viernes, 8 de enero de 2016

FRUTO DEL ESPIRITU... BONDAD



“ Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz, (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable al Señor.”
EFESIOS 5:8-10

Ser hostil es contrario a ser bondadoso, ser hostil es ser malvado, agresivo, peligroso, brusco, antipático y sin compasión, lo que quiere decir que ser bondadoso es tranquilo, beneficioso, amable, simpático, compasivo y misericordioso.

El fruto de la bondad es el sexto fruto en el orden que aparece en biblia, una cualidad que debe caracterizar a un verdadero cristiano, ser bondadoso. La palabra de Dios dice que el fruto de la bondad agrada a Dios, EL Señor se complace cuando sus hijos somos bondadosos hacia los demás.

La palabra bondad, viene del latín "bonitas" que está formado por "bonus" que significa BUENO y el sufijo "-tat" que cambiado al castellano es "dad" que expresa cualidad, por lo que bondad es cualidad de bueno. Esto quiere decir que la persona bondadosa tiene la cualidad de ser buena en todos los sentidos, con buenos deseos hacia el prójimo, con buenos sentimientos, con buenas palabras, buenas actitudes, buenas expresiones, cosas que no son desagradables sino que bendicen a otros.

El fruto de la bondad se cultiva en el corazón de los hombres pero se disfruta en comunión con los demás, no podemos ser compasivos solo con unos pocos o solamente con quienes amamos, ser compasivos y bondosos debemos manifestarlo aún en medio de la maldad, en medio de la hostilidad, la aspereza y la falta de amor. Allí se prueba en nosotros la verdadera bondad.

El Señor nos llama a desarrollar el fruto de la bondad en medio de un mundo hostil, no es cosa fácil pero es posible mediante el amor de Dios que ha sido derramado en nuestro corazón, seamos bondadosos, compasivos, apacibles, ayudadores de otros y hasta simpáticos, actuando así pondremos un vasito de agua de vida en medio de tanto desierto de indiferencia.

ORACIÓN: Padre, una vez más te pedimos que nos enseñes a ser como tu, cuánto amor, misericordia y compasión has tenido de nosotros y cuántas veces nos cuesta tener ese amor, esa misericordia y compasión hacia los demás, quita la hostilidad de nosotros, la agresividad, derrama de tu amor y compasión, quita la indiferencia de nuestra vida y desarrolla en nosotros ese fruto del Espíritu que tanto necesita este mundo, ayúdanos a vencer el mal que nos hagan por medio del bien, por medio del amor, por medio de ser bondadosos, te entregamos nuestro corazón y nuestro carácter para que cada día nos enseñes a ser buenos con los demás y a mostrar bondad donde quiera que vayamos. Amén!