irritabilidad, ausencia de venganza. La mansedumbre es esa actitud dócil, humilde y suave ante situaciones extremas en las que humanamente  podríamos mostrar violencia, altivez o aspereza.

La mansedumbre no es algo que se recibe en un momento, ni se compra, ni se regala; la mansedumbre se aprende, es un fruto que se desarrollará en el diario vivir, Dios permitirá que vengan a nuestra vida situaciones inesperadas, inciertas y hasta confusas para que cada día podamos hacernos más como El.

La palabra de Dios dice que la mansedumbre hará cesar grandes ofensas, por medio de la mansedumbre podemos interrumpir una discusión y terminarla, podemos evitar que algo pequeño se convierta en una gran ofensa, a través de la mansedumbre cedemos el paso a la humildad y tomamos el control de la situación no a fuerza de mal sino de bien, porque pasamos por alto palabras, actitudes o situaciones dolorosas sin que estás se queden en nosotros y nos hagan daño.

Elijamos desarrollar en nosotros el fruto de la mansedumbre, que es una cualidad del carácter de Jesús en nosotros y veremos la diferencia en nuestro diario vivir y nuestro corazón estará más feliz y tranquilo.

ORACIÓN: Señor tu conoces nuestros corazones y sabes la medida de mansedumbre que cada uno de nosotros tenemos, ayúdanos Señor a no perder nuestro lugar, a no responder mal por mal, a no desesperarnos, a no reaccionar y actuar, sino controla tu nuestro ser interior para que el fruto de la mansedumbre surja en medio de un mundo lleno de personas violentas, envidiosas, agresivas, bruscas, amargadas y sin amor, enséñanos a caminar, actuar, responder y hablar como Tu lo harías, enséñanos a moldear nuestro corazón para que seamos mansos y humildes como Tu y hagamos con nuestra actitud cesar grandes ofensas. Amen!

viernes, 8 de enero de 2016

FRUTO DEL ESPIRITU... BONDAD



“ Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz, (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable al Señor.”
EFESIOS 5:8-10

Ser hostil es contrario a ser bondadoso, ser hostil es ser malvado, agresivo, peligroso, brusco, antipático y sin compasión, lo que quiere decir que ser bondadoso es tranquilo, beneficioso, amable, simpático, compasivo y misericordioso.

El fruto de la bondad es el sexto fruto en el orden que aparece en biblia, una cualidad que debe caracterizar a un verdadero cristiano, ser bondadoso. La palabra de Dios dice que el fruto de la bondad agrada a Dios, EL Señor se complace cuando sus hijos somos bondadosos hacia los demás.

La palabra bondad, viene del latín "bonitas" que está formado por "bonus" que significa BUENO y el sufijo "-tat" que cambiado al castellano es "dad" que expresa cualidad, por lo que bondad es cualidad de bueno. Esto quiere decir que la persona bondadosa tiene la cualidad de ser buena en todos los sentidos, con buenos deseos hacia el prójimo, con buenos sentimientos, con buenas palabras, buenas actitudes, buenas expresiones, cosas que no son desagradables sino que bendicen a otros.

El fruto de la bondad se cultiva en el corazón de los hombres pero se disfruta en comunión con los demás, no podemos ser compasivos solo con unos pocos o solamente con quienes amamos, ser compasivos y bondosos debemos manifestarlo aún en medio de la maldad, en medio de la hostilidad, la aspereza y la falta de amor. Allí se prueba en nosotros la verdadera bondad.

El Señor nos llama a desarrollar el fruto de la bondad en medio de un mundo hostil, no es cosa fácil pero es posible mediante el amor de Dios que ha sido derramado en nuestro corazón, seamos bondadosos, compasivos, apacibles, ayudadores de otros y hasta simpáticos, actuando así pondremos un vasito de agua de vida en medio de tanto desierto de indiferencia.

