martes, 1 de septiembre de 2015

POR QUÉ AYUNAMOS?



Por qué ayunamos?

El propósito del ayuno debe ser quitar tus ojos de las cosas de este mundo y concentrarnos en Dios. 


El ayuno es una manera de demostrar a Dios y a ti misma, que tomas en serio tu relación con Él. El ayuno te ayuda a obtener una nueva visión y una confianza renovada hacia Dios, fortalece la fe y permite que tu carne mengue para que tu espíritu se vivifique y puedas estar mas dispuesto a escuchar la voz de Dios.

Aunque en la palabra casi siempre el ayuno es la abstención de alimentos, existen otras maneras de ayunar. Cualquier cosa que puedas ceder temporalmente con el fin de concentrarte más en Dios, puede ser considerado como un ayuno, si tu cedes a comer algún tipo de alimento que mas prefieras, eso es un ayuno para que puedas centrarte mas en Dios. Piensa en algo que te sea difícil de dejar de comer y has propósito de no comerlo durante estos 21 dias.

El ayuno sirve para apartar nuestros ojos de las cosas de este mundo, podremos enfocarnos más en El Señor

El ayuno NO es una forma de lograr que Dios haga lo que deseamos y doblar su brazo para que ceda a nuestra voluntad. El ayuno nos cambia a nosotros, no a Dios. Podremos ver las cosas con los ojos de la fe y no con los de la carne.

El ayuno NO es una manera de aparecer más espirituales que otros. El ayuno es para hacerse en un espíritu de humildad y una actitud gozosa.



Cuando ayunamos nos negamos a algo que no está prohibido para nosotros como son los alimentos, entonces cuando en nuestro diario vivir debemos negarnos a algo que SI nos está prohibido, será más fácil renunciar a eso que a Dios no le agrada porque ya nuestra alma ha sido entrenada a través del ayuno a no dejarse dominar sino a dejar que sea Dios quien tome el control de nosotros.

Mi testimonio personal acerca del ayuno es que he podido ver la mano de Dios obrando sobre mi vida, mi corazón, mis emociones, mente y sentimientos. Hace algunos años EL Señor permitió que mi esposo, mis hijos y yo viviéramos una situación sumamente dificil y complicada, nuestro hijo pequeño con 2 años enfermó con un cáncer maligno, terminal. Fue un proceso largo y tormentoso en el que durante 23 meses oramos, pedimos al Señor un milagro de sanidad sobre nuestro pequeño y día a día vimos la gloria de Dios en nuestra vida, hasta que nuestro hijo se fue con el Señor con 4 años de edad. El ayuno para mi fue un arma de batalla durante estos largos meses, porque poco a poco fue viendo que el ayuno fortalecía mi interior, me permitía vivir cada día con gozo, con paz, Dios renovaba mis fuerzas y sobre todo, mi carne, mis emociones, mis sentimientos y pensamientos permanecían sujetos al Señor y no cayeron presos de la depresión, de la tristeza y la desolación, siempre renacía en mi la esperanza de la confianza puesta en Dios quien tenía el control de todo. A través del ayuno Dios permitió que como madre pudiera sobrellevar todo esta situación con valentía y aunque en muchos momentos mi corazón flaqueaba, nunca mi fe decayó y aunque nuestro hijo se fue con El Señor, permanecimos y hasta hoy permanecemos en la fe y  nuestra confianza sigue puesta en El Señor que es quien sabe como hace las cosas y conoce los propósitos por los cuales suceden. 

Te comparto esto desde mi corazón porque el ayuno puede que no cambie las cosas pero si cambia nuestro corazón a través de negarnos a nosotros mismos dejando que nuestro Espíritu sea gobernado por EL Señor.


Si Dios ha puesto en tu corazón ayunar, anímate a hacerlo, verás al Señor obrando en ti!!!




Citas biblicas que puedes leer:

-      Hechos 13:4; 
-      Hechos 14:23
-      Lucas 2:37
-      Lucas 5:33
-      Mateo 6:16-18