martes, 7 de noviembre de 2017

QUE VEAN TU GLORIA


"Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo."
Juan 17:24

Hace varios años escuché una frase que impactó mi vida "Dios tiene hijos, no tiene nietos", lo cual es una gran verdad, porque aunque nosotros como padres hemos tenido un encuentro personal con El Señor, creamos en Él y le sirvamos, debemos saber que nuestros hijos deben tener su propia experiencia con Dios, conocerle, aceptarle como Su Señor y Su Salvador para tener salvación y vida eterna, por eso es tan importante orar por ellos cada día. 

Cuando Jesús ora por sus discípulos lo hace con tanto amor, como el de un padre que se preocupa por sus hijos, que no quiere irse de este mundo sin haberlos entregado al Padre del cielo y haber pedido con todo su corazón que donde esté Él estemos nosotros, que nosotros estemos allí donde él va y que veamos Su gloria, esa gloria maravillosa y bendita, en toda Su majestad y grandeza.

Ese debe ser otro deseo de nuestro corazón cuando oramos por nuestros hijos, que vean la gloria de Dios, esto  implica primero que nada fe, ya que dice la escritura en Juan 11:40 "¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?", así que ver la gloria de Dios es llenarse de fe, si creemos veremos Su gloria no solo en la eternidad, sino la veremos cada día de nuestras vidas, en cada situación que vivimos, en cada lugar que pisan nuestros pies, en cada momento de adversidad o de gloria, en cada día de sol o de lluvia, si creemos, veremos la gloria de Dios, su poder manifestándose en nosotros, librándonos, ayudándonos, venciendo toda batalla, es maravilloso ver cada día de nuestras vidas la gloria de Dios en todo lo que hacemos.

Y ese debe ser nuestro mayor anhelo que nuestros hijos VEAN SU GLORIA, que vean a Jesús en todo lo que hacen, que no vivan una vida vana, llena de mundanalidad y vacía sin Cristo, que vean la gloria de Dios en sus estudios, en sus trabajos, el respaldo del Señor en todo lo que hacen y un día cuando ya no estemos aquí que nuestros hijos puedan estar juntamente con nosotros en la presencia de Dios, disfrutando de Su grandeza y viendo Su gloria infinita!!

Señor que mis hijos vean tu gloria, que crean en ti, para ver cada día tu mano obrando a favor de ellos en cada situación, en cada detalle, en cada momento del día, llénalos de fe para creer en ti y que sean testigos de tu gloria y de Tu poder sobre sus vidas, que ellos puedan disfrutar de tu presencia en la eternidad, pero que desde aquí puedan empezar a ver la gloria de Dios, poderosa, grande, fuerte y maravillosa, Señor que tu promesa se cumpla en nosotros y que veamos Tu gloria en todo momento, en todo lugar y en cada cosa que hacemos y hacen nuestros hijos. En el nombre de Jesús, Amén!