miércoles, 1 de marzo de 2017

MAS NO DESAMPARADOS


"perseguidos, mas no desamparados"

2 Corintios 4:9


Perseguidos y desamparados, dos palabras que se unen en el versículo de nuestro devocional de hoy, pero que tienen significados tan diferentes y que nos hacen ver claramente que aunque podemos padecer y ser buscados para hacernos daño, Dios nunca nos dejará sin resguardo y sin su protección.

Una persona perseguida es alguien que va huyendo de algo o de alguien que tiene la intención de alcanzarle para hacerle daño, es evidente que si no sintiéramos temor a recibir un daño no huiríamos de nