sábado, 27 de octubre de 2018

MI CORAZÓN CONFIADO EN TI!!

No tendrá temor de malas noticias; Su corazón está firme, 
confiado en Jehová.
Salmo 112:7

Durante siglos hemos edificado, existen edificios firmes y antiguos, el edificio más antiguo del mundo data del año 4,850 antes de Cristo y está ubicado en Francia, es el cairn de Barnenez, tiene piedras utilizadas con un peso de entre 12 y 14 toneladas y es notorio que su edificación fue perfectamente cimentada porque a pesar del paso de los años allí continúa firme y de pie viendo el paso de los siglos.

No solamente un edificio puede estar firme, ya que un corazón también puede estar firme, inconmovible, sin doblarse, sin quebrarse, sin tambalearse, ni derrumbarse, la única forma de lograr un corazón así, es tener un corazón confiado en Jehová.


El corazón confiado en Jehová como primera cosa no tendrá temor de malas noticias. Qué difícil resulta mantenerse firme ante las dificultades que debemos enfrentar cada día, si vemos los noticieros en la televisión y las redes sociales, las noticias no son buenas, si miramos a nuestro alrededor hay tantas cosas que suceden inexplicables y que no podemos solucionar. Y si vemos nuestras propias vidas cada uno lleva una carga, más grande o menos pesada, pero cada uno enfrenta sus propias batallas y dificultades, con el único deseo que las cosas mejoren y que no vengan malas noticias que impacten nuestro corazón.

La desconfianza nos lleva al temor y el temor a la duda y la incertidumbre con muchas preguntas ¿y qué pasará? ¿Cuál  será la nueva batalla que tengo que enfrentar? ¿Y si pierdo lo que tengo? ¿Y si no alcanzo lo que sueño? ¿Y si enfermo? ¿Y si pierdo un ser querido? ¿Y si fracaso? ¿Y si me quedo solo? ¿Y si soy engañado o traicionado? ¿Y si muero? Cuántos temores de malas noticias pueden anidar en nuestro corazón, pero la única forma de mantenerse firme y no tambalear es tener un corazón confiado en Dios.

Un corazón confiado es un corazón que cree que Dios será capaz de actuar de una forma perfecta en cualquier situación que enfrentemos. La confianza es una certeza sobre la conducta futura del otro, por eso cuando confiamos en El Señor estamos seguros que sea cual fuere la situación El hará lo mejor por nosotros. Cuando confiamos en Dios tenemos seguridad en Él y la incertidumbre queda fuera de nuestro corazón. La conducta futura de Dios siempre será Su amor cubriendo nuestras vidas y alentandonos a seguir adelante. 

Un corazón confiado en Dios también es un corazón que tiene relación con Él, no se puede confiar en alguien con quien nunca hablamos, a quien no conocemos, alguien lejano y apartado de nosotros. La confianza en El Señor nace de nuestra comunión con El, la seguridad en Dios es fruto del tiempo que pasamos en Su presencia. No necesitamos pasar horas y horas encerrados en una habitación orando, se trata de una relación personal a toda hora en todo momento, sintiendo su amor, su abrazo, su presencia, su paz, su intervención en cada paso que damos, eso es una relación cercana y de allí el único fruto que puede nacer es un corazón firme y confiado en Jehovà.

Pidamos al Señor un corazón firme y confiado en El, pero demos nosotros los primeros pasos para lograrlo, una relación cercana a Jesús donde El esté presente en todo y sea el centro de nuestra vida.

No tengas temor de malas noticias, quita la sospecha de tu vida y se libre del temor!

Jesús yo confío en ti, afirma mi corazón en tu amor, que mi relación contigo sea más fuerte que mis dudas y mi incredulidad, que mi confianza en ti rompa todo temor al futuro, temor a malas noticias, temor a cosas malas e inesperadas. Quiero estar cerca de ti cada día, para que los gigantes que quieren levantarse para infundirme temor y miedo sean vencidos y destruidos. Yo quiero vivir confiado en Ti en que tu actuarás de manera perfecta en mi vida y en todo lo que soy, nada me hará caer y estaré firme, sin temor de malas noticias porque mi corazón está confiado en ti, mi Dios, mi Señor, mi Salvador! Amén!