jueves, 29 de noviembre de 2018

ME ESFORZARÉ Y ACTUARÉ!


 Con lisonjas hará pecar a los que violan el pacto, pero el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará.

Daniel 11:32


En la Biblia el libro de Daniel habla en muchos pasajes de historias que muestran un pueblo de Dios  valiente, osado y sobre todo esforzado que no se detenía ante nada, hombres de Dios que enfrentaron leones, fuego, tentaciones y mucha oposición para poder mantener la fe en Dios a toda costa. 

En el verso de hoy la escritura habla del rey del norte que vendrá contra el pueblo de Dios con una estrategia diferente, dice que vendrá con lisonjas, adulaciones o alabanzas exageradas hechas  con segunda intención y bien estudiadas para halagarlos y ganarse su voluntad, de forma que no permanecieran en lo que Dios les había enseñado, sin embargo este verso termina diciendo "pero el pueblo que conoce a su Dios se esforzará  y actuará"

Esta declaración tan firme y poderosa habla de un pueblo que quizás por ignorancia, falta de fe o incredulidad se deja seducir por otras voces que le halagan, que le dicen lo que su oído quiere escuchar y que a través de esto ganan su voluntad, pero el pueblo de Dios no necesita halagos, alabanzas o lisonjas, el pueblo sabe quién es su Dios, sabe quién es el Dios en el que confía y por esa razón hará un esfuerzo y actuará sin romper el pacto o salirse de lo que Dios les ha mandado.

¿Conoces quién es tu Dios y lo que puede hacer por ti? Conocer no es solamente saber que Dios existe, conocer a alguien es tener un conocimiento pleno y profundo, basado en la experiencia directa y la comunión con esa persona, conocer también es tener un entendimiento claro y la certeza de lo que es esa persona que decimos conocer.  ¿Conoces quién es tu Dios?

A nuestra mente vendrán muchas voces, personas, situaciones externas y circunstancias que querrán movernos de donde estamos, que querrán persuadirnos o seducirnos para que abandonemos lo que Dios ha dicho que hagamos, para tentarnos, para hacernos pecar, para que perdamos las fuerzas  y la fe, para que nos apartemos del camino y que perdamos la visión y la esperanza, o sencillamente para que nos rindamos y dejemos todo de lado. Palabras que nuestro oído quiere escuchar y que no es precisamente lo que Dios quiere decirnos.

Pero el pueblo que conoce a su Dios, el pueblo que tiene una relación íntima con El Señor, que habla día a día con El, que lee su palabra, que está cerca de Él, que le ama y vive en su presencia, se esforzará en todo lo que tiene que hacer, enfrentará las dificultades, batallará sin rendirse, se esforzará y actuará, sin mirar atrás sin escuchar palabras que le hagan salirse del camino y de la voluntad de su Dios, este pueblo caminará en el desierto, cruzará las aguas turbulentas, vivirá y soportará la prueba y saldrá victorioso, porque conoce a Su Dios y sabe que nunca le abandonará.

Conoces quién es tu Dios? Esfuérzate hoy y actúa, no te dejes vencer, no pierdas la fe y no veas todo lo que te falta, no mires tus gigantes, no veas la oscuridad, no cedas a la impaciencia y la desesperación, sigue esforzándote y toma aliento, actúa y camina porque EL Señor nunca te dejará y de este tiempo que estás viviendo también saldrás más que vencedor!


Señor gracias porque te tenemos a ti, gracias por que te conocemos y sabemos que tu eres un Dios poderoso, hacedor de imposibles y maravilloso, que nada ni nadie nos aparte de tu camino, de tu voluntad, desechamos la incredulidad y cerramos nuestros sentidos a toda estrategia que el enemigo quiere usar para apartarnos de ti, somos tu pueblo tu eres nuestro Dios, nos esforzaremos y actuaremos! Amén!!!

miércoles, 28 de noviembre de 2018

EN TI PONGO MI VOLUNTAD



"Guíame por la senda de tus mandamientos, Porque en ella tengo mi voluntad."
Salmo 119:35

Vivimos en un mundo en el que queremos hacer todo con un mínimo esfuerzo, hace algunos años escuche a una conferencista hablar acerca de la voluntad y decía: "hay personas que han perdido la voluntad hasta de hacer las cosas, la tecnología nos ha traído muchos beneficios pero también ha mal enseñado la voluntad. Por ejemplo la televisión, antiguamente para poder cambiar de canal debíamos levantarnos y mover un botón, ahora tenemos el mando o control de la televisión para cambiar a control remoto los canales y no movernos del asiento, es mucho más cómodo de esa manera, pero es que a veces hasta nos cuesta levantarnos para coger el mando!" 

La voluntad es el área que trabaja en conjunto con nuestra mente y emociones. Es donde tenemos la capacidad para decidir lo que queremos ser y hacer, con la voluntad vamos decidiendo lo que deseamos y es donde decidimos esforzarnos por hacer algo o no hacerlo. Cuando desobedecemos lo hacemos con nuestra voluntad, esta es como una barrera que Dios mismo respeta y no traspasa, el enemigo tampoco puede traspasarla. Así que lo que hacemos o no hacemos depende de nuestra voluntad. Tristemente también nuestra voluntad está mal educada, y como ésta nos mueve a hacer desde lo mas sencillo a lo más complejo debemos ponerla en manos del Señor.


En el Salmo 119 el salmista dice "en la senda de tus mandamientos tengo mi voluntad" Aquí habla de una voluntad puesta en el camino correcto, en la senda de los mandamientos del Señor, obedeciendo a Su palabra sin apartarse y sin buscar atajos para llegar más rápido haciendo nuestra voluntad.  Cuando tomamos la senda de los mandamientos del Señor, estamos sujetando nuestro tiempo a Su tiempo, nuestros deseos a Sus deseos y nuestras expectativas a Sus expectativas.  En pocas palabras estamos sujetando nuestra voluntad, para que se haga la voluntad de Dios en nuestra vida.

¿Dónde tienes tu voluntad? Está allí firme apegada a tu corazón, anhelando hacer solamente lo que tu quieres y complacer tus deseos y anhelos? O está en la senda de los mandamientos del Señor, esperando Sus tiempos, confiando en las decisiones de Dios para nosotros y caminando en Su palabra día a día.

La mejor decisión que podemos tomar es poner nuestra voluntad en Su camino, que sea El Señor quien mueva nuestra vida y nos dirija.  Si te encuentras desanimado, frustrado, sin fuerzas, por estar luchando para alcanzar algo que ves casi imposible, pregunta a tu corazón, dónde tengo mi voluntad? Si sigue estando allí en ti sin moverse, será difícil que El Señor pueda hacer algo.  Pero si decides ponerla en Su camino y someterte a El, Su voluntad te dirigirá, te guiará y te llevará donde tal vez no imaginaste llegar, porque Su voluntad para ti siempre será buena, agradable y perfecta!

Señor pongo mi voluntad en tus manos, en tu camino, en la senda de tus mandamientos, guíame tu, quiero caminar en tus tiempos y en tu voluntad para mi vida, ya que estoy seguro que eso siempre será lo mejor para mi! Amén!


martes, 27 de noviembre de 2018

HAZ TU MAYOR ESFUERZO!



"Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová,
Y tome aliento vuestro corazón."
Salmo 31:24



"Donde haya un árbol que plantar, plántalo. Allá donde haya un error que enmendar, enmienda. Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú." G. Mistral. El esfuerzo es esa parte de la vida diaria que cada día debemos hacer cuando las cosas no resultan todo lo fácil, todo lo rápido y todo lo cómodo que quisiéramos. Casi a todo el mundo le gusta disfrutar de una bendición, pero cuando se trata de esfuerzo muchos prefieren esquivarlo, darle la vuelta o ver la forma en la que no tengan que realizarlo. 



En muchos pasajes de la palabra de Dios habla que el pueblo de Dios debe ser esforzado, porque el esfuerzo marca la diferencia, el esfuerzo hace que las cosas sean posibles y permite que alcancemos cosas que pueden ser para bendición propia y de muchos. Cada uno enfrentamos el día a día y siempre habrá que hacer un esfuerzo, quizás levantarse temprano por la mañana, hacer todas aquellas cosas que Dios ha puesto en nuestra mano hacer y  no dejarlas de lado, necesitamos esforzarnos en el trabajo, los estudios, nuestra propia vida y nuestra casa.



En el salmo 31 nos anima una vez más a ser un pueblo esforzado, hay momentos en los que no necesitamos hacer un esfuerzo físico sino más bien un esfuerzo en nuestro ánimo y aliento para seguir adelante, a veces la rutina y el diario vivir hacen que el ritmo se vaya haciendo lento, que las cosas nos cuesten mas, nos vamos cansando de correr y correr cada día, a veces sentimos que vamos apresuradamente a algún lugar al que nunca llegamos y nuestro corazón se desalienta y perdemos las fuerzas, es en ese momento cuando EL Señor nos dice "Esfuérzate tu que esperas en Jehová y tomé aliento vuestro corazón".

Los que esperan en Jehová, levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán, todo esfuerzo para los que esperan en El Señor es una bendición, porque tendremos el respaldo de Dios, la palabra de Dios NO dice que no correremos o que no caminaremos, porque el esfuerzo lo debemos hacer, pero como esperamos en El Señor su promesa es que haciendo nosotros nuestra parte El hará la suya, así es como correremos sin cansarnos, andaremos sin fatigarnos y levantaremos alas como las águilas aunque no podamos volar.

Esperar en Dios no es sentarse y esperar sin mover un dedo, esperar en Dios es hacer mi mayor esfuerzo caminar, correr, trabajar, hacer, empezar, tomar  acción y El nos dará su gracia para lograr aquello que deseamos y renovará nuestras fuerzas para que no desmayemos.

Esfuérzate hoy y tome aliento tu corazón, espera en El Señor y haz tu mayor esfuerzo en todo, si tienes que trabajar, trabaja con amor, esmero, efectividad y eficacia, todo lo que hagas no busques el lado fácil, hazlo con excelencia, dando el máximo de ti, porque en el esfuerzo está la bendición y el cumplimiento de las promesas de Dios, haz tu mejor parte y EL Señor hará la suya que es perfecta y que mueve lo imposible.

Hagamos nuestra esa preciosa canción de hace muchos años que dice:
"Los que esperan en Jehová, nuevas fuerzas tendrán
volarán con poder como el águila,
correrán sin desmayarse, andarán sin fatigarse
oh Señor enséñame en ti a esperar". Amén!


lunes, 26 de noviembre de 2018

QUE TU FE NO FALTE!


"Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo;

pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos."

Lucas 22:31-32

Para todo agricultor el proceso del trigo lleva varias etapas desde su siembra hasta guardar el grano en el grano y uno de esos procesos es el zarandear el trigo, los agricultores utilizan este proceso de zarandear para poder separar el grano de trigo de la paja, el grano es puesto sobre una zaranda que es un instrumento para cernir o cribar, en otras palabras para separar partes finas y gruesas o limpiarla de impurezas. Este colador se debe sacudir fuertemente, no es un proceso suave, porque debe hacerse de un lado a otro constantemente hasta que la paja queda atrapada en filtro o tela metálica y el grano cae limpio para poder guardarse en el granero.

Un proceso tan sencillo de forma natural, Jesús lo comparó al proceso que Pedro debía de afrontar en las próximas horas cerca de su muerte.  Para eso Jesús había rogado por él para que su fe no faltara y una vez pasado por esa prueba volviera y CONFIRMARA A SUS HERMANOS. Todos anhelamos ser trigo limpio, libre de impurezas, listo para ser usado y procesado, pero antes de tener esa limpieza hay que pasar por el proceso de ser zarandeado y es allí donde se fortalece nuestra fe.

Cuántos de nosotros pasamos frecuentemente por mucho zarandeo, hoy estamos bien, sin saber que en pocas horas iniciaremos un proceso difícil y duro, en el que seremos sacudidos, puestos a prueba y nuestras bases y cimientos pueden tambalear, pero debemos de saber con toda certeza que este proceso nunca destruye el grano de trigo, este proceso es para que pueda ser mas valioso, mas limpio y poder usarlo. Dios nunca permitirá que a través de las pruebas seas destruido, El solamente desea que cada día seamos mejor, que cada día estemos más limpios, más refinados, con menos cosas mezcladas en nosotros que nos quitan la pureza y no nos permiten ser utilizados.

Luego de este proceso, después de cada tribulación EL Señor  nos da la promesa "y tu una vez vuelto", esto significa que ninguna prueba es eterna, que las dificultades no duran para siempre por más imposibles que las veamos, una vez terminado ese proceso en el que seremos zarandeados debemos CONFIRMAR a nuestros hermanos. Qué quiere decir esto? Confirmar es tener la prueba de algo que ya sabemos, porque lo hemos visto y hemos pasado por ello, añadimos valor y validez a una palabra cuando confirmamos algo.

De esa manera El Señor espera que podamos confirmar a nuestros hermanos que el fuego la prueba, el horno de las adversidades, que el zarandeo de nuestra vida ha valido la pena porque ahora podemos dar fe que Dios ha estado con nosotros siempre, que no ha permitido nada para destrucción y que es necesario pasar por ciertos procesos para poder saber que El es real y que a través de eso somos un poquito más como El, nos dolemos con el que se duele, consolamos a quien necesita consolación y disfrutamos más de cada cosa que vivimos porque hemos salido victoriosos de la prueba.

Cada vez que Dios decide pasarnos por un tiempo de zarandeo no es para avergonzarnos, ni para desecharnos. Todo lo contrario, sacará las impurezas, quitará lo malo, te limpiará, quitará todo lo que estorba y estarás cada vez más listo para ser usado por el. No tengas temor si estás siendo zarandeado hoy, El está contigo y este proceso también pasará y cuando hayas vuelto de esta prueba confirma a tus hermanos que Dios siempre ha estado allí!

Señor yo no conozco mi futuro, desconozco lo que acontecerá los próximos minutos, horas, días y años, solo tu conoces lo que pasará en mi vida. Pero quiero pedirte que si permites que sea zarandeado como trigo o estoy si estoy pasando ya por ese proceso tu limpies mi vida y saques lo malo de mi para que pueda apartarme de toda cosa que me contamina y quede limpio para ser usado por ti, enséñame a esperar en ti en este proceso, que pueda dar testimonio a mis hermanos que tu no me has dejado ni me desamparas nunca, yo descanso en ti Señor en este proceso, que mi fe no falte nunca! Amén!










domingo, 25 de noviembre de 2018

LIBRANOS DEL MAL


"mas líbranos del mal."
Lucas 11:4


En una sociedad en la que en la actualidad hay tantos peligros, tanta violencia, tanta maldad sigue siendo un oración poderosa el pedir a Dios que nos libre del mal.

Solo Dios conoce lo que hay en el corazón, ya que cada día nos sorprendemos con nuevas noticias que nos  dejan dolor y tristeza, porque no logramos comprender hasta donde puede llegar la maldad en el corazón de los hombres, una maldad que puede robar, matar y destruir nuestras vidas. La maldad es la ausencia de la bondad, amor y afecto por quienes están a nuestro alrededor, se puede actuar con maldad cuando se actúa con astucia en contra de nuestro prójimo y buscamos el mal para ellos. 

Los discípulos querían que Jesús les enseñara a orar y una de las cosas que nos dijo que debíamos pedir al Padre es que NOS LIBRE DEL MAL. 

Cuando Dios nos libra del mal, evita que tengamos que hacer frente a peligros, molestias, cosas desagradables, situaciones que pueden ser para destrucción de nuestra vida y en estos tiempos que estamos viviendo debemos clamar al Padre que nos libre de la maldad que hay en el corazón de los hombres.

Para que nuestra alma no se llene de temores y de inseguridades debemos leer la palabra de Dios continuamente, asi nuestro corazón vivirá confiado, sin temor de malas noticias, con esperanza en Jesucristo y llenos fe, sabiendo que El es poderoso para guardarnos y librarnos del mal.

Si leemos detenidamente las escrituras recordaremos que Dios puede:
Librarnos de la muerte, librarnos de nuestras aflicciones, librarnos del día malo, de nuestras angustias, del lazo del cazador, librará nuestra alma, nos librará del mal camino, de nuestros enemigos, nos librará de tropezar, librará nuestra vida y nos librará de la muerte eterna, de toda obra mala, del temor de la muerte, de la tentación y de toda destrucción.

Cuando vengan esos temores a nuestra vida debemos estar preparados con la Palabra de Dios bien cimentada en nuestros corazones, para que el enemigo no nos haga tambalear y podamos enfrentar los tiempos que estamos viviendo sabiendo que El Señor es más que poderoso para librarnos del mal.


Señor Jesús hoy queremos clamar a ti, porque vemos a nuestro alrededor en las noticias y en nuestro diario vivir, la maldad que habita en el corazón de los hombres y queremos pedirte con todo el corazón que nos libres del mal que libres nuestra vida, la vida de nuestra familia, nuestros amigos nuestros hermanos nuestra nación, líbranos de toda maldad que se mueve a nuestro alrededor, sólo tú puedes librarnos Cuida de nosotros Señor y que siempre tu palabra esté presente en nuestra mente para recordarnos que tú eres poderoso para librarnos de todo mal. Amén!




jueves, 22 de noviembre de 2018

NO ME OLVIDO DE TUS BENDICIONES!


"Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios."
Salmo 103:2

El día de Acción de Gracias se celebra en Estados Unidos el cuarto jueves del mes de noviembre de cada año, podría decirse que es la celebración más importante de este país y también se celebra en otros lugares como Canadá y Brasil.  El significado de este celebración es dedicar un día para DAR GRACIAS por la bendición de la cosecha del año anterior, la historia de este día comienza en el año 1620 cuando varios peregrinos llegaron a la región de Plymouth Rock y ese  invierno fue muy duro para ellos, sin comida, pasando frío y una gran necesidad, pero al año siguiente en otoño lograron tener una gran cosecha su situación cambió completamente y decidieron dedicar varios días para celebrar y dar gracias a Dios por la bendición recibida. 

Un corazón agradecido tiene memoria, un corazón que ha sido bendecido no olvida fácilmente la bendición recibida, en el corazón agradecido vive la humildad, la gracia y el gozo de saber que aún no siendo merecedor recibe un regalo y es bendecido.  

Qué tan agradecidos somos? Cuando un corazón no vive en gratitud vive pensando que todo lo que ha recibido es merecido y siempre le falta algo.  

Vivimos tiempos en los que no hay cultura de gratitud, hay cultura de derechos y de pedir siempre más, siempre estamos buscando a qué tengo derecho, qué me corresponde, cómo puedo tener esto  o aquello y cuando lo tenemos, no mostramos gratitud sino una satisfacción de haber recibido algo que por derecho era nuestro.

En el Salmo 103 dice Bendice alma mía a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios o de sus bendiciones, cuando vienen los tiempos de aflicción generalmente olvidamos todas aquellas cosas que El Señor ha hecho por nosotros, nos centramos únicamente en el problema que tenemos delante como un gran gigante que quiere destruirnos, pero no recordamos de todas las cosas de donde Dios un día nos ha sacado y cómo siempre hemos sido más que vencedores.

Sería bonito tener no solo un día, sino un tiempo al día para dar gracias al Señor por todas las cosas que ha hecho por nosotros, como primera cosa nos ha dado la vida, nos ha escogido y nos ha dado su salvación, también nos ha hecho aceptos para Él, somos amados, somos sus hijos, tenemos herencia en los cielos, nos ha dado su vida en la Cruz y nos ha hecho libres, ya solo esto es motivo de dar gracias.

Además de esta bendición tan grande también esta mañana nos ha dado vida, hemos visto a quienes amamos, tenemos familia,  quizás hemos salido corriendo al trabajo pero tenemos piernas para correr, hemos desayunado pronto, pero tenemos alimentos para comer, hemos ido a trabajar porque somos útiles y podemos hacer cosas.  Cada uno sabe todo lo que Dios le ha dado y no debemos olvidar ninguna de sus bendiciones sino darle gracias y bendecirle por tantas cosas recibidas y no merecidas.

Hoy es un buen día para ser agradecidos, decir humildemente gracias Señor por tantas cosas que considero mías pero que son un regalo, gracias Señor por tener a ti en los cielos y por tu Espíritu Santo que me aconseja y me acompaña cada día, gracias por tantas bendiciones por tanto que me has dado, no quiero olvidarme nunca de todo lo que has hecho por mi y de todo lo que ahora puedo por ti.  Gracias Señor no me olvido de tus bendiciones!!! 

martes, 20 de noviembre de 2018

DIOS TIENE PLANES PARA M!I



"En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad"

Efesios 1:11

Hay algo de lo que debemos estar seguros, Dios tiene un plan y un propósito para nuestras vidas.

Hay  muchas personas viven sin rumbo, vagan sin conocer que hay un destino, un plan divino, un calendario celestial que rige nuestra vida, no podemos vivir el día a día sin un propósito, estoy aquí  porque Dios lo ha permitido y lo ha decidido y debo estar convencido que si Dios me ha dado vida es por algo y debo buscar sus propósitos en mi vida.

La palabra de Dios dice que hemos sido predestinados conforme al propósito de Dios que es quien hace todas las cosas según el designio de su voluntad, desde antes que  existiéramos ya estábamos en la mente de Dios  y el había ya diseñado un plan para la vida de cada uno de nosotros.

Es maravilloso pensar que Dios ha pensado en mi, ha trazado un plan para mi vida, nada le es oculto y lo que yo tengo que hacer el buscarle de sincero corazón y estar en el centro de Su voluntad perfecta para que esos planes puedan cumplirse.  

Vivir con la convicción que tengo un propósito y  que hay un plan divino para mi vida, me ayudará a no perderme en el camino y abandonar la fe,  yendo detrás de otras oportunidades o situaciones que aparentemente pueden ser buenas, pero que me alejan del plan que Dios tiene para mi. 

 Cuando vivo convencido que he sido creado con un propósito, todo cobra sentido y llenará nuestro corazón de esperanza.

 Señor gracias porque tu tienes planes para  vida, planes de bien y no de mal, tu que has hecho todas las cosas también me has creado por tu buena y perfecta voluntad, quiero entregar mi diario vivir y mi voluntad para que nada pueda apartarme de ti y hacer lo contrario a tus planes perfectos. Señor que día a día pueda descubrir todo lo que tu tienes para mi y pueda con los ojos de la fe ver tu amor sobre mi vida desde antes hasta la eternidad. Amén!


lunes, 19 de noviembre de 2018

GRACIAS POR TU FORTALEZA!!!


“Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido”
Romanos 4:20-21

Dar gracias generalmente lo hacemos para agradecer un favor recibido, cuando recibimos algún regalo o un bien material, damos gracias porque vemos con nuestros ojos, y podemos tocarlo con nuestras manos, pero dar gracias antes de recibir y ver eso que hemos pedido es actuar con fe. 

En el libro de Romanos 4:20-21 está hablando del padre de la fe, Abraham y aquí dice  que Abraham se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, dando gracias, convencido que El Señor era poderoso para hacer lo que le había prometido. 

La fe se fortalece cuando damos las gracias sin haber recibido aquello que hemos pedido, cuando oramos con acción de gracias estamos orando con un corazón lleno de fe, porque está seguro que cualquiera que sea la respuesta del Señor será bueno para él, porque Dios no se equivoca. 

Podemos fortalecer nuestra fe cuando damos gracias, es una certeza inexplicable la que viene al corazón cuando decimos, gracias y damos gloria a Dios por lo que va a hacer, sin haberlo visto nuestros ojos.

¿Tienes una petición en tu corazón y esperas que El Señor haga un milagro o te de una respuesta? Empieza a darle gracias, no con el interés que sea como tu quieres sino con el corazón agradecido al Señor por Su amor y porque estás seguro que El nunca falla y que hará algo en favor tuyo.

No tenemos certezas de lo que pasará en los próximos años, meses, semanas, días, horas y aun no sabemos qué pasará en los próximos segundos, pero si sabemos que tenemos un Dios que nos ama, que está en control de nuestra vida y que tiene planes de bien y no mal, a fin de darnos un futuro y una esperanza!! Empieza a darle gracias!!!

Gracias Señor por tu fidelidad, por tu amor, por tu paciencia con nosotros, gracias porque sin ti no somos ni tenemos nada. Hoy te entregamos toda incredulidad Señor y te pedimos que pongas en nosotros un  corazón agradecido, aún sin ver aquello que te hemos pedido, gracias porque tu sabes el tiempo y el momento, hoy solo quiero darte las gracias por lo que has hecho, por lo que haces y por lo que harás en mi vida, gracias Señor por que eres todo para mi! Gloria a ti Señor! Amén!

GRACIAS POR TU FORTALEZA!!!


“Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido”
Romanos 4:20-21

Dar gracias generalmente lo hacemos para agradecer un favor recibido, cuando recibimos algún regalo o un bien material, damos gracias porque vemos con nuestros ojos, y podemos tocarlo con nuestras manos, pero dar gracias antes de recibir y ver eso que hemos pedido es actuar con fe. 

En el libro de Romanos 4:20-21 está hablando del padre de la fe, Abraham y aquí dice  que Abraham se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, dando gracias, convencido que El Señor era poderoso para hacer lo que le había prometido. 

La fe se fortalece cuando damos las gracias sin haber recibido aquello que hemos pedido, cuando oramos con acción de gracias estamos orando con un corazón lleno de fe, porque está seguro que cualquiera que sea la respuesta del Señor será bueno para él, porque Dios no se equivoca. 

Podemos fortalecer nuestra fe cuando damos gracias, es una certeza inexplicable la que viene al corazón cuando decimos, gracias y damos gloria a Dios por lo que va a hacer, sin haberlo visto nuestros ojos.

¿Tienes una petición en tu corazón y esperas que El Señor haga un milagro o te de una respuesta? Empieza a darle gracias, no con el interés que sea como tu quieres sino con el corazón agradecido al Señor por Su amor y porque estás seguro que El nunca falla y que hará algo en favor tuyo.

No tenemos certezas de lo que pasará en los próximos años, meses, semanas, días, horas y aun no sabemos qué pasará en los próximos segundos, pero si sabemos que tenemos un Dios que nos ama, que está en control de nuestra vida y que tiene planes de bien y no mal, a fin de darnos un futuro y una esperanza!! Empieza a darle gracias!!!

Gracias Señor por tu fidelidad, por tu amor, por tu paciencia con nosotros, gracias porque sin ti no somos ni tenemos nada. Hoy te entregamos toda incredulidad Señor y te pedimos que pongas en nosotros un  corazón agradecido, aún sin ver aquello que te hemos pedido, gracias porque tu sabes el tiempo y el momento, hoy solo quiero darte las gracias por lo que has hecho, por lo que haces y por lo que harás en mi vida, gracias Señor por que eres todo para mi! Gloria a ti Señor! Amén!

sábado, 17 de noviembre de 2018

AGRADECIDOS!!

Un devocional  para dar gracias!
Doy gracias a Dios...


Por la vida y por poder respirar un día más!

Por mi familia, por la gente que amo y que Dios ha puesto en mi camino para acompañarme en mi paso por esta vida...

Por mis amigos y hermanos en la fe que día a día luchamos la buena batalla...

Por las pruebas, problemas, adversidades y tropiezos porque cada día han sido instrumentos de Dios para fortalecerme y hacer crecer mi fe...



Por los días de bendición, días de gozo y alegría porque veo Su amor dándome tiempos de delicados pastos y de refrigerio...

Por todo lo que en el pasado Dios me ha bendecido, por todo lo que me ha dado y también por lo que me ha quitado...

Por todo lo que en el presente tengo y por lo que viene a mis manos cada día, por poder ser útil para Dios, por sentir Su amor cubriendo cada necesidad en mi diario vivir...




Por mi futuro, porque se que Dios tiene grandes y maravillosos planes para mi, no porque sean de grandes reconocimientos sino porque se que serán planes de bien y no de mal, planes perfectos...


Hoy estoy agradecida con Dios por Su amor incondicional, por amarme El a mi primero, porque sin El nada soy y nada tengo!!!


