"Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros."
Juan 14:16-17
Estamos viviendo un tiempo en el que nuestra sociedad está mejor comunicada que nunca, tenemos dispositivos móviles que van con nosotros a todas partes, si subimos a un medio de transporte, un tren, un metro o un autobús, es difícil encontrar una persona que vaya observando solamente el paisaje, todos van conectados a su teléfono móvil, a sus e-book (libros electrónicos), tabletas o escuchando música, sin embargo según las estadísticas una de cada tres personas se siente sola, a pesar de poder escribir y recibir mensajes y tener cientos de amigos en las redes sociales.
El problema no radica en estar solos, sino en sentirnos solos, ya que podemos estar rodeados de muchos amigos, compañeros, conocidos o familia y sentirnos las personas más solas del mundo. Nos sentimos solos porque tenemos la impresión que nadie quiere estar con nosotros, que somos personas quizás difíciles, otras veces, el rechazo, la falta de estima personal o las mismas falsas creencias nos llevan a pensar que nadie quiere estar con nosotros.
Sin embargo para todo aquel que tiene a Cristo en su vida la palabra que hoy nos habla el libro de Juan, trae una promesa de esperanza y alegría al corazón, ya que Jesús dijo que nos daría otro consolador, para que esté con nosotros siempre, que mora en nosotros y está en nosotros.
No estamos solos, El Espíritu Santo, el Espíritu de verdad mora en nosotros y está con nosotros, donde quiera que vamos, a donde quiera que estemos El está allí. Jesús envío al Consolador, el Espíritu Santo nuestro guía, nuestro compañero, nuestro consejero para que nos acompañe por el resto de nuestras vidas, para que nunca más tengamos esa sensación de sentirnos solos, abandonados o rechazados.
Te has puesto a pensar alguna vez, lo maravilloso que es sentir la dulce presencia de Su espíritu en tu vida a lo largo del día, al acostarte y al levantarte, al salir y caminar por la calle, al trabajar, al estudiar, al escribir, al cocinar, al limpiar, al conducir, al hablar y al callar, cuando sufrimos y cuando estamos gozosos, cuando estamos acompañados por otros o cuando estamos solos, El Espíritu Santo está a nuestro lado siempre.
La escritura dice que el mora en nosotros, porque habita o reside en nosotros, su lugar de residencia y permanencia es en ti y en mi, y no solamente eso el está en nosotros, para dejar Su huella en cada cosa que hacemos, que hablamos, que actuamos y que vivimos. Cuando tenemos esa conciencia en nosotros sabemos que es Su Santo Espíritu en nosotros quien nos dirige, quien nos hace hablar o nos hace callar, quien dirige nuestras decisiones, nuestras palabras, nuestra forma de ver la vida al completo.
Disfruta hoy y cada día de tu vida de la dulce presencia del Espíritu Santo, quien mora y está en ti y nunca te dejará solo por el resto de tu vida!
Gracias Jesús por enviar ese Consolador maravilloso y no estar solos, donde quiera que vamos tu Espíritu Santo estás con nosotros, tu te llevas toda soledad, toda necesidad de compañía y de afecto, porque tu nos amas y has decidido estar con nosotros siempre. Que podamos vivir cada día de nuestra vida con la plena certeza que tu está siempre con nosotros, nos aconsejas, nos diriges, nos animas, nos fortaleces y nos das nuevas fuerzas y nueva vida, gracias Espíritu Santo por no dejarnos solos, por estar conmigo para siempre!!! Amén!
