viernes, 1 de julio de 2022

¡Sorpresas!



¿Cuánto peso podemos soportar en nuestro corazón?
¿Cuánta paciencia podemos alcanzar, con una persona o ante la espera de una respuesta?
¿Cuánto podemos perdonar, tolerar y aceptar?
¿Cuánta fuerza tenemos para enfrentar un día difícil o una prueba que puede durar meses o quizás años?
¿Cuánto podemos dar sin esperar nada a cambio?
¿Cuántas pruebas, quebrantos, dolor físico, dolor del alma, sufrimientos y tristezas podemos llevar en nuestro interior?
¿Cuántas desilusiones, decepciones y frustraciones podemos vivir?
Humanamente somos tan vulnerables y una sola cosa de lo que nos sucede podría hundirnos y acabar con nosotros.
Sin embargo, cuando nuestra vida está escondida con Cristo en Dios, podemos llevarnos sorpresas, al darnos cuenta que no somos tan débiles como pensamos, que no somos tan impacientes como creemos, que no somos tan vulnerables, como nos sentimos algunas veces.
Porque no vivimos, no vamos, ni hacemos nada en nuestras propias fuerzas, en nuestra propia prudencia, sino nuestra competencia viene de Dios.
Es Él en nosotros, quien nos llena de esperanza.
Es Él en nosotros, quien nos da nuevas fuerzas.
Es Él en nosotros, quien nos da la gracia para esperar, para ser pacientes, soportar en amor, perdonar, aceptar y vivir la vida sin amargura.
No es por nuestra propia fuerza, no es por nuestra capacidad, no es por nuestro conocimiento y habilidad, es Cristo en nosotros.
Cuando Cristo reina en nuestro corazón, tendremos sorpresas, sorpresas del cielo, que mostrarán que TODO LO PODEMOS EN CRISTO QUE NOS FORTALECE!

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” Filipenses 4:13