martes, 7 de marzo de 2017

NO TEMÁIS NI TEGÁIS MIEDO


"No temáis ni tengáis miedo"
2 Cronicas 32:7

El miedo es esa sensación de angustia que es provocada por la presencia de un peligro real o imaginario, según lo define el diccionario, es ese sentimiento de desconfianza que nos impulsa a creer que ocurrirá algo malo e inesperado. En muchos momentos de la vida podemos caer presos del miedo, el miedo es un enemigo que nos acompaña a bordo del viaje de nuestra vida y de quien debemos deshacernos a toda costa y no permitirle que haga nido en nosotros y nos convierta en personas temerosas y acongojadas.

Pero el miedo no solamente queda en un sentimiento, el miedo puede paralizarnos, inmovilizarnos o hacernos huir y correr de lugares y personas, el miedo puede hacer de nuestra vida una constante angustia que no nos permite ser felices y vivir la paz que Dios quiere que tengamos en el corazón ya que absorbe nuestra alma, mente y corazón, el miedo puede hacer de nosotros personas completamente inestables, nerviosas, derrotadas y nos acobarda. 

El segundo paso de la estrategia de Dios es NO TEMAS NI TENGAS MIEDO, El Señor sabe que el temor puede traer la derrota a nuestra vida sin darnos siquiera la oportunidad de pelear, muchas veces podemos darnos por vencidos solamente por el temor tan grande que inunda nuestro corazón, el temor es la duda que pone nuestra fe en El Señor a tambalear y el miedo nos paraliza de seguir avanzando y nos roba la paz y la esperanza de la victoria.

Tienes miedos? Tienes temores? Desechemos hoy el miedo y el temor de nuestra vida, no dejemos esos sentimientos gobiernen nuestro corazón cuando es Dios todopoderoso quien dirige nuestras vidas y quien peleará por nosotros todas nuestras batallas. 

El temor en medio de la batalla nos hará retroceder, desistir, acobardarnos y abandonar, pero los verdaderos hijos de Dios debemos ser valientes, osados y esforzados, sin temor a seguir adelante porque sabemos en quién hemos creído y quién está con nosotros!!!

Señor Jesús este día te entrego mis temores, mis miedos y todas esas cosas que llenan mi corazón de desconfianza y temor, te entrego el temor al presente, al futuro, el temor a seguir adelante, quita los miedos y temores de mi corazón y lléname de fe, de esperanza y confianza en ti, tu estás conmigo, todos los días de mi vida, esa es una palabra suficiente para no tener temor y esperar en ti siempre, desecho fuera todo temor de mi mente, alma y corazón y confío que saldré siempre victorioso en ti Señor! Amén!