VIVIENDO POR
PRINCIPIOS
PRINCIPIO DE
INDIVIDUALIDAD
La semana
pasada hemos empezado a conversar de un nuevo tema para esta sección y es el
aprender a vivir nuestra vida basándola en los principios bíblicos que aparecen
en la palabra de Dios. Sabemos que un
principio ese el origen de algo es por asi decirlo la semilla que permite que
germine una buena actitud de vida y que si vamos cultivando esta forma de vida
y la hacemos parte de nuestro diario vivir estaremos no solo caminando de
acuerdo a las verdades infalibles de la palabra de Dios sino también veremos
mucha mas bendición en nuestro caminar cristiano.
Hoy
comenzaremos hablando del principio de INDIVIDUALIDAD, la palabra
individualidad como su nombre lo indica y según el diccionario es “Característica particular de la
personalidad de un individuo que lo distingue singularmente de los demás.” Dicho de otra manera la
individualidad en una persona son características especiales diferentes que no
permiten que seamos igual a las demás personas que nos rodean, sean cristianos
o no cristianos.
Para
poder entender un poco mejor lo que es este principio vamos a ver que sino
vivimos una individualidad podemos ir a uno de los los dos extremos en los que
muchas personas viven tristemente desconociendo que Dios nos ha hecho
individuales pero también somos parte de un cuerpo.
El
primer extremo es el INDIVIDUALISMO esto es el pensar de forma independiente
sin depender ni pensar en nada ni en nadie manteniéndose ajeno a las normas
generales. Aunque a simple vista pueda parece atractiva esa manera de vivir
esta forma de vida nos lleva directamente al EGOISMO, pensar solo en mi, lo que
yo necesito, lo que yo quiero, lo que a mi me place y si yo estoy bien no me
importan los demás, si yo estoy bien y tengo lo que necesito, egoístamente ignoraré las necesidades de otros y
satisfaceré mis propias necesidades aun por encima de dañar o pisar a los
demás.
El
invidualismo no es INDIVUALIDAD, Dios nos ha hecho personas diferentes pero
nunca hasta el limite de perjudicar a otros o mirar solo por el bien nuestro. Este extremo
puede darse en algunos momentos en nuestra vida y debemos detenernos a pensar
estoy viviendo en la indivualidad que Dios quiere o estoy siendo egoísta.
El otro
extremo por el que se puede inclinar nuestra balanza es todo lo contrario EL
COLECTIVISMO, esta forma de vida nos lleva a pensar que todos somos parte de un
grupo, subyuga o esclaviza a la persona a un grupo el hombre debe estar
encadenado a la acción colectiva en via de lo que se llama entre comillas “el
bien común”. Al igual que el otro extremo puede parecer también a simple vista
algo atrayente y especial vivir para agradar a otros, que los demás estén bien,
pero esta forma de vida colectiva también es equivocada porque desde este punto de
vista, el individuo es real sólo como parte del grupo, y tiene valor sólo en la
medida en que le sirve un grupo. Esto
tampoco es individualidad porque podemos amar a los demás y servirles pero ese
amor no me puede llevar a negar mis propias convicciones y decisiones para
agradar a los demás.
Conociendo
ya la diferencia entre estas tres palabras podemos ver mas claro que la
indivualidad viene de Dios y es en ella en la que debemos caminar cada dia de
nuestras vidas sabiendo que Dios creo al
hombre a Su imagen pero con personalidad, talentos, habilidades y muchas cosas
haciéndonos distintos a cualquier otra persona. Dios no colectiviza tampoco a
su creación, de lo contrario seriamos seres iguales o tendríamos personas
idénticas a nosotros como si fueramos fabricados y teniendo todo igual a otro.
Como
comentábamos la semana pasada hoy se lleva a cabo una celebración en la que
perfectamente podemos aplicar este principio. La celebración del Halloween por
ejemplo, si nos vamos a un extremo podemos pensar no pasa nada, a mi me gusta
el tema, me gusta disfrazarme, pedir caramelos, pasármelo bien con mis amigos y
aprovechar para tener un poco de fiesta, pero no vemos el trasfondo o la raíz
de esta celebración y como cristianos viviendo por principios no puedo pensar
solo en mi, en lo que a mi me gusta y como me gusta lo practico. Si vamos al otro extremo que es el que mas se
mueve en este tiempo podemos pensar esta celebración la hace todo el mundo, que
hay de malo en disfrazarse o hacer el muerto si todo el mundo lo hace, no tiene
nada de malo disfrazar a mis niños un dia y ponerles una marcara y que pidan
caramelos y que se lo pasen bien, total van a pensar que somos unos anticuados
o que somos unos religiosos, todo el mundo lo hace por qué yo no? Me van a ver
raro.
La
invidiualidad que Dios nos ha dado nos lleva a pensar que si esto no agrada a
Dios yo no puedo practicarlo, si esto no es grato a sus ojos y el origen de
esta celebración o de cualquier otra no es grato a los ojos de Dios yo no voy a
hacerlo aunque me miren mal o sea hasta tal vez rechazado.
La
experiencia que hemos tenido con nuestro hijo en este tema ha sido algo muy
bonito, nuestro hijo tiene 11 años, pero desde pequeñito le hemos ido formando
y no ha participado nunca de este tipo de celebraciones, ni disfraces ni
murciélagos ni calabazas aunque sea solo de broma o porque están de moda. Este año el es casi un adolescente y todos
sus amigos se mandaban fotos de sus disfraces de lo que iban a hacer ese dia y
le pregunto tu que vas a hacer?? Y me dice Mama yo no voy a participar de eso
nunca lo he hecho, ellos porque tristemente no conocen la verdad, yo les he
dicho que mi familia y yo no celebramos eso y por eso yo no voy a ir, les he
dicho que no iré sino hasta la tarde que venderemos tartas para recolectar
dinero para una excursión. Mi corazón se
ha quedado tan impactado porque he visto el fruto de la siembra de años en el
corazón de mi hijo, ahora ya no es necesario apartarle nosotros porque el solo
se aparta y conoce la verdad, me dice
mama yo no encuentro divertido vestirse de muerto y parecer un accidentado,
imaginate que eso les pasara de verdad seguro no seria divertido para ellos.
La
invidualidad es algo precioso que podemos practicar cada dia, a cada momento,
debemos pensar esto agrada a Dios, sino le agrada no puede estar en mi mente ni
en mi corazón, debemos aprender a decir no a nosotros mismos y también a la
presión de grupo, yo soy parte del grupo pero soy individual y no me asusta la
critica si agrada a Dios.
Que El Señor nos de la gracia para
poder empezar a caminar en este principio cada dia de nuestras vidas y poco a
poco al practicarlo poder hacerlo una forma de vida.
Próxima semana el principio de Sembrar
y cosechar.