martes, 2 de mayo de 2017

TODO COMO PARA EL SEÑOR


"Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.” 
Colosenses 3:23

Hacer algo para una persona importante es un honor, un privilegio, nos ponemos nerviosos, queremos que todo quede perfecto, buscamos tener todo a tiempo, velamos por cada detalle y nos esforzamos porque nada salga mal. Si la persona importante es nuestro jefe o nuestra autoridad trataremos de dejar un buen testimonio que hable de nuestra eficiencia y quizás logremos un ascenso o un reconocimiento.  Si la persona importante es una personalidad famosa o muy reconocida, queremos  llamar su atención y sorprenderle con un trabajo bien hecho. Si pudiéramos ver a Jesús, seguramente haríamos todo con excelencia y con mucho amor para agradar su corazón.

En nuestro diario vivir la palabra de Dios nos anima a hacer TODAS las cosas, de corazón, como para el Señor y no para los hombres.  No se trata de hacer bien y con excelencia solo las cosas que nos agradan y nos gustan, tampoco debemos hacer con amor y esfuerzo las cosas solo para quienes amamos y respetamos, sino TODAS LAS COSAS debemos hacerlas como para El Señor.

Hacer nuestro trabajo de corazón va a marcar grandemente la diferencia entre nosotros como cristianos y los que no lo son, hacer las cosas de corazón es hacerlas con voluntad, poniendo nuestro mayor esfuerzo, haciendo todo con excelencia como si fuera para El Señor, no viendo o pensando en agradar a los hombres sino a El. 

Cuando hacemos las cosas poniendo el corazón, nuestro trabajo se vuelve agradable, damos lo mejor de nosotros mismos y no solamente lo justo, además esto nos ayuda interiormente a no sufrir por causa de no recibir grandes reconocimientos, grandes palabras o aplausos porque sabemos a quién servimos y que Dios es el que se agrada de nosotros con nuestra actitud, de El recibiremos recompensa, a su tiempo o cuando estemos en gloria con Él.


 Jesús hoy queremos entregarte todo lo que hacemos, nuestro trabajo y nuestro esfuerzo, queremos hacer las cosas  como para ti, todas las cosas, no solamente lo que nos agrada y a quienes amamos, sino todo. Te entregamos cada área de nuestras vidas, nuestras familia, nuestra casa, trabajo, iglesia, amigos, todo lo que hacemos diariamente para que tu te glorifiques en nuestra vida a través de nuestro esfuerzo y nuestro trabajo hecho con amor, con todo el corazón y con voluntad.  Quita de nosotros la mediocridad, el conformismo, el hacer las cosas por salir del paso, ayúdanos Señor, queremos trabajar con excelencia, queremos hacerlo todo como si fuera para ti Jesús. Amén!