viernes, 7 de octubre de 2016

EL TIEMPO DE DIOS Y SU VOLUNTAD





"Esperad en él en todo TIEMPO, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio.”
Salmo 62:8

Hace algunos años aprendí una lección muy bonita que quiero compartirles acerca del tiempo de Dios y Su voluntad...

"Una joven de una iglesia cristiana, vivía consagrada al Señor, participaba en actividades de jóvenes, cantaba en la alabanza de su congregación, era una buena hija, excelente compañera y amiga, siempre tenía una palabra de ánimo y de aliento para todo aquel que se le acercaba, estaba tan ilusionada con un joven de su misma congregación, que era igual de especial que ella, era un hombre profesional, temeroso de Dios, un siervo en la iglesia, director de la alabanza, excelente hijo y con una familia maravillosa, los dos conservaban una preciosa amistad, pero por alguna razón, aunque siempre fueron los mejores amigos, nunca Dios les unió como pareja.  Alguna vez se preguntaron por qué no? Si era la persona ideal para mi? Si está y vive dentro de la voluntad de Dios por qué no? La respuesta del Señor vino pronto a sus corazones: Es la persona ideal y está dentro de mi voluntad, pero NO está dentro mi voluntad para tu vida."



Muchas veces anhelamos hacer la voluntad de Dios y deseamos que las cosas sucedan, porque son buenas, son agradables y son perfectas, pero nada ocurre, hay un detalle, no son para nosotros. Y es que a veces oramos y pedimos al Señor cosas que creemos que están dentro de Su voluntad y deseamos que se realicen, sin embargo Dios no lo concede nunca, y pensamos, pero cómo es posible si esto está dentro de la voluntad de Dios? La respuesta es  sencilla, es posible que aquello que pedimos no sea la voluntad de Dios para MI VIDA y por esa razón Dios no me lo da en ningún tiempo, porque sencillamente no es para mí.


Esta historia basada en hechos reales, se repite continuamente en nosotros cuando oramos al Señor, le pedimos cosas, pero no sabemos si realmente están dentro de Su perfecta voluntad para nuestras vidas, lo que aparentemente es perfecto, quizás Dios no lo vea tan perfecto para mi. Hay cosas buenas y agradables que nos harían felices y Dios no permite que las tengamos porque no están dentro de Su voluntad para nosotros o quizás no es el tiempo.


El anhelo de cada corazón debe ser el hacer la voluntad de Dios y esperar en El, sin adelantarse, sin arreglar las cosas, sin echarle una mano, porque Dios no nos necesita para arreglar situaciones, Dios no necesita de nuestras intervenciones precipitadas para hacer parecer que si es de Su voluntad. 




Lo mejor es esperar en El, sin apresurarnos, esperar en Su perfecta voluntad como dice este salmo ESPERAR EN EL EN TODO TIEMPO. Esperar en Dios es permitir que Su voluntad se haga en cualquiera que sea el tiempo que me toque vivir, sin precipitarme, sin adelantarme, porque los tiempos de Dios, las personas que El nos da y las cosas que El pone en nuestro camino, son perfectas e idóneas para nosotros, cuando todo se hace dentro de Su voluntad.




Cuando es el tiempo perfecto del Señor, las cosas pasan, las personas se conocen, los ojos se abren y Dios pone todo en su lugar, porque esa es su buena, agradable y perfecta voluntad para nosotros.


Señor esperamos en ti en todo tiempo, no queremos anteponer nuestra voluntad a la tuya, que nuestros corazones siempre permanezcan descansando en tu fidelidad y en la certeza que tu arreglarás todas las cosas a tu forma, en tu tiempo perfecto y en tu perfecta voluntad.  Ayúdanos a no anhelar nada que no esté aprobado por ti para nuestra vida,  gracias Señor porque en Ti podemos esperar siempre y tu voluntad se cumplirá en nosotros. Rendimos nuestra voluntad a ti Señor porque todo lo que tu haces es perfecto! Amén!