jueves, 15 de noviembre de 2018

MAS COMO TU!

No romperá la caña que ya está quebrada,
ni va a apagar la mecha que apenas está encendida.
Él sí hará justicia.
Isaías 42:3


Hace unos días leí esta impresionante frase "Los Cristianos somos el único ejercito que abandona a sus soldados heridos y no solo los abandona sino que se ocupa que queden bien muertos." Jack Fleming Tristemente esta frase tan corta está llena de un gran significado, ya que Jesús nos enseñó a amar y vivir con compasión por los demás y nunca para mortificar, señalar y hundir a quienes están tratando de levantarse y volver a brillar. 

La escritura del libro de Isaias 42 habla proféticamente acerca de la llegada del mesías, cómo sería el enviado de Dios para salvar a este mundo y una de sus actitudes sería que no iba a romper la caña que ya estaba quebrada o cascada, y tampoco iba a pagar el pábilo o mecha que apenas estaba encendida. Qué significa esto? El Señor vino a esta tierra a bendecir, a dar amor, amable, paciente, bondadoso, amoroso, a ser servidor y no a ser servido, vino a ser justo, vino a entregarse a sí mismo, vino a enseñar, a traer sanidad, y a mostrar el camino hacia el Padre, vino a darnos Su vida para salvar la nuestra, movido por su inmenso amor y por su infinita compasión hacia nosotros, sin merecerlo, pero no iba ser enviado para destruir o condenar, el venía restaurar y a traer salvación.

A nuestro alrededor pueden haber muchas cañas quebradas o pábilos humeantes que todavía no se han apagado, personas que necesitan amor y compasión para levantarse, quizás nosotros mismos somos en tiempos de la vida cañas quebradas por tantas pruebas y adversidades que hemos vivido o somos pábilos que humean, mechas de una vela que una vez estuvo encendida, pero que todavía vive y aún no se ha apagado del todo.

Jesús pide de nosotros como sus hijos ser personas que reflejen el amor de Dios para cuidar, restaurar, vendar las heridas, sanar, levantar y avivar ese fuego que está todavía sin apagarse, no seamos del grupo que rechaza, desecha, desprecia y señala, seamos como Jesús, llenos de compasión, anhelando restaurar, edificar, levantar y dejémonos usar por El para que otros vuelvan a brillar. 

El mundo está lleno de quebradores de cañas y de apagadores de mechas mínimamente encendidas, pero nosotros hemos sido llamados para restaurar, bendecir y luchar con compasión por aquellos que no están bien, porque ese es el sentir del corazón de nuestro Padre, El no quiere que ninguno se pierda, el nos da una y otra y otra oportunidad por Su gran amor y misericordia, entonces por qué nosotros actuamos tan injustamente y sin compasión? Por qué no cuidamos del herido, del que se ha caído o del que está triste y se ha apagado?

Pidamos al Señor compasión para vendar las heridas del que se ha golpeado, para velar por los que necesitan de nuestro consuelo y para ayudar a encender la llama en los corazones que aún no se han apagado.

Señor danos tu gracia y tu amor para que la compasión reine en nuestro corazón y cuidemos del herido, del cansado, del que sufre, del que padece injusticia, quita la indolencia de nuestro corazón, el juicio y la condenación, ayúdanos a ser como tu y mirar a otros con ojos de amor  como tu nos ves, amén!