GRACIAS SEÑOR!!!


Si tienes uno o muchos motivos para dar gracias a Dios, comparte!




jueves, 15 de noviembre de 2018

MAS COMO TU!

No romperá la caña que ya está quebrada,
ni va a apagar la mecha que apenas está encendida.
Él sí hará justicia.
Isaías 42:3


Hace unos días leí esta impresionante frase "Los Cristianos somos el único ejercito que abandona a sus soldados heridos y no solo los abandona sino que se ocupa que queden bien muertos." Jack Fleming Tristemente esta frase tan corta está llena de un gran significado, ya que Jesús nos enseñó a amar y vivir con compasión por los demás y nunca para mortificar, señalar y hundir a quienes están tratando de levantarse y volver a brillar. 

La escritura del libro de Isaias 42 habla proféticamente acerca de la llegada del mesías, cómo sería el enviado de Dios para salvar a este mundo y una de sus actitudes sería que no iba a romper la caña que ya estaba quebrada o cascada, y tampoco iba a pagar el pábilo o mecha que apenas estaba encendida. Qué significa esto? El Señor vino a esta tierra a bendecir, a dar amor, amable, paciente, bondadoso, amoroso, a ser servidor y no a ser servido, vino a ser justo, vino a entregarse a sí mismo, vino a enseñar, a traer sanidad, y a mostrar el camino hacia el Padre, vino a darnos Su vida para salvar la nuestra, movido por su inmenso amor y por su infinita compasión hacia nosotros, sin merecerlo, pero no iba ser enviado para destruir o condenar, el venía restaurar y a traer salvación.

A nuestro alrededor pueden haber muchas cañas quebradas o pábilos humeantes que todavía no se han apagado, personas que necesitan amor y compasión para levantarse, quizás nosotros mismos somos en tiempos de la vida cañas quebradas por tantas pruebas y adversidades que hemos vivido o somos pábilos que humean, mechas de una vela que una vez estuvo encendida, pero que todavía vive y aún no se ha apagado del todo.

Jesús pide de nosotros como sus hijos ser personas que reflejen el amor de Dios para cuidar, restaurar, vendar las heridas, sanar, levantar y avivar ese fuego que está todavía sin apagarse, no seamos del grupo que rechaza, desecha, desprecia y señala, seamos como Jesús, llenos de compasión, anhelando restaurar, edificar, levantar y dejémonos usar por El para que otros vuelvan a brillar. 

El mundo está lleno de quebradores de cañas y de apagadores de mechas mínimamente encendidas, pero nosotros hemos sido llamados para restaurar, bendecir y luchar con compasión por aquellos que no están bien, porque ese es el sentir del corazón de nuestro Padre, El no quiere que ninguno se pierda, el nos da una y otra y otra oportunidad por Su gran amor y misericordia, entonces por qué nosotros actuamos tan injustamente y sin compasión? Por qué no cuidamos del herido, del que se ha caído o del que está triste y se ha apagado?

Pidamos al Señor compasión para vendar las heridas del que se ha golpeado, para velar por los que necesitan de nuestro consuelo y para ayudar a encender la llama en los corazones que aún no se han apagado.

Señor danos tu gracia y tu amor para que la compasión reine en nuestro corazón y cuidemos del herido, del cansado, del que sufre, del que padece injusticia, quita la indolencia de nuestro corazón, el juicio y la condenación, ayúdanos a ser como tu y mirar a otros con ojos de amor  como tu nos ves, amén! 


martes, 13 de noviembre de 2018

MUÉSTRAME TU CORAZÓN!

 Al ver las multitudes, Jesús tuvo compasión de ellas porque estaban desamparadas y dispersas, como ovejas que no tienen pastor.
Mateo 9:36


Cada día al ver las noticias del periódico o la televisión podemos ver la cantidad de malas noticias que se publican, muertes por violencia de género, abusos a niños por parte de sus propios padres, personas que hace daño, gente que sufre violencia, guerra o injusticias. Estamos tan acostumbrados a escuchar que día a día suceden cosas que perdemos el sentir de un corazón que se duele con el sufrimiento de otros y no vivimos la compasión que Jesús nos enseñó cuando estuvo aquí e la tierra.


Cuando leemos en diversos pasajes de la escritura las actitudes de Jesús, vemos que su corazón era compasivo, el no era indolente, indiferente o insensible a las necesidades de los que le rodeaban, su corazón se dolía al ver la necesidad que tenían las personas tanto individualmente como grandes multitudes que le seguían, Su amor por la gente era tan grande que pensaba en sus necesidades, se preocupaba por detalles como darles de comer, los miraba con amor, con compasión, con misericordia.



La escritura dice que Jesús tuvo compasión al ver las multitudes porque las vio desamparadas y dispersas. ¿Cómo está nuestro nivel de compasión por las personas que nos  rodean? ¿Sentimos compasión por las almas que se pierden? ¿Sentimos dolor por los que sufren? Tener compasión es sentir tristeza al ver padecer a alguien y no es solo sentir pena, es también sentir la necesidad de aliviar ese dolor o sufrimiento, buscando la forma de remediarlo o evitarlo.  Esa es la compasión que Jesús sentía cuando miraba a la gente que a su paso se le acercaba, la compasión de Jesús le llevó a entender los corazones que sufrían, las necesidades que tenían, a sanar enfermos, a consolar a quienes sufrían y liberar a quienes estaban cautivos.


Estamos viviendo tiempos en los que la compasión se adormece para dar paso a la indolencia y la indiferencia y como hijos de Dios no podemos vivir indolentes ante tanta necesidad que nos rodea. Si escuchas noticias de personas sufriendo toma unos minutos para interceder por ellos, si ves reportajes de personas que han sido maltratadas, abusadas, que sufren injusticia o maldad, no lo escuches como un anuncio de televisión, clama al Señor por ellos y que tu corazón se llene de compasión al ver el sufrimiento de otros.

