jueves, 10 de marzo de 2016

CREO EN TU PALABRA


"El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán."
Mateo 24:35


Hablando acerca de vivir una vida por convicciones, la segunda convicción que debemos tener es que la palabra de Dios es verdadera, que nunca pasará y que transforma nuestra  vida cuando la leemos y la aplicamos.


La palabra de Dios ha pasado de generación en generación y sus enseñanzas, principios, valores y fundamentos no han cambiado a lo largo de los siglos, la palabra de Dios debe ser mi guía para adquirir mis otras convicciones.

La palabra de Dios me dice quién soy, qué tengo, qué puedo hacer, dónde debo ir y las consecuencias a la obediencia o desobediencia a ella. Sino conozco Su palabra, no voy a tener convicción de pecado, no voy a conocer el camino, no voy ver la diferencia entre la luz y las tinieblas y no voy a tener convicciones verdaderas en qué fundamentar mi vida.

Leer la palabra de Dios no debe ser un peso para nosotros y pensar en la frase "TENGO QUE LEER LA BIBLIA", debemos pedir al Señor que despierte en nosotros el deseo de querer saber más de El a través de Su palabra porque:

  • Mientras más conocemos su palabra, más aumentará nuestra fe, porque su palabra queda grabada en nuestro corazón y la duda se disipará.
  • La palabra también nos da libertad, porque conocer la verdad nos hace libres, libres de pecado, de opresión y de las mentiras del enemigo.
  • La palabra de Dios es luz para cualquier tiniebla o confusión.
  • La palabra de Dios es pan que alimenta nuestra alma y nuestro espíritu. 
  • La palabra de Dios es viva y eficaz que nos revela hasta lo más profundo de nuestro interior.
  • La palabra de Dios trae sanidad a nuestro corazón 
  • La palabra nos reconcilia con El Señor
Y tantas otras cosas que trae la palabra de Dios a nuestra vida, no esperemos más para leerla, escudriñarla, meditar en ella y recibir esa transformación que viene a través de conocer la palabra de nuestro Dios.

Debo estar convencido en mi corazón acerca de la palabra de Dios para que nada ni nadie me hagan pensar diferente, para que nadie me engañe con otras palabras que no sean verdad y para saber quién soy y todo lo que Dios dice acerca de mi.

Comienza hoy a leer la palabra, camina con la convicción que Su palabra está viva!

ORACIÓN: Gracias Dios por tu palabra, que vivifica mi alma y mi espíritu, gracias porque tus palabras han permanecido y nunca pasarán, tus palabras abren caminos en nuestra vida donde pensamos que no existe esperanza, tu palabra es verdad, gracias por la libertad que viene a través de tu palabra, Señor quiero vivir plenamente convencido que tu palabra es verdad para mi vida, que tu palabra no miente, no falla y nunca pasa, gracias Señor porque el cielo y la tierra podrán pasar pero tu palabra nunca pasará y en ella confiaré siempre! Amén!



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