martes, 19 de junio de 2018

FRUTO DE LABIOS



"fruto de labios que confiesan su nombre." 
Hebreos 13:15

"Aquel que conoce el poder de la palabra, presta mucha atención a su conversación. Vigila las reacciones causadas por sus palabras, pues sabe que ellas no retornarán al mismo punto sin haber causado su efecto." Florence Scovel Shinn  "Las palabras son como las hojas; cuando abundan, poco fruto hay entre ellas." Alexander Pope  Muchas frases se han escrito acerca de las palabras que decimos, las palabras son el fruto de nuestros labios, con nuestra boca podemos dar mucho fruto y este fruto debe ser siempre agradable y de bendición.


Fruto de labios, este es otro fruto que podemos llevar si permanecemos en EL Señor y Sus palabras permanecen en nosotros,  el fruto de nuestros labios dice la escritura que nos saciará de bien, también sabemos que en nuestra boca está la lengua y la palabra de Dios dice que en Proverbios 18:21 que "La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos." con nuestra boca podemos tener fruto de vida o de muerte, cuando permanecemos en El Señor nuestros labios producirán frutos de vida, fruto de labios que confiesan el nombre del Señor donde quiera que vamos.

El fruto de nuestros labios como personas que amamos a Dios y que tenemos a Cristo en nuestra vida, deben ser frutos que sirvan para alimentar a otros en amor, en armonía, en paz, con consejo, con sabiduría, con la misma palabra de Dios, no dejando que nuestros labios del frutos de maldición, diciendo mal de otros, engañando, mintiendo o haciendo daño.

Qué fruto estamos dando con nuestros labios? Cada palabra que sale de nuestra boca nunca regresa sin haber causado algún efecto en otros, es por ello tan importante que seamos sabios en cada conversación que tenemos, allí se notará nuestro fruto, qué palabras salen de nuestra boca y qué respondemos a quienes se acercan a nosotros, fruto de labios que confiesan el nombre del Señor, que testifican Su poder, fruto de labios que llevan fe y esperanza, ese es el fruto que Dios espera de nosotros y es el fruto más agradable para los que son bendecidos con nuestra conversación.

Que nuestros palabras sean preciosos frutos que llenan de bendición el corazón de otros!


Señor te entrego el fruto de mis labios, que cada conversación sea agradable a tu corazón, que siempre pueda haber en mi fruto de bendición, de consejo, de sabiduría, nunca frutos de palabras vanas, ociosas, engañadoras, sin sentido y para hacer daño.  Que el fruto de mis labios siempre confiese el nombre de Cristo que vive en mi! Amén!