sábado, 19 de enero de 2019

NO TE DESESPERES!


 "Pacientemente esperé en Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.  Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso, puso mis pies sobre peña y enderezó mis pasos.  Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios." Salmo 40:1-4 

Existe una frase que dice "La Paciencia es la virtud o la cualidad de los sabios" un pensador dijo también "La paciencia no es la habilidad de esperar, la paciencia es la habilidad de mantener una BUENA ACTITUD mientras esperas".  

La paciencia según el diccionario es "La capacidad que una persona tiene para tolerar, atravesar y soportar una determinada situación, sin experimentar nerviosismo, sin perder la calma, sin sufrir ansiedad. 

Cuando se es niño es difícil aplicar la paciencia, ya que los niños rápidamente se inquietan cuando ven que no logran conseguir algo que desean o si tiene algún plan para ir de paseo quieren que el tiempo llegué ya y si por alguna razón cambian los planes es muy difícil hacer entender a un niño que debe tener paciencia y esperar un poquito más. 

Como adultos también nos cuesta tener paciencia para enfrentar las situaciones diarias de la vida y sobre todo cuando hay tiempos de prueba, tiempos adversos, tiempos de confusión en los que no podemos ver claramente cuál será nuestro porvenir o qué pasará con nosotros, podemos llegar a impacientarnos, llenarnos de temores, porque no podemos tener la solución para volver a sentirnos tranquilos otra vez y estables. 

La paciencia es un fruto del Espíritu Santo que se hace visible y se manifiesta cuando nos enfrentamos a situaciones en las que no tenemos la respuesta inmediata, un corazón que ha aprendido la paciencia manifestará una actitud diferente, como por ejemplo aceptar la situación sin quejarse, seguir adelante sin cuestionar, vivir un día a la vez sin mirar atrás para lamentarse o hacia adelante para no inquietarse, porque ha aprendido la paciencia  a través de las pruebas.  

No hay nadie más paciente en el universo entero que nuestro Dios, Él es paciente con todos sus hijos, paciente con nuestros corazones muchas veces ingratos, paciente como Padre, siempre entendiendo nuestra forma de proceder, siempre paciente con nuestros tropiezos y con nuestras rebeliones, tenemos un Dios de paciencia.


El Salmo 40 no solo habla de esperar pacientemente en El Señor, sino también habla de la bendición que puede ser para nuestras vidas esperar pacientemente en Él. En este salmo quien esperó pacientemente en El Señor fue escuchado su clamor, fue sacado del pozo de la desesperación, fue puesto sobre peña, sus pasos se enderezaron y hubo alegría en su corazón para cantar alabanzas.

Espera pacientemente la salvación del Señor en cualquiera que sea tu situación, puedes estar seguro que El escuchará tu clamor, sacara tu vida de ese pozo de desesperación donde no ves la salida y llenará tu corazón de alegría al ver Su respuesta y Su mano poderosa sobre tu vida.

No te desesperes, espera pacientemente  en El Señor!