“Dios es el que me ciñe de fuerza, Y quien despeja mi camino;
Quien hace mis pies como de ciervas,
Y me hace estar firme sobre mis alturas”
2da. Samuel 22:33-34
Científicamente se ha comprobado que el ciervo es un animal muy tímido y miedoso, y no muy astuto ni inteligente, sin embargo y sin hacer alarde de sí mismo, se desplaza con gran desenvolvimiento y gracia sobre peñascos, rocas y terrenos escabrosos, la fuerza que tiene un ciervo tampoco sabe medirla, hasta que se ve obligado a subir cuesta arriba buscando alimento o huyendo de sus enemigos con gran agilidad y soltura.
El Rey David en el pasaje del segundo libro del Profeta Samuel, describe perfectamente lo que sus ojos veían a su alrededor, esos ciervos majestuosos que tenían tanta fuerza para avanzar sin detenerse, con esos pies tan diestros para desplazarse sobre lugares en los que un humano difícilmente podría caminar.
El Rey David en el pasaje del segundo libro del Profeta Samuel, describe perfectamente lo que sus ojos veían a su alrededor, esos ciervos majestuosos que tenían tanta fuerza para avanzar sin detenerse, con esos pies tan diestros para desplazarse sobre lugares en los que un humano difícilmente podría caminar.
Al igual que los ciervos nosotros somos en muchos momentos temerosos de todo aquello que pueda llegar a nuestra vida, tal vez tampoco nos sentimos tan astutos, inteligentes o capaces, pero es Dios quien nos llena de esa fuerza para avanzar en medio del camino estrecho, para caminar por donde nadie soportaría caminar, es Dios quien nos permite estar firmes y dando pasos con soltura y gracia en medio de obstáculos, dificultades, problemas económicos, familiares, enfermedad o adversidades, caminando sin desmayar, sin caer y sin tropezar.
¿Te has preguntado alguna vez por qué te sientes feliz si no tienes motivos? ¿Por qué hay gozo en tu corazón si todo es contrario? La respuesta es que Dios te ciñe de esa fuerza interior para enfrentar lo que venga, te la capacidad para soportar la prueba y te da la habilidad para mantenerte firme sin tropezar.
Dios te da la firmeza que necesitas para no rendirte, para no caer, para no abandonar y permanecer en pie, dice la escritura que El Señor nos hace estar firmes en esas alturas, en esos caminos pedregosos e intransitables, firmes en la prueba, firmes y seguros a salvo de nuestros enemigos, confiados en Dios en ese lugar donde nadie puede alcanzarnos, Su protección y Su gracias sobre nuestras vidas.
Dios te da la firmeza que necesitas para no rendirte, para no caer, para no abandonar y permanecer en pie, dice la escritura que El Señor nos hace estar firmes en esas alturas, en esos caminos pedregosos e intransitables, firmes en la prueba, firmes y seguros a salvo de nuestros enemigos, confiados en Dios en ese lugar donde nadie puede alcanzarnos, Su protección y Su gracias sobre nuestras vidas.
El es quien despeja hoy tu camino y te dice Yo estoy contigo, camina con pies de ciervas no temas, yo te sostengo, mantente firme!!!
Gracias Señor por estar siempre conmigo, para ti no es importante mi habilidad, mi fuerza, mi capacidad sino mi corazón dispuesto a dejarse moldear por ti, dame tu fortaleza Señor, despeja mi camino, dame esa gracia para poder caminar sobre tiempos difíciles y dame habilidad para sostenerme en medio de las pruebas y tormentas, dame firmeza en medio de la adversidad y dame la victoria sobre toda situación imposible o difícil, no importa el tiempo que esté viviendo, no importa el camino que tenga que caminar, tu me haces estar firme Señor y me das la victoria! Amén!
