"Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón,
y con toda tu alma, y con toda tu mente y
y con toda tu alma, y con toda tu mente y
con todas tus fuerzas.
Este es el principal mandamiento."
Marcos 12:30
Tu amor por Dios es inquebrantable???
Algo inquebrantable es algo que no puede romperse por su firmeza, por la solidez que posee, no se rinde fácilmente, no abandona, no renuncia, ni por mucho, ni por poco. Ese es el tipo de amor que Dios espera de nosotros un amor INQUEBRANTABLE.
Los grandes hombres y mujeres de fe que aparecen en las sagradas escrituras, tuvieron muchas debilidades, algunos se equivocaron continuamente, otros hicieron promesas y no pudieron cumplirlas, otros estuvieron a punto de rendirse, pero siempre les caracterizó su amor inquebrantable por Dios.
El profeta Daniel prefirió entrar al foso de los leones o al horno de fuego, antes que renunciar a Su amor por Dios, su amor era inquebrantable.
Esteban un varón lleno de fe y del Espíritu Santo fue apedreado, arremetieron contra el hasta matarle, su corazón estaba lleno del fuego del Espíritu Santo y su amor por Dios fue inquebrantable hasta la muerte.
La palabra de Dios dice que debemos amar al Señor con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con toda nuestra mente y con todas nuestras fuerzas. Un amor que no es de apariencia, sino que viene de adentro, de un corazón rendido a sus pies, un alma entregada completamente a el, una mente consagrada a sus mandamientos y unas fuerzas cimentadas en Dios, un amor que no se quiebra ante las tormentas, que no se rompe fácilmente ante los problemas, que no está dispuesto a renunciar. Un amor inquebrantable que no depende si las cosas salen o van bien o van mal, que acepta no sólo los regalos y las bendiciones de Dios sino que también recibe su corrección, su guía y su voluntad.
Tienes un amor inquebrantable por Dios? Estarías dispuesto como Daniel a sacrificarte poniendo en peligro tu vida por amor a El. Estaríamos dispuestos a ser como Esteban, tan llenos del Espíritu Santo y con tanto amor hacia Dios que renunciaríamos a nuestra propia vida. El amor hacia Dios es todo, no podemos darle lo que nos sobra después de complacer a todo el mundo, no podemos darle sólo un aparte de nuestro amor.
Ama a tu Dios con un amor inquebrantable, como El te ha amado a ti desde siempre, con amor eterno!
Hoy rindo delante de ti Señor una vez más mi vida, quiero entregarte todo mi corazón, toda mi alma, toda mi mente y todas mis fuerzas, para que todo sea rendido a ti y pueda amarte con todo lo que soy y lo que tengo. No quiero amarte Señor a medias, no quiero amarte porque te necesito, no quiero amarte porque me bendices. Quiero amarte Señor de manera inquebrantable, con un amor que no se rompe fácilmente, un amor sólido y firme ante cualquier situación que me toque vivir. Quiero que mi amor por ti Señor sea inquebrantable siempre! Amén!
