domingo, 22 de octubre de 2017

NO AMÉIS AL MUNDO


" No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él."

1 Juan 2:15

El escritor Thomas Brooks dijo: “Un corazón que está lleno del mundo, es un corazón lleno de necesidades". Y es una verdad tan grande porque un corazón que está lleno del mundo, de todo lo que hay en él, siempre estará vacío de Dios, de su presencia, de su amor y todas las cosas maravillosas que podemos tener en Cristo.

Pero qué es lo que hay en el mundo que el Apostol Juan dice que no debemos amar al mundo ni las cosas que hay en el?? En el mundo hay 3 cosas:
Los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida. Tres cosas que nos apartan del camino que Dios ha trazado para nosotros, estas tres cosas hacen que nuestro corazón esté vacío y sin nada para dar y nos convierten en personas materiales, ambiciosas y llevados por nuestras emociones, sentimientos y deseos.


Los deseos de la carne: La carne según la palabra de Dios es todo aquello que nos aleja de la santidad, que nos hace vivir basados en sentimientos y emociones como dice el libro de Gálatas 5:19-21 "Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas." Toda esta lista y cosas semejantes son las obras de la carne, de esto está lleno el mundo de personas violentas, de deseos desenfrenados, una vida sin santidad y sin el amor del padre en sus corazones.

Los deseos de los ojos: Deseamos las cosas porque las vemos, entran a nuestro corazón por medio de nuestros ojos, todo lo que está en el mundo es material, nada es eterno y nuestros ojos nos pueden llevar a desear las cosas que están en el mundo, más que las cosas eternas. Por esta razón debemos revisar continuamente qué ven nuestros ojos, cuánto de mundo dejamos entrar a nuestro corazón a través de lo que leemos, los programas que vemos, lo que deseamos tener y poseer, todo lo que es material no permanecerá para siempre por esa razón, no debemos amar al mundo porque vendrá codicia a nuestro corazón y terminaremos por amar más las cosas que si vemos y rechazar las cosas de Dios porque no las podemos ver.

La vanagloria de la vida: Esta esta basada en todas aquellas cosas que sobre valoramos, pero que realmente no son nada ante los ojos de Dios, los reconocimientos, los aplausos de los hombres, la belleza física, los bienes materiales, el amor al dinero, las posesiones, los altos cargos, todas aquellas cosas que son vanas, porque si Dios no nos las da, por nosotros mismos no podríamos tenerlas. 


Examinemos hoy nuestros corazones y veamos qué tanto mundo dejamos entrar a nuestro corazón, revisemos los deseos de la carne, los deseos de nuestros ojos y las cosas vanas de esta vida, porque nada de esto será para nuestra salvación y nos alejarán poco a poco de la santidad y de la presencia de Señor en nuestras vidas.

Señor anhelamos tu presencia en nuestra vida, te pedimos que hables hoy a nuestro corazón y podamos revisar todas aquellas cosas que dejamos entrar en nosotros y nos contaminan, no queremos amar al mundo, ni amar las cosas que hay en el mundo, controla los deseos de nuestra carne, los deseos de nuestro ojos y el anhelar las cosas vanas, todo esto no permanecerá para siempre, sino que un día terminará, queremos vivir apegados a ti y aborrecer todo lo que nos aparte de tu presencia, anhelamos que tu amor esté en nosotros! Amén!