" Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya." Lucas 22:41-42
Qué simboliza doblar rodillas? Doblar rodillas ante alguien expresa de manera simbólica que una persona no se considera igual a la otra, significa sumisión, entrega, acatamiento, respeto, impotencia y suplica profunda.
En la biblia parecen varias escrituras acerca de doblar las rodillas por diversos motivos, pero el mayor ejemplo de sumisión, suplica y entrega es la actitud de Jesús cuando se aparta un poco de sus discípulos y se pone de rodillas para hablar ante el Padre, la situación era muy difícil, Jesús se estaba enfrentando al momento más complicado, duro y de mayor sufrimiento aquí en la tierra, necesitaba postrarse de rodillas ante Su Padre del cielo para clamar a Él y recibir fuerza para lo que habría de vivir, la posición en que Jesús enfrentó esta adversidad fue de rodillas.
¿Hace cuánto que no te pones de rodillas ante EL Señor? Quizás unos minutos, horas, meses o años? Cuando nos ponemos de rodillas ante Dios estamos imitando la entrega de nuestro Señor Jesucristo, estamos reconociendo que no estamos en igualdad de posiciones por El es Dios y nosotros somos su pueblo, dependemos de Él, dependemos de Su gracia, de Su fuerza y de Su poder. Al ponernos de rodillas perdemos la visión de lo alto, de estar arriba, porque todo lo vemos desde abajo y en total sumisión.
¿Tienes una súplica profunda delante del Señor? ¿Necesitas reconocer Su grandeza, Su majestad, Su poder? ¿Quieres darle gracias, infinitas gracias por una respuesta recibida? ¿Necesitas dirección y clamar ante Él para pedir Su poderosa intervención? Ponte de rodillas ante tu Dios y derrama tu corazón ante Él, porque te escucha, te ama, te entiende y sobre todo valora como nadie la actitud de tu corazón al rendirte en espíritu, alma y cuerpo ante Él.
Cuando hablamos al Señor de rodillas la humildad es nuestro mejor regalo para Él, bajar la cabeza, inclinar nuestra alma, emociones, sentimientos, pensamientos, mente y corazón ante Dios, estar de rodillas ante nuestro Dios amoroso nos fortalece, nos consuela, nos renueva y nos permite levantarnos de ese lugar llenos de Su presencia, llenos de gozo y fortalecidos con Su poder.
EL Señor nos llama a rendir nuestro corazón ante Él y cómo lo hizo Jesús, toma hoy un tiempo para apartarte de tus amigos y de rodillas habla con Él diciéndole: Padre, haz si puedes pasa esto de mi, haz conmigo como tu quieras, pero que no se haga mi voluntad sino la Tuya. Amén!
