miércoles, 21 de febrero de 2018

ACTITUD: RESPUESTA AMABLE


“La respuesta amable calma la ira;
 la respuesta grosera aumenta el enojo.” 
Proverbios 15:1

Existe una frase que dice: "Para pelear y discutir se necesitan dos personas", es una gran verdad ya que si una de las dos partes discute, se enfada, se comporta de manera grosera o áspera el enojo puede crecer, pero si la otra parte brinda una respuesta tranquila, amable y templada se convierte en un balde de agua fría sobre el fuego que se había encendido.

Cuál es nuestra actitud? Es difícil responder amablemente cuando estamos enojados, pero ser amable es la llave para poder autogobernar nuestro enojo y aplacar el enojo en otros. 

Hay otra versión de la escritura que dice "La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor", las respuestas blandas o amables aplacan o hacen menguar un corazón lleno de ira y enojo, cuando estamos enfadados queremos responder de la misma manera que nos han ofendido, sin embargo si respondemos blanda o amablemente tomaremos nosotros el control, no solo de nosotros mismos sino también de la situación y no se irán las cosas de nuestras manos. 

Cuando somos ásperos, groseros y con actitudes airosas hacemos crecer el enojo en los demás, cuando alguien es grosero o áspero con nosotros, pidamos al Señor autocontrol, pensemos antes de responder, frenemos nuestra lengua, contemos hasta 10, 20, 100 o lo que haga falta,  pero no dejemos que la actitud de enojo de otra persona nos haga perder el control y nos lleven a su terreno respondiendo de una manera más fuerte y sin sabiduría.

No permitas que la ira o el enojo te controlen a ti, elije tomar tu el control de la situación respondiendo amablemente. Recordemos que aunque el enojo parezca para nosotros  un camino derecho su fin puede ser de muerte, quizás no muerte física pero si puede ser una relación rota, un corazón herido, un día lleno de malestar e incomodidad. Elijamos el camino de vida, un corazón tranquilo, apacible, amable, lleno del Señor.



 Señor pedimos que tu Espíritu Santo tome el control de nuestro carácter y nos enseñe a responder amablemente, blandamente aún a personas que sean ásperas con nosotros, que podamos Señor tomar el control de la situación y no que el enojo tome el control de nuestras acciones. Cambia nuestra actitud Señor y transforma nuestro carácter, danos la actitud correcta. Amen!