ORACIÓN: Padre, una vez más te pedimos que nos enseñes a ser como tu, cuánto amor, misericordia y compasión has tenido de nosotros y cuántas veces nos cuesta tener ese amor, esa misericordia y compasión hacia los demás, quita la hostilidad de nosotros, la agresividad, derrama de tu amor y compasión, quita la indiferencia de nuestra vida y desarrolla en nosotros ese fruto del Espíritu que tanto necesita este mundo, ayúdanos a vencer el mal que nos hagan por medio del bien, por medio del amor, por medio de ser bondadosos, te entregamos nuestro corazón y nuestro carácter para que cada día nos enseñes a ser buenos con los demás y a mostrar bondad donde quiera que vayamos. Amén!


jueves, 7 de enero de 2016

FRUTO DEL ESPIRITU... BENIGNIDAD




 "Antes sed BENIGNOS unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo."
Efesios 4:32


No existe una definición que exprese propiamente el significado de BENIGNIDAD que la Biblia nos muestra como fruto del Espíritu, se usa como dulzura, tratar a los demás con amor, cordialmente, amablemente, con tranquilidad, con alegría… pero no se debe mostrar esta actitud solo a los que amamos, porque eso sería verdaderamente fácil, este Fruto del Espíritu se muestra precisamente cuando ese cariño, dulzura, cordialidad o amabilidad lo podemos expresar a aquellos que más nos cuesta.

Ser benigno no debe confundirse con ser una persona débil, tener benignidad es tener buena voluntad, simpatía y comprensión hacia las personas, ser agradables en toda nuestra manera de ser y actuar con los demás. Las cualidades básicas de una persona benigna es el amor y la misericordia. Vivimos en una sociedad en la que la dureza, la aspereza y la brusquedad están a la orden del día por diversos motivos, personas que están teniendo un mal día, personas llenas de trabajo y problemas que reaccionan ante otras mal, sin tener ellos culpa de nada, las prisas, el estrés, son tantas las causas por las que podemos dejar de ser benignos y no mostrar un carácter en nosotros en el que los frutos del espíritu se manifiesten.

La benignidad es la quinta cualidad que un cristiano debe manifestar en sus frutos hacia los demás, no perder el control y responder de malas maneras, no perjudicar  a otros sino todo lo contrario, ser amables, agradables, cordiales, son manifestaciones de la vida de Cristo en nosotros hacia los demás. Quizás una persona viene a nosotros con muchas cargas y enfados y con una blanda y amable respuesta podemos evitar un problemas mas grande o disiparlo.

Esforcémonos cada día para que este atributo de Jesús pueda florecer en nosotros y ganemos muchos corazones para EL Señor a través una actitud de amor que sorprenda… aún sin ellos merecerlo.

ORACIÓN: Señor enséñanos a amar y a ser benignos como lo eres Tú, derrama tu dulzura en nuestro corazón para darla no solo a los que amamos sino a aquellos que nos cuesta aceptar, danos hoy una sonrisa, un gesto de amor, una blanda respuesta, una actitud de cariño que venga desde el cielo a través de nosotros para todo aquel que se acerques. Solo tu Señor puedes transformarnos de esa manera. Gracias Señor! Amén!

martes, 5 de enero de 2016

FRUTO DEL ESPIRITU: LA PAZ





“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
FILIPENSES 4:6-7


La palabra  Shalom significa, bien, salud, paz, prosperidad, completo, dichoso, victorioso, calma interior, tranquilidad. Shalom no es solamente paz o ausencia de guerra, Shalom es esa paz interior que independientemente de las circunstancias y por encima de todo entendimiento humano nos permite vivir y estar tranquilos aún en medio de la adversidad.

El fruto de la paz es el tercer fruto del Espíritu y una cualidad que caracteriza a los verdaderos hijos de Dios, un cristiano que deposita su fe y su confianza en El Señor manifiesta el fruto de la paz en cualquiera que sea la circunstancia que esté atravesando. Este fruto se cultiva a través de una relación cercana con El Señor, porque solamente descansando en El podemos vivir una verdadera paz que sobrepasa todo entendimiento que guarda nuestros corazones y pensamientos en Cristo Jesús.

