VIVIENDO POR PRINCIPIOS
APLICANDO LOS PRINCIPIOS BIBLICOS:
CONVICCIONES EN NUESTROS HIJOS
Una convicción es el convencimiento de
algo, es tener creencias firmes y estar plenamente convencido. Una convicción
es creer firmemente en algo sin dudar, ya sea por experiencia o por
conocimiento pero sabemos que ese algo es verdadero.
Recordemos que la convicción viene a través de la fe, es aquello que no vemos pero que sabemos que es real.
Recordemos que la convicción viene a través de la fe, es aquello que no vemos pero que sabemos que es real.
El tener convicciones nos ayuda a no
ser llevados por cualquier viento, nos ayuda a permanecer firmes y no dudar
cuando nos presenten otras creencias o argumentos que vayan en contra de lo que
la palabra de Dios nos enseña y que está ya sembrado en nuestro corazón.
Hoy vamos a continuar hablando acerca
de las convicciones, pero aplicando cómo ayudar a nuestros hijos a tener
convicciones en Cristo y permanecer firmes. También puede ser aplicado no solo
a nuestros hijos sino a personas que están comenzando en la fe y que necesitan
afirmar su caminar en El Señor.
La palabra de Dios dice en Proverbios 22:6
“INSTRUYE AL NIÑO en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se
apartará de él.” Este versículo dice que
demos INSTRUCCIÓN a los niños en su camino, el camino de un niño es largo hasta
que crece y si constantemente estamos instruyéndole, enseñándole, mostrándole
lo que es real y verdadero cuando crezca y se haga un adolescente, luego un
adulto y luego un anciano, permanecerá en ese camino que le hemos enseñado. Y
una de estas instrucciones o enseñanzas que debemos dar a nuestros hijos son
las convicciones que deben tener en El Señor.
Las convicciones impactan nuestra manera de vivir, no se
trata solo de creer en algo sino que vivo la palabra y eso impacta mis
pensamientos, mi manera de ver la vida y mi caminar. Nuestros hijos van poco a
poco adquiriendo convicciones en su vida y es determinante lo que nosotros
podemos influenciar para bien o para mal en ellos, ya que son como una tierra
fértil y limpia donde podemos sembrar, es un proceso de día a día y no solo de
vez en cuando. No podemos dejar que el mundo nos gane ventaja ya que nuestros
niños están rodeados por todas partes de cosas que no pertenecen al Señor y su
corazón debe estar bien fundamentado para que permanezcan y muestren su corazón
para Dios en medio de una sociedad que no conoce al Señor.
Y hoy hablaremos de algunas cosas que podemos ir sembrando en
sus corazones para que puedan ir teniendo convicciones que les vayan marcando
por donde ir en su camino:
- El temor de Jehová: La primera convicción que debemos enseñar a nuestro hijos es El temor de Jehová, no es terror al Señor, no es tener miedo a que por hacer algo nos castigue, sino enseñar el temor de Jehová es saber que hay un Dios que está en los cielos de quien dependemos, por quien vivimos nos movemos y somos. Proverbios 1:7 “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová” Para esto nuestros hijos debe estar convencidos quién es Dios? Debemos enseñarles que:
- Nuestro Dios es omnipresente: Está en todas partes, le podemos decir aunque yo como madre o padre no esté a tu lado, tu nunca estás solo porque Dios está contigo, para cuidarte, para guardarte y mira todo lo que haces.
- Dios es omnipotente: Dios todo lo puede, yo como padre puedo hacer muchas cosas por ti que eres mi hijo, pero hay muchas cosas que no puedo hacer, pero Dios puede hacerlo todo, porque es omnipotente, Todopoderoso.
- Dios es omnisciente: Dios todo lo sabe, no hay nada que podamos esconderle, nuestra vida pasado, presente y futuro Él lo conoce, así que yo como padre puedo saber algunas cosas de ti como hijo y tu puedes decirme u ocultarme algo pero Dios todo lo sabe y todo lo conoce, para el nada es oculto ni escondido.
Esto
es enseñar el temor de Jehová, el principio de la sabiduría, nuestros niños
deben tener la convicción de quién es el Dios en quien confían.
2. FE EN DIOS: La convicción de
nuestra fe debe estar en el corazón de nuestros hijos, tristemente muchos de
nosotros enseñamos a nuestros hijos sin darnos cuenta convicciones de asuntos
que no tienen mayor importancia como el equipo de futbol al que pertenecemos,
cuáles son nuestras costumbres, tradiciones familiares, moda, comidas, etc.
Pero la convicción de la fe debe ser más importante que cualquier cosa. Debemos
enseñar a los niños no solo a creer sino a vivir por fe y no facilitarles todo,
es verdad que al ser sus padres somos quienes les proveemos de lo que necesitan
pero desde pequeños podemos enseñarles a
ir al Señor cuando tengan un deseo en el corazón, una necesidad como
ropa, zapatos, cosas que a los niños les hacen ilusión tener, podemos enseñarles
a tener fe, que vayan a Dios antes que a nosotros, ellos oraran con nosotros
por ciertas necesidades y verán como Dios les provee de lo que necesitan si es
SU voluntad, debemos enseñarles a tener fe en El Señor para enfrentar retos,
pruebas pequeñas que van viviendo, que puedan pedir que oremos para que les
vaya bien en un partido de futbol, en una excursión en una prueba en el
colegio, eso les va a ir afirmando la convicción de la fe en Dios.
3. AMISTAD CON DIOS O CON EL
MUNDO: Otra de las convicciones que deben estar presentes en el corazón de
nuestros hijos es que la fe debe ser definida o estamos con El Señor o estamos
contra El, no hay un término medio, el libro de Santiago 4:4
dice “¿No sabéis que la amistad del mundo es ENEMISTAD contra
Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser
amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.” Esta convicción en nuestros hijos les ayudará
entender que la tibieza no es agradable al Señor, hoy en día estamos rodeados
de personas, medios de comunicación, música, espacios y lugares llenos de cosas
que atraen los ojos y los deseos de nuestros hijos y sus corazones deben estar bien
cimentados en que la garantía para una vida bendecida es estar cerca de Dios,
ser amigos de Dios, debemos enseñarles que el que quiere agradar a los hombres
no siempre va a agradar a Dios pero el que agrada a Dios muchas veces puede
también agradar a los hombres porque Dios le respalda.
Y
para terminar recordar que la mejor forma de mostrar una convicción en nuestros
hijos es con el ejemplo. La biblia dice en el libro de Tito 2:7 “presentándote tu EN TODO COMO EJEMPLO de
buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e
irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo
que decir de vosotros.” Nuestros
hijos son como esponjas que absorben nuestra fe o nuestra falta de fe, nuestro
gozo o nuestra amargura, nuestra integridad o nuestra deshonestidad, las
convicciones en ellos se irán formando en sus corazones en la medida que van
creciendo en un ambiente de fe en Dios, de firmeza en su palabra y de ejemplo
haciendo vida todo lo que les enseñamos y poniéndolo por obra.
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