Pidamos al Señor que nos muestre su corazón, ese corazón lleno de amor, de compasión, de misericordia y que nos ayude a ser más sensibles a la necesidad de los demás, a salir de nuestra zona de confort y a vivir más como Jesús nos enseñó, llorando con el llora, riendo con el que ríe y llevando la carga de los que necesitan de nuestra oración.

Señor quita la indiferencia y lléname de compasión, quiero llenarme de tu amor para poder amar a mis hermanos y sufrir con quienes sufren, orar por los que tiene cargas y problemas, Jesús muéstrame tu corazón y enséñame a amar a otros como tu me amas, Amen!

sábado, 10 de noviembre de 2018

INSTRUMENTOS EN TUS MANOS



"En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir."Hechos 20:35

Dar que recibir, la biblia dice que somos tres veces dichosos cuando damos en vez de recibir, el mundo nos dice que es una dicha recibir y no siempre dar, pero la palabra de Dios dice cosas diferentes:  para vivir hay que morir, para ser el mayor hay que hacerse el menor y para crecer debemos menguar. Los ojos de Dios no son los ojos nuestros, según nosotros al dar perdemos, según El Señor al dar ganamos, la matemática de Dios no es la del hombre.

Este verso se utiliza frecuentemente para hablar de las ofrendas y diezmos que debemos de dar en la iglesia y es sabido por todos que el diezmar y dar ofrendas es una bendición muy grande para el que lo da, sabiendo que obedecemos al Señor y cumplimos lo que dice Su palabra.

Cuando damos somos tres veces dichosos y no solamente dar económicamente es ser bienaventurado, también podemos dar de nosotros mismos sin esperar nada a cambio, podemos dar nuestro tiempo, dar nuestro consejo, dar nuestra amistad, nuestro consuelo, podemos dar una palabra de aliento, podemos dar nuestro cariño, compañía, respeto, amabilidad, podemos dar tantas cosas de nuestro corazón para bendecir la vida de otros, es importante que lo tengamos siempre presente,  es más bienaventurado el que da que el que recibe.

Cuando damos seguimos el ejemplo de Jesús, el se dio a nosotros por amor, sin condiciones y sin reservas. ¿Cómo es tu vida? Das a los demás lo mejor que tienes? Das tu tiempo y esfuerzo en tu trabajo y en todo lo que haces? Das alegría a tu familia, les sirves con amor y esmero, les das lo mejor de ti? No se necesitan grandes cantidades para poder dar, porque el que da de corazón lo que tiene, es feliz y se convierte en un instrumento en manos de Dios para bendecir a otros. Así debe ser nuestra vida, una constante entrega en todo lo que hacemos, nunca haciendo las cosas por salir del paso, por compromiso o por obligación, sino con alegría en el corazón. 

Que bonito es convivir con una persona que es feliz dando, porque no es egoísta, porque no busca lo suyo, porque siempre tratará de hacer lo mejor; un corazón dispuesto y con entrega siempre tendrá algo para dar, Dios usa a los corazones dispuestos a dar, son corazones que se dejan guiar por EL Señor y por Su Espíritu Santo, son personas que alegran la vida de quienes les rodean, y el que da lo mejor de si mismo, es siempre el más feliz y el más dichoso. 

No pierdas hoy el tiempo esperando recibir para ser feliz, comienza a dar de ti y verás el gozo que Dios deposita en los corazones que comparten el mismo sentir con Él, porque es tres veces feliz quien da, se un instrumento en las manos de Dios para bendecir a otros. 

Quieres ser feliz y dichoso? Comienza a dar! Y que esta oración tan conocida pueda ser hoy y siempre el sentir de tu corazón!

Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.
Que allá donde hay odio, yo ponga el amor. 
Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón. 
Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión. 
Que allá donde hay error, yo ponga la verdad. 
Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe. 
Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza. 
Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz. 
Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría. 
Oh Señor, que yo no busque tanto ser consolado, cuanto consolar, 
ser comprendido, cuanto comprender, ser amado, cuanto amar. 
Porque es dándose como se recibe, 
es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo, 
es perdonando, como se es perdonado, 
es muriendo como se resucita a la vida eterna. (Francisco de Asís)

jueves, 8 de noviembre de 2018

REPOSO EN TI CONFIADAMENTE


Porque el que entra en su reposo, reposa también de sus obras, como Dios reposó de las suyas.
Hebreos 4:10

Reposar es dejar lo que se está haciendo para tener un descanso, es una pausa, un tiempo de calma y tranquilidad en el que no hacemos otra cosa más que reposar.

Qué difícil es tener reposo en estos tiempos, en los que parece que el mundo va a mil por hora, en el que la gente aun en la calle camina de prisa para llegar de un lugar a otro, en el que los vehículos van esquivándose unos a otros para alcanzar un espacio más adelante y llegar antes, es difícil tener reposo cuando toda la corriente nos lleva a hacer las cosas pronto, tenemos comida pre cocinada para calentar y servir, tenemos café instantáneo,  existen los trenes de alta velocidad en los que llegamos mucho antes que en los normales, tenemos una vida rápida y en medio de esa vida, se nos está yendo la vida.

No estamos hablando de tener una vida relajada, sin presiones de ningún tipo, pero si podemos entrar en el reposo de Dios, aunque todo lo demás siga girando a toda prisa y siga avanzando,  El Señor desea que reposemos de nuestras obras y descansemos en Él.

