sábado, 29 de diciembre de 2018

DÍA 10: VOY A TI JESÚS!


"Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar."
Mateo 11:28


Estamos terminando un año más de nuestras vidas y estamos a las puertas un nuevo año que Dios pone ante nosotros con la oportunidad de vivir, de hacer y de alcanzar tantas cosas que hay en nuestros corazones.


Cuando un año inicia estamos llenos de proyectos, ilusiones, buenos deseos, propósitos y promesas, pero conforme van transcurriendo los meses vamos dejando en el camino muchas cosas, quizás porque las hemos logrado, otras que no hemos podido alcanzar, otras que se han frustrado en el camino y otras que vemos casi imposible lograr.

Para algunos este año ha sido un año próspero y muy productivo, pero para otros este año que termina ha sido un año de valles y montañas, valles profundos de dificultad, valles de humillación, valles de sombras, valles de incertidumbre y de impotencia. Para otros ha sido un año lleno de montañas, siempre subiendo, siempre difícil, siempre cuesta arriba y haciendo el máximo esfuerzo en todo. Llegando a este punto quizás estamos como dice la escritura, trabajados y cargados.

Te has sentido trabajado y cargado? Cuando estamos trabajados estamos cansados y desgastados, en términos actuales,  estamos estresados, con nuestras fuerzas al límite y con pocos ánimos para continuar resistiendo. Al final de un año podemos estar también cargados, nos sentimos pesados, saturados, con pocas fuerzas para seguir adelante. 

Todos alguna vez nos hemos sentido trabajados y cargados, es allí, en ese punto de nuestra condición cuando El Señor nos dice VENID A MI!!

Venir al Señor quienes nos sentimos trabajados y cargados, es llegar ante un Padre bueno que nos comprende, que siente cada cosa que vivimos y que nos abraza, primeramente para hacernos sentir que aunque estemos cansados no estamos solos, también venir a El es traer toda esa carga pesada que llevamos sobre nuestros hombros, en mente y que satura nuestros pensamientos y nos hace sentir impotentes porque no sabemos qué hacer con tanto peso.  Venir al Señor es entregarlo todo y dejar que El nos haga descansar.

Pero cómo encontraremos ese descanso? Aprendiendo de Él dice el siguiente versículo, que es manso y humilde de corazón, entonces hallaremos descanso para nuestras almas. La humildad y la mansedumbre descargan el corazón de la competencia, de los juicios de otros hacia nosotros, descargan nuestra alma de la angustia de llegar a metas y límites que otros o nosotros mismos nos hemos puesto. 

Muchas veces nos cansamos y cargamos porque queremos siempre tener nuestra cabeza en alto, porque no queremos humillarnos y ser como Jesús, aceptando Su voluntad y haciéndola en nuestra vida, nos cansamos porque queremos sobresalir, tener la razón, no nos gusta padecer y sufrir por ninguna causa y nos desgastamos tratando de luchar en nuestras propias fuerzas.

Por eso ser manso y humilde nos pone en otra posición, nos pone a la altura nada más y nada menos que de Jesús, que se humilló hasta lo sumo, que se despojó de sí mismo y que hoy después de tanto sacrificio, reina y está a la derecha del Padre, a su tiempo Dios le exaltó a lo sumo y lo hará con nosotros si aprendemos a ser humildes como Jesús lo fue.

Venid a mi dice El Señor hoy, si estás trabajado y cargado de este año que termina, ve a Jesús, entrega esa carga, humilla tu corazón, alma, mente y todo tu ser ante El, hallarás ese descanso que tu alma necesita y comenzarás un año nuevo diferente y fortalecido en Sus fuerzas, que descanso venir a Jesús hoy y humillarnos bajo Su poderosa mano de amor!

Toma un tiempo ahora para hablar con Jesús y dile todas aquellas cosas por las que te sientes trabajado y cargado, derrama tu corazón ante El y renuncia a ir en tus propias fuerzas. Decidamos aprender a ser mansos y humildes como El. Jesús quiere hacernos descansar hoy en Su amor y en Su poder, no dejes pasar este momento.
Señor venimos a ti con nuestras cargas, trabajados y cansados de todo este año, gracias por todo lo que nos has dado y gracias por todo lo que harás en este próximo año, gracias por los sinsabores y por las cosas que nos han dado alegría, venimos a ti Señor porque a quién iremos si sólo tu tienes palabra de vida eterna, gracias por tener el consuelo de tu amor en nuestras vidas, venimos a ti porque tu eres todo para nosotros!
Te ponemos en tus manos Señor el mes de octubre 2019, has tu voluntad en este mes y glorifícate en nuestras vidas. Amén!