domingo, 10 de abril de 2016

5 COSAS QUE PIDE DIOS DE TI...




 "Ahora, pues, Israel, ¿qué pide El Señor tu Dios de ti, 
sino que temas a Jehová tu Dios,
 que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios
 con todo tu corazón y con toda tu alma;
 que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, 
que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad" 
Deuteronomio 10:12-13



Qué consuelo más grande tener a Dios en nuestras vidas, sabemos que podemos ir a El y pedirle consuelo, paz, dirección, solución a problemas, podemos pedir su provisión, su protección, etc. etc. sin embargo, pocas veces algunos de nosotros nos detenemos a pensar ¿qué pide El Señor de nosotros? En una relación siempre deben haber dos caminos, uno que da y otro que recibe y viceversa. Si es un amigo damos nuestro cariño, atención y cuidado y esperamos que esa persona tan querida sea parecida a nosotros o por lo menos que algún día recibamos algún detalle de él. En un matrimonio también el dar y recibir debe ser una acción mutua.  Y en nuestra relación con Jesús debe haber esa disposición en nuestro corazón no solo de pedir y recibir, sino también de interesarnos cada cierto tiempo y recordar ¿qué pide Dios de mi?

La palabra pedir según el diccionario significa: "Decir [una persona] a otra lo que espera o desea que esta dé o haga, con la intención de que realmente lo dé o lo haga." 


Hay cosas que Dios nos dice o nos pide y espera o desea que nosotros en verdad las demos o las hagamos.

Hoy hablaremos de 5 cosas que la palabra dice  en  la Biblia que DIOS PIDE DE NOSOTROS:

1. Temer a Dios: Tener temor no es tener terror, temer a Dios es saber que hay un Dios omnipresente, omnipotente y omnisciente que nos ama, que nos cuida, que nos ve a cada instante de nuestra vida y a quién honramos con todo lo que decimos, pensamos y hacemos. Temer a Dios es temer a ofenderle, nos ayuda a entender que todo es por El y para El, nos aparta del mal y lo más importante es el principio de la sabiduría en nuestra vida. 



2. Andar en sus caminos: La Biblia nos habla muchas veces de los caminos de Dios, los caminos de Dios son rectos, son angostos, son santos, son justos y más altos que nuestros caminos. Andar en los caminos de Dios no es la opción más fácil pero si la correcta, andar en sus caminos nos llevará a amarle más cada día, nos apartará de desviarnos y de ir tras nuestros deseos, nos librará de caminar por caminos oscuros y de maldad, andar en sus caminos nos llevará a seguir sus pisadas y a ser cada día un poco más como El.



3. Amarle: Otra cosa que El Señor pide de nosotros es nuestro amor, el amar no es un sentimiento, es decidir amar a Dios sobre todas las cosas, TODAS, amar es entregar nuestra vida con libre voluntad a El, amar implica con todo nuestra mente, con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con todas nuestras fuerzas. Amarle a  El por sobre mi mismo, sobre mi familia,  mis posesiones,  sobre todo, porque todo me lo ha dado El. Entregar amor debe ser un acto voluntario hacia un Dios infinitamente maravilloso que siendo tan grande y tan poderoso nos amo primero que nosotros a El.



4. Servirle: La palabra de Dios dice en Efesios 2:10 que "fuimos creados en Cristo Jesús para buenas obras" el propósito de nuestra vida es servirle a El y servir a quienes nos rodean. Servir al Señor con todo el corazón y con todo el alma como dice la escritura es poner nuestra mente, emociones, sentimientos y voluntad a su entero servicio sin reservas y sin esperar grandes recompensas, el Señor nos pide que le sirvamos, no solo que recibamos bendición tras bendición, no solo que nos equipemos y guardemos para nosotros, sino que demos a los demás y mostremos Su amor a través de nuestro servicio.


5. Guardar sus mandamientos: Mandamiento es una orden dada por un superior para que sea obedecida, observada y ejecutada, según dice el diccionario. El guardar los mandamientos de Dios es obedecer Su palabra y atesorarla en nuestro corazón, obedecer es hacer Su voluntad y esforzarnos por permanecer en ella. Observar su palabra no es solo leerla sino meditarla, aprender de ella y escudriñarla.  Y por último  ejecutar su palabra es vivirla  y aplicarla en nuestro día a día, hacerla vida en nosotros y caminar de acuerdo a lo que ella dice.  El Señor pide que guardemos sus mandamientos porque son vida eterna para nuestra alma.


El Señor nos lo ha dado todo, por El somos y nos movemos, 
esforcémonos cada día por hacer lo que Dios pide de nosotros.