martes, 2 de octubre de 2018

TU PALABRA ALEGRA MI CORAZÓN!


La congoja en el corazón del hombre lo abate;
Mas la buena palabra lo alegra.

Proverbios 12:25

"Cuando llora el alma, no puede cantar el corazón. la congoja no le deja y se lo impide un nudo en la garganta."Anónimo Se han escrito muchas frases acerca de la congoja en el corazón o la tristeza que puede generar una pena intensa que no permite que haya alegría y felicidad en nuestra vida.  La congoja es una emoción que provoca dolor y sufrimiento, genera un ánimo triste y angustioso, al punto de llegar a perder el apetito, quitarnos el sueño y generar un malestar general de todo nuestro cuerpo.

El ánimo acongojado, no es un ánimo que siempre expresamos o exteriorizamos a los demás, generalmente lo guardamos dentro, lo llevamos callado, pero que poco a poco se va haciendo más dañino porque nos va robando lentamente el gozo, la alegría, las ganas de vivir, la esperanza y sobre todo la fe.

La congoja como dice la escritura en el libro de Proverbios "abate el corazón", lo conmociona, quita el estado de tranquilidad y crea un ambiente sombrío e incierto en el que se pierden las fuerzas y nuestro espíritu se debilita. Qué hacer con la congoja? No podemos vivir acongojados y fingir sonreír o expresar una felicidad externa cuando el ánimo interno está triste, ya que poco a poco este sentimiento irá ganando terreno en nosotros y cada día lo notaremos más y quienes están cerca de nosotros verán nuestra transformación para mal y llegaremos a contaminar con nuestra congoja a los que tenemos cerca.

Hay esperanza para el corazón que lleva el peso de la congoja en su interior, ya que las buenas palabras alegran nuestra alma. Cuáles son esas buenas palabras? Cómo podemos salir de la congoja interna? El libro escrito de todos los tiempos que guarda buenas palabras, palabras de aliento, palabras de fe y esperanza es la palabra de Dios, allí podemos encontrar la fuente inagotable de gozo y la solución para la congoja de nuestro corazón.  El problema es que muchas veces no acudimos a la palabra de Dios para alentar nuestro corazón y somos presos de otros sentimientos que nos roban la libertad que Dios quiere que tengamos.

Cómo son tus palabras? Hay buenas palabras en ti? Qué palabras das a otros? Qué palabras hablas a ti mismo? Las buenas palabras, las palabras de aliento alegrarán nuestro corazón y solamente Dios sabe lo que nuestro espíritu necesita escuchar para alegrarse.  SI hoy estamos tristes y acongojados no busquemos la palabra de personas que podrían desalentarnos o desanimarnos, busquemos en la palabra de Dios qué dice Él a nuestro corazón, recordemos que  Su palabra es viva y eficaz, su palabra levanta nuestro ánimo, al ser eficaz produce en nosotros un cambio oportuno, un cambio de tristeza a alegría, de pena a esperanza y de congoja a gozo inefable, un cambio de imposibilidad a un corazón lleno de fe.

No permitas que la congoja haga nido y habite en tu corazón, lee cada día la palabra de Dios, qué dice EL Señor de tu condición y de tu situación, la palabra de Dios tiene todas las respuestas y ejemplos vivos de esperanza en la aflicción, no dejes de leerla, recuerda que la congoja abate tu corazón, pero las buenas palabras lo alegrarán.  El Señor quiere que vivamos una vida llena de esperanza, en donde la congoja no tiene cabida, porque es Dios quien alegra nuestro corazón con Su palabra.