jueves, 7 de enero de 2016

FRUTO DEL ESPIRITU... BENIGNIDAD




 "Antes sed BENIGNOS unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo."
Efesios 4:32


No existe una definición que exprese propiamente el significado de BENIGNIDAD que la Biblia nos muestra como fruto del Espíritu, se usa como dulzura, tratar a los demás con amor, cordialmente, amablemente, con tranquilidad, con alegría… pero no se debe mostrar esta actitud solo a los que amamos, porque eso sería verdaderamente fácil, este Fruto del Espíritu se muestra precisamente cuando ese cariño, dulzura, cordialidad o amabilidad lo podemos expresar a aquellos que más nos cuesta.

Ser benigno no debe confundirse con ser una persona débil, tener benignidad es tener buena voluntad, simpatía y comprensión hacia las personas, ser agradables en toda nuestra manera de ser y actuar con los demás. Las cualidades básicas de una persona benigna es el amor y la misericordia. Vivimos en una sociedad en la que la dureza, la aspereza y la brusquedad están a la orden del día por diversos motivos, personas que están teniendo un mal día, personas llenas de trabajo y problemas que reaccionan ante otras mal, sin tener ellos culpa de nada, las prisas, el estrés, son tantas las causas por las que podemos dejar de ser benignos y no mostrar un carácter en nosotros en el que los frutos del espíritu se manifiesten.

La benignidad es la quinta cualidad que un cristiano debe manifestar en sus frutos hacia los demás, no perder el control y responder de malas maneras, no perjudicar  a otros sino todo lo contrario, ser amables, agradables, cordiales, son manifestaciones de la vida de Cristo en nosotros hacia los demás. Quizás una persona viene a nosotros con muchas cargas y enfados y con una blanda y amable respuesta podemos evitar un problemas mas grande o disiparlo.

Esforcémonos cada día para que este atributo de Jesús pueda florecer en nosotros y ganemos muchos corazones para EL Señor a través una actitud de amor que sorprenda… aún sin ellos merecerlo.

ORACIÓN: Señor enséñanos a amar y a ser benignos como lo eres Tú, derrama tu dulzura en nuestro corazón para darla no solo a los que amamos sino a aquellos que nos cuesta aceptar, danos hoy una sonrisa, un gesto de amor, una blanda respuesta, una actitud de cariño que venga desde el cielo a través de nosotros para todo aquel que se acerques. Solo tu Señor puedes transformarnos de esa manera. Gracias Señor! Amén!