El reposo de Dios no es un lago con preciosos cisnes, flores y sin ruido, el reposo de Dios es tener esa tranquilidad en el corazón, sin entrar en los afanes de este mundo, sin buscar tener la gloria para nosotros, sin querer aparentar lo que no somos y tener lo que otros tienen, el reposo de Dios es paz en el alma, paz en la mente, paz en el corazón, sin dudas, sin angustias, sin incredulidad y llenos de fe.

Cada día nos enfrentamos a nuevos retos, nuevas situaciones que ponen a prueba esa fe que Dios quiere que tengamos, cada día vamos a ser parte de este mundo, pero con la certeza que no somos de este mundo, que por muchos afanes y angustias que quieran apoderarse de nosotros, no nos doblegaremos ante ellas, porque hemos entrado en el reposo de Dios y ese reposo no es más que el dejar todo en Sus manos y tener la certeza que Él hará como mejor convenga.

 ¿Cómo puedo entrar en el reposo de Dios con tantas cosas por hacer? ¿Será que tengo que sentarme a esperar en ÉL? No, debemos seguir haciendo todo aquello que Dios ha puesto en nuestras manos, trabajando en lo que El Señor nos ha dado, pero sin afán en el corazón, sin protagonismo, sin envidia, ni egoísmo, sin creer que la vida es nuestra y que los logros son nuestra meta. Reposemos de nuestras obras y trabajemos en lo que Dios quiere que trabajemos, hagamos lo que Dios quiere que hagamos, sin el afán que da la competencia y sin el estrés que este mundo lleva encima.

¿Pregúntate a ti mismo, por qué estoy luchando? ¿Por qué me canso tanto? La incredulidad hace que estemos siempre en afán, angustia, impotencia y hasta desesperación, porque en el fondo de nuestro corazón pensamos que Dios necesita de nuestra ayuda para lograr las cosas, no creemos que El sea capaz y suficiente, pero el que reposa en EL Señor, siempre tendrá un corazón lleno de esperanza, lleno de  fe, un corazón tranquilo,  un corazón que descansa en Dios, en sus promesas, en Su infinito amor y sobre todo descansa en que Dios todo lo puede, porque nada es imposible para Él!!!

Señor quiero reposar en ti confiadamente, sin entrar en el afán de este  mundo, no quiero correr una carrera que tu no me has mandado a hacer, no quiero formar parte de una sociedad que va de prisa y se olvida de ti, Padre que en mi corazón siempre esté claro que yo no soy de este mundo por tanto no tengo que tener las mismas metas de todos, las misma espectivas de todos y las mismas frustraciones de todos, abrázame Señor quiero descansar en tus brazos, reposo en ti confiadamente, amén!

miércoles, 7 de noviembre de 2018

CONFÍO EN TI ETERNAMENTE Y PARA SIEMPRE!



"Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios;
En la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre."

Salmo 52:8

Uno de los olivos más antiguos del mundo es conocido como Farga de Arion y está en Ulldecona, Tarragona, el cual tiene una edad estimada de 1,701 años y podría haber sido plantado en el año 314, este olivo ha sobrevivido a varias guerras y tiempos de mucha escasez y aún así sigue verde, grande e imponente en el lugar donde fue plantado hace más de mil años.

El olivo no es un árbol que llame mucho la atención, ya que no es muy alto ni se eleva como otros árboles majestuosos hasta el cielo, tampoco tiene un madera que sea muy preciada, sus flores tampoco son muy atractivas, sin embargo el olivo tiene unas raíces muy extensas, que pueden llegar hasta mas de 6 metros en forma horizontal, puede crecer en laderas pedregosas y sobrevivir en medio de una sequía, el olivo es uno de los árboles más resistentes y si tiene una tierra aireada que le permita respirar puede brindar hasta 57 litros de aceite al año.

En muchos momentos El Señor nos compara a árboles y cuando habla del Olivo se refiere a estar como un olivo verde en la casa de Dios, lo que hace que este olivo esté verde y lleno de vida es su cimiento,  lo que le hace estar en pie es la confianza en la misericordia de Dios, esas son sus raíces más resistentes, más poderosas que le harán permanecer en pie, aunque otros árboles se sequen, aunque pasen tiempos de guerra o tiempos de sequía y aridez, la base es la fe, la confianza en la misericordia de Dios eternamente y para siempre.

Dios quiere que su pueblo sea resistente, tenaz, lleno de valentía y poder para enfrentar la adversidad, para enfrentar los vientos contrarios, para soportar la sequedad o la aridez que le rodea, no importa que el agua no llegue por la lluvia, la vida viene de sus raíces profundas en la tierra, de la misma manera El Señor no quiere que tengamos vida a través de las cosas externas, sino que el agua que alimenta nuestro ser venga de nuestro  corazón entregado a Su voluntad, un corazón lleno de fe, esperando, descansando en sus promesas y en Su misericordia que es eterna e infinita.

Necesitas vida, necesitas sentirte fuerte, valiente y renovado, deja que Dios fluya con agua viva a través de ti y puedas ser un olivo en su casa, un olivo verde, lleno de vida, resistente, que con poder enfrenta lo que tenga que enfrentar, dejando que la vida de Dios fluya a través de ti, de los actos más pequeños hasta los más grandes, con el cimiento firme que da el poner toda nuestra confianza en el Señor y  en Su misericordia. 

Necesitamos ser olivos verdes, viviendo en la casa del Señor, dando vida, fruto, sombra y bendición a quienes están cerca, en pie gracias a Su poder y a Su misericordia. Seamos olivos verdes en la casa de Dios, con la certeza que El está con nosotros y que Su misericordia no se apartará nunca de nuestras vidas.

Señor yo deseo ser  como un olivo verde, firme, fuerte, resistente, sirviéndote con amor y sencillez de corazón en tu casa, confío en tu amor y en tu misericordia, eternamente y para siempre! Amén!