lunes, 18 de enero de 2016

CUIDAR Y DEFENDER NUESTRAS SIEMBRAS


 “… Los filisteos se reunieron en Lehi, donde había un gran sembradío de lentejas, y el ejército israelita huyo por temor a los filisteos. Pero Sama se paro en medio de ese terreno y lo defendió; derroto al los filisteos, y el Señor les dio una gran victoria”.
 2 Samuel 23:11-12

Este es un versículo precioso de la palabra de Dios que nos habla de la importancia de valorar lo que Dios nos da, por muy pequeño que sea o muy grande,  si Dios nos lo ha dado debemos cuidarlo y valorarlo, defenderlo y protegerlo, la palabra habla de un sembradío de lenteja, otra escritura dice un pequeño terreno de lenteja, tampoco era un gran campo, sumamente valioso pero dice que este valiente de David permaneció y se paró en medio y lo defendió y El Señor le dio una gran victoria.  

Por qué el sembrado era tan importante?? En ese momento de guerra quién se pone a pensar en las lentejas??? sin embargo para el era importante porque Dios se lo había dado y lo defendió a toda costa porque si Dios se lo dio, debía defenderlo, nunca entregarlo sin luchar. Esta forma de cuidar nuestra cosecha y nuestra siembra, es valorando y nunca menospreciando, lo que Dios nos ha dado.  Nuestras familias, nuestros hijos, amigos, trabajo, iglesia todo Dios nos lo ha dado y debemos cuidarlos y valorarlos, mi terrenito de lentejas es mi familia, mis esposo, mis hijos, mi trabajo eso que he cuidado y sembrado voy a valorarlo y protegerlo de mis enemigos y Dios me va a respaldar y voy a tener la victoria.

La vida del cristiano no se trata solo de sembrar, hay que cuidar lo que es nuestro porque Dios nos lo ha dado, debemos orar por nuestras familias por cada persona que Dios ha puesto en nuestra vida, luchar en oración y en clamor, hacer lo que esté en nuestras manos para bendecirles y nunca abandonar y dejar que el enemigo se apodere de lo que es nuestro.

ORACIÓN: Señor gracias por mostrarme tu amor y tu bondad y enseñarme que no solo se trata de sembrar, debo velar y cuidar de todo lo que tu me das, Señor quiero aprender a valorar cada persona, cada cosa que tu has puesto en mis manos y defenderlo en oración, nunca menospreciar lo que tu me has dado, enséñame a cuidar de mis siembras, quiero luchar, ser valiente y nunca abandonar aquellas bendiciones que me has dado a lo largo de mi vida, me pongo en tus manos y dame sabiduría para actuar, ser vigilante y diligente. Amén!