La paz de Dios guarda el corazón y los pensamientos porque es allí donde nacen las emociones, los sentimientos y la voluntad, cuando tenemos el fruto de la paz en nosotros no somos presa fácil de nuestras emociones, de nuestros estados de ánimo o de lo que quisiéramos hacer realmente porque todo está guardado en El Señor y no perdemos el control.

La paz de Dios es algo inexplicable, pero es posible en medio de cualquier tormenta o cualquier adversidad, viene desde adentro, de un corazón humillado y rendido a Su perfecta voluntad, viene de un corazón que se ha entregado por completo en las manos de Dios y  de un corazón que descansa en Dios, porque está seguro que El sabe lo que hace.

ORACIÓN: Señor Jesús gracias por tu paz, esa paz que sobrepasa todo entendimiento humano, esa paz que con alegría reina en nuestro corazón, a pesar de que las circunstancias que nos rodean sigan igual o empeoren, Señor derrama tu paz en nuestro corazón guarda nuestros corazones y pensamientos en ti, que podamos disfrutar de esa paz que sobrepasa todo conocimiento o entendimiento, confiando en ti, esperando en ti. Ponemos hoy en tus manos todo aquello que nos robe la paz y te pedimos que hables a nuestros oídos esas palabras que necesitamos escuchar a cada momento: No temas, Yo estoy contigo! Amen!

lunes, 4 de enero de 2016

FRUTO DEL ESPÍRITU: EL GOZO



“no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza.”
Nehemías 8:10


La palabra GOZO, proviene del latín gaudium que significa ALEGRÍA DEL ÁNIMO, el gozo es un término usado en la palabra de Dios para mostrar alegría aún en medio de la prueba y la adversidad. Muchas veces podemos confundir la felicidad con el gozo, pero hay una gran diferencia entre las dos, la felicidad depende de las circunstancias que nos suceden, cosas que logramos alcanzar o tener, satisfacciones materiales o bien situaciones favorables que nos traen alegría; el gozo por el contrario no depende de lo que pasa a nuestro alrededor, el gozo depende de Dios.


El gozo es el segundo fruto del espíritu que debemos cultivar en nosotros y viene de una relación cercana con Dios, la única fuente de gozo y alegría para el hombre, ya que el gozo en la vida de un cristiano puede manifestarse en medio de momentos buenos y bonitos o en momentos adversos, de prueba y problemas. 


El versículo anterior dice que no nos entristecamos porque GOZO del Jehová es nuestra fuerza, esto quiere decir que si el gozo es nuestra fuerza, la falta de gozo nos vuelve débiles y vulnerables. En medio de la prueba, el dolor o la rutina del diario vivir, viene algunas veces la tristeza, la falta de esperanza y perdemos el gozo, entonces somos débiles. Cuando permitimos que en medio de todas las tormentas de la vida el gozo de Dios reine en nuestro corazón, su gozo trae fortaleza y entonces somos fuertes. Salgamos de la debilidad y seamos fuertes por medio del gozo de Dios en nosotros este día!


Permite que El Señor inunde tu corazón de gozo y renueve tus fuerzas, las cosas externas quizás sigan siendo las mismas pero en nosotros habrá un corazón diferente, transformado por el Espíritu Santo, lleno de esperanza y alegría inexplicables para cualquiera, pero totalmente comprensibles para quien tiene a Cristo en su vida y confianza. Pide hoy al Señor que te llene de gozo!!


OREMOS: Padre llena de gozo nuestro corazón, no solamente en los buenos momentos, en los momentos felices y cálidos, no solo en los tiempos de alegría, unidad, abundancia y salud, llena nuestro corazón de gozo en los momentos difíciles, en los momentos fríos y rutinarios, en los momentos de escasez y hasta en medio del dolor y la enfermedad… es posible? Si Señor!!! contigo todo todo es posible y si permanecemos en ti, lo tenemos todo, llena de gozo el corazón de todos aquellos que hoy no tengan un motivo para estar gozosos y que tu gozo sobreabunde en nuestro corazón cada día de nuestra vida, fortalécenos en ti. Amen!