lunes, 6 de noviembre de 2017

QUE SEAN UNO EN TI



"para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste."
Juan 17:21


Cuando oramos por nuestros hijos, estamos invirtiendo tiempo en su futuro y en su presente, no hay tiempo más valioso que podamos dedicarles que orar por ellos,  hablar de ellos con El Señor y entregarle sus vidas cada día, para que Dios haga su obra perfecta en ellos.

Otro deseo del corazón de Jesús cuando ora por sus discípulos es pedir que TODOS SEAN UNO, que seamos uno con el Padre, para que el mundo crea. Y esta unidad perfecta entre El Señor y nuestro corazón, no es solamente estar cerca de Dios en cada día, es buscar una unidad completa como personas, es tener unidad y unión en el hablar, pensar, sentir y actuar.

La integridad es parte de esto, una persona íntegra vive en unidad con lo que vive a solas y con los demás, con lo que piensa en su mente y con lo que hace con sus actos, la integridad es ser uno con El Señor, en un mismo pensar, en un mismo sentir y en un mismo actuar.

Tanto nuestros hijos como nosotros como padres, debemos aprender a vivir en integridad, mostrando siempre la verdad, nunca la falsedad, el doble ánimo, la mentira y el engaño porque esto no agrada a Dios.

Cuando pedimos que nuestros hijos sean UNO EN TI, estamos pidiéndole Señor, llena  a mis hijos de integridad, que sean uno en ti para pensar, para hablar, para caminar y hacer, que no haya desunión entre sus palabras y sus actos, que sean ejemplo a los demás para que verdaderamente el mundo crea en Jesús.  

Estamos rodeados de una sociedad en la que muchas veces se miente sin pensar que estamos desagradando a Dios, cuando guardamos cosas en nuestro corazón y no somos transparentes en nuestra forma de actuar, no caminamos en integridad, debe haber una unidad entre lo que pienso, siento, digo y hago, Dios se agrada de esto y podemos ser de testimonio a los demás que Cristo verdaderamente vive en nuestro corazón!

Señor que mis hijos sean uno en ti, que tengan la mente de Cristo y no la mente del mundo, que tengan tu corazón y no la falsedad que el mundo ofrece, que sean personas de palabra, que su sí, sea si y su no, sea no, que no haya en sus corazones doblez de ánimo, engaño y falsedad, que sean uno contigo Señor para que el mundo vea tu amor en ellos y que sus vidas puedan dar testimonio de quién eres Tu, en el nombre Jesús, amén!