domingo, 17 de enero de 2016

CUIDAR NUESTRA SIEMBRA DE LAS ZORRAS PEQUEÑAS



“Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas que echan a perder las viñas; porque nuestras viñas están en cierne”. (Cantares 2:15) 

Esta es otra forma de cuidar aquello que hemos sembrado, el ejemplo de las zorras es muy interesante porque las zorras son animales muy pequeños, muy astutos y escurridizos, pesan poco y pueden subir hasta lo mas alto de la viña y una viña en cierne es una viña que esta floreciendo, si la zorra logra quebrar esa rama con flores, automáticamente se pierden los frutos, que posteriormente se convertirán en uvas, pero no llegan a formarse. Las zorras grandes se comen el fruto, pero las zorras pequeñas también porque no tienen la altura para alcanzar el fruto, se estiran y apoyan y terminan rompiendo toda  la rama, al romper la rama se pierde la vid al completo y es necesario restaurar los viñedos porque las ramas se han venido al suelo. El peligro más grande de las zorras pequeñas es su tamaño ya que son casi como pequeños cachorritos, que apenas se notan, caben por cualquier agujero, no  se perciben y cuando se hacen notar es porque ya han hecho mucho daño y hasta puede ser irreparable.


Las zorras pequeñas llegan a nuestra vida cuando estamos floreciendo, cuando estamos más felices, cuando reina la paz, el amor y el gozo, pero poco a poco van apareciendo para robarnos y destruir nuestros tiempos de florecer,  son esos pequeños detalles a los que restamos importancia, esas cosas que pensamos que no importan, que son insignificantes, pero si las dejamos actuar pueden destruir una gran cosecha por ejemplo: la falta de oración un día y otro y otro, dejamos de leer la palabra, no es algo instantáneo, sólo pensamos, mañana lo haré y poco a poco dejamos de leer la palabra de Dios. También zorras pequeñas son los pequeños rencores que vamos guardando en el corazón, discusiones sin resolver, nos quedamos con un dolor en el corazón, quizás no tan grande, pero sino hay sanidad, cada vez que nos ofendan nos dolerá más, la herida se hará mucho más grande, hasta que no podamos resistir y nos destruya. En nuestro diario vivir las zorras pequeñas pueden ser la impuntualidad, una palabra fuera del lugar, escuchar música que no edifica, meter en nuestro corazón un poquito del mundo, al final se convierte en lo que dice la escritura en 1 Corintios 5:6 "un poco de levadura, leuda toda la masa", un poco de mundanalidad nos roba nuestra santidad. Las zorras pequeñas pueden destruir nuestra relación con Dios, nuestros matrimonios, nuestros trabajos, nuestras propias familias.

Si hemos comenzado una vida al lado de una persona y tenemos un matrimonio, debemos cuidar nuestra siembra diariamente de esas pequeñas zorras que pueden llegar a destruir nuestra unidad y nuestras propias vidas, nuestros hijos son siembras que Dios nos ha dado para cuidar y proteger, las pequeñas zorras pueden ser la falta de tiempo hacia ellos, la falta de límites en sus rutinas diarias, no hablar la palabra con ellos, la oración constante por sus vidas.

Las cosas pequeñas que destruyen nuestra vida no pasan de un día para otro, se van dando con el día a día, un día y otro, hasta que la destrucción es notable e irreversible.

Cuidemos nuestras siembras de esos detalles tan insignificantes pero tan destructores, seamos sabios.

ORACIÓN: Señor Jesús, te pedimos sabiduría y discernimiento para ver cuáles son las zorras pequeñas que han entrado o quieren entrar a nuestra vida para destruirla, que podamos ser sabios, que estemos atentos y velando porque nada ni nadie robe la paz, el gozo, la fe, la unidad y el amor que tu nos das en nuestros matrimonios, en nuestras familias, con nuestros hijos, en nuestros trabajos y en todo lo que hacemos, muéstranos con claridad esas zorras pequeñas para que nuestra vida pueda llevar mucho fruto y no seamos engañados pensando que todo va bien y sea demasiado tarde para actuar. Alumbra nuestros ojos y nuestro corazón para hacer lo correcto cada día y velar por nuestras siembras. Amén!