"derribados, pero no destruidos"
2 Corintios 4:9
Según la historia el edificio más alto que ha sido destruido ha sido el Singer Building, que tenía un total de 47 plantas, ubicado en la ciudad de Nueva York, este edificio fue construido en 1908 y fue destruido en 1968 para ser reemplazado por otro edificio el One Liberty Plaza. Cuando algo es destruido se hace con la intención de provocar un daño parcial o total, si es una casa o un edificio queda completamente inutilizable para ser ocupado, algo destruido queda arruinado, inservible o dañado.
El Señor nunca permitirá que seamos destruidos, porque el ha venido para darnos vida, somos sus hijos, nos ama y la destrucción en ningún momento forma parte de su plan para nosotros. No así el enemigo de nuestras almas que dice en el libro de Juan que "el ladrón no viene sino a robar, matar y destruir", por esa razón la escritura dice que podemos ser "derribados" pero no destruidos.
Los vientos que soplan algunas veces sobre nuestra vida pueden derribarnos, hacernos caer, algunas veces con fuerza, otras veces inesperadamente, pero aunque caigamos y seamos derribados, no seremos destruidos. La palabra de Dios dice que 7 veces cae el justo y vuelve a levantarse, también dice que El Señor es quien levanta nuestra cabeza, el que nos levanta de la muerte y del polvo y dice el Salmo 20:8 "Ellos flaquean y caen, Mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie."
Seremos derribados, porque somos vulnerables, porque muchas veces somos débiles y porque necesitamos al Señor para sostener nuestras vidas, pero no seremos destruidos, para los hijos de Dios, para quienes confían en El Señor y esperan en Su misericordia, no hay destrucción!
Gracias Señor porque tu nos levantas del polvo, porque tu nos sostienes y si alguna vez caemos es para aprender, para comprender mejor tus planes, para crecer y levantarnos mucho más fuertes en ti, para que tu poder repose sobre nosotros y para que tu te glorifiques en nuestra vida. Tu nunca nos destruirás, ni permitirás que seamos destruidos, reprendemos de nuestra vida al enemigo que solamente viene para robar, matar y destruirnos. Gracias por la vida que tu nos das cada día y porque siempre en tu nombre volveremos a levantarnos! Amén!