martes, 20 de noviembre de 2018

DIOS TIENE PLANES PARA M!I



"En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad"

Efesios 1:11

Hay algo de lo que debemos estar seguros, Dios tiene un plan y un propósito para nuestras vidas.

Hay  muchas personas viven sin rumbo, vagan sin conocer que hay un destino, un plan divino, un calendario celestial que rige nuestra vida, no podemos vivir el día a día sin un propósito, estoy aquí  porque Dios lo ha permitido y lo ha decidido y debo estar convencido que si Dios me ha dado vida es por algo y debo buscar sus propósitos en mi vida.

La palabra de Dios dice que hemos sido predestinados conforme al propósito de Dios que es quien hace todas las cosas según el designio de su voluntad, desde antes que  existiéramos ya estábamos en la mente de Dios  y el había ya diseñado un plan para la vida de cada uno de nosotros.

Es maravilloso pensar que Dios ha pensado en mi, ha trazado un plan para mi vida, nada le es oculto y lo que yo tengo que hacer el buscarle de sincero corazón y estar en el centro de Su voluntad perfecta para que esos planes puedan cumplirse.  

Vivir con la convicción que tengo un propósito y  que hay un plan divino para mi vida, me ayudará a no perderme en el camino y abandonar la fe,  yendo detrás de otras oportunidades o situaciones que aparentemente pueden ser buenas, pero que me alejan del plan que Dios tiene para mi. 

 Cuando vivo convencido que he sido creado con un propósito, todo cobra sentido y llenará nuestro corazón de esperanza.

 Señor gracias porque tu tienes planes para  vida, planes de bien y no de mal, tu que has hecho todas las cosas también me has creado por tu buena y perfecta voluntad, quiero entregar mi diario vivir y mi voluntad para que nada pueda apartarme de ti y hacer lo contrario a tus planes perfectos. Señor que día a día pueda descubrir todo lo que tu tienes para mi y pueda con los ojos de la fe ver tu amor sobre mi vida desde antes hasta la eternidad. Amén!