lunes, 25 de septiembre de 2017

PERMANECERÉ EN TI EN LA ANGUSTIA




PERMANECERÉ EN TI EN LA ANGUSTIA

Cada día escuchamos noticias por la televisión, la radio, las redes sociales y cada vez son más desalentadoras, violencia, fenómenos naturales, hambre, destrucción, pleitos, desacuerdos y tantas cosas que se convierten en la información de cada día, así mismo cuando hablamos con diversas personas nos damos cuenta que cada una lleva una aflicción en su corazón, un peso que quizás no demuestra, pero que está allí latente, tantas cosas que afligen el corazón y nos llenan de angustia.

Es bíblico que en los postreros días habrán este tipo de noticias y está cantidad de informaciones desalentadoras, pero también la palabra de Dios dice en el libro de Proverbios 12:7 "Dios trastornará a los impíos, y no serán más; pero la casa de los justos permanecerá firme."


Y es que en los tiempos de angustia es difícil permanecer firme, ya que la adversidad se convierte en un gigante difícil de derribar, nos sentimos impotentes y con deseos de huir o caer ante la situación que nos toca vivir.  


Viendo las noticias tan trágicas del Terremoto que acaban de sufrir en México, miraba imágenes de edificios fuertes, de grandes estructuras y cómo se tambaleaban como si fueran hechos de cartón y algunos después de esa fuerte sacudida cayeron ante la mirada atónita de las personas que estaban cerca y otros permanecieron firmes, a pesar de lo fuerte del terremoto que se vivió.

Y estas imágenes me hicieron reflexionar en lo que significa permanecer, los edificios que cayeron no solamente fueron estructuras físicas destruidas, sino también provocaron la muerte y el daño de muchas personas, viviendas enteras destruidas donde no se puede recuperar nada. Así mismo es, cuando somos débiles y no permanecemos aferrados a la roca que es el Señor, no solamente caemos nosotros, sino también hay destrucción para quienes están cerca, dolor y quebranto para nosotros mismos y para los que nos aman.

Por eso es tan importante permanecer cerca del Señor, no es una opción, es una necesidad la que debe imperar en nuestros corazones, para buscarle a Él cada día, para permanecer tomados de Su mano y sin soltarnos.

Cuando llega el tiempo de la aflicción o angustia nuestro corazón tiende a tambalearse, pero si ha habido una permanencia en El Señor constante, nuestra comunión con Él es continua y Su palabra está en medio de nuestros corazones, los vientos o lo que venga a hacernos caer, va a encontrar dificultad para tumbarnos porque estamos fuertes en El Señor.

Para permanecer firmes en medio de la angustia hay una escritura preciosa que aparece en el libro de 2 Corintios 4:8-10 que dice "que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos".

Y hoy quisiera recordar estas 4 promesas que Dios nos da para permanecer firmes en medio de la angustia porque a través de nuestra actitud se manifestará la vida de Cristo en nosotros.

1. ATRIBULADOS SI, ANGUSTIADOS NO!  No es lo mismo la tribulación que la angustia, ya que según el diccionario la tribulación, son tiempos de preocupación, sufrimiento, pena, tristezas, aflicción, desconsuelo y dolor, todo esto lo podemos vivir día a día, los sinsabores de la vida van a llegar a nosotros inevitablemente, pero la angustia es diferente.  La angustia es un estado que afecta nuestra mente, es una tensión continua que se acumula en nuestro corazón y no se descarga. Según estudios médicos la angustia puede provocar reacciones físicas como falta de aire, ansiedad, desasosiego, temblores y hasta taquicardia.  Ya que la angustia se desarrolla generalmente en nuestra mente, nos paraliza y nos puede llegar a hacer pensar que algo es real cuando quizás es solo  una suposición.

Notemos que la escritura dice que estamos atribulados en todo, más no angustiados, no podemos evitar estar atribulados, porque estamos y somos parte de este mundo, la tribulación es parte de la vida, pero estar atribulado no es estar angustiado, podemos tener tribulación, pero no angustia, no estar fuera de nuestro lugar, nunca con derrota, frustración y abandono, porque creemos la palabra del Señor que  dice que en el mundo tendremos aflicción pero que confiemos porque nuestro Señor ha vencido al mundo.

2. EN APUROS SI, DESESPERADOS NO!  La escritura del libro de 2 Corintios 4 sigue diciendo que podemos estar en apuros más, no desesperados,  podemos estar en apuros, en aprietos, viviendo conflictos, con escasez, viviendo momentos en los que no sabemos qué hacer para enfrentar ciertas situaciones, pero no desesperados, ya que la desesperación es eso mismo, la pérdida total de la esperanza, cuando nos desesperamos perdemos la fe, la paciencia, la tranquilidad y el ánimo, nos embarga la impotencia y no encontramos una razón para seguir adelante. 

Ser un hijo de Dios no nos inmuniza de estar en apuros pasando momentos difíciles, pero sin desesperarnos, porque nuestra esperanza está puesta en Señor que hizo el cielo y la tierra, no podemos perder la esperanza, desesperándonos y dándolo todo por perdido. Así que estaremos en apuros, pero nunca desesperados.

3. PERSEGUIDOS SI, DESAMPARADOS NO! Perseguidos y desamparados, son dos palabras con significados también diferentes, ya que aunque podamos sufrir persecución y aún ser buscados para hacernos daño, Dios nunca nos dejará sin su resguardo y Su protección. Una persona perseguida, es alguien que va huyendo de algo o de alguien, en la vida no siempre estamos corriendo y huyendo de alguien en forma natural, pero si podemos sentirnos perseguidos por las constantes luchas, problemas y aflicciones que vivimos cada día, tenemos un enemigo, nuestro adversario el diablo que anda buscando a quien devorar, también podemos vivir persecución a través de personas que nos molestan, que nos quieren hacer sentir mal o nos buscan para lastimarnos de una u otra forma.
La palabra de Dios dice que podemos ser perseguidos, que podemos sentir el acecho del enemigo o de personas que quieren hacernos sentir mal, menospreciados, oprimidos, agobiados y que nos rechazan, pero allí está nuestro Dios que nunca nos desamparará, así que aunque podemos ser perseguidos, nunca estaremos desamparados.

4. DERRIBADOS SI, DESTRUIDOS NO! Los vientos que soplan algunas veces sobre nuestra vida pueden derribarnos, hacernos caer, pero, aunque caigamos y seamos derribados no seremos destruidos, ya que El Señor nunca permitirá que seamos destruidos, la destrucción no forma parte del plan  de Dios para nosotros. Sin embargo el enemigo si quiere destruirnos, como lo dice en el libro de Juan 10:10 "el ladrón no viene  sino a robar, matar y destruir.  Por eso quienes confían en El Señor pueden ser derribados, pero no destruidos. 

La palabra de Dios nos dice muchas promesas como por ejemplo que 7 veces cae el justo y vuelve a levantarse, también dice que El Señor nos levanta de la muerte y en el Salmo 20:8 dice " Ellos flaquean y caen, más nosotros nos levantamos y estamos en pie".

Así que permanecer en El Señor en medio de la angustia, no solo nos mantiene firmes sino que recordemos que aunque estemos atribulados, no estaremos angustiados. Aunque estemos en apuros, no estaremos desesperados. Aunque seamos perseguidos, nunca estaremos desamparados y aunque nos hagan caer y seamos derribados, jamás seremos destruidos. Vale la pena permanecer firme cerca del Señor en medio de la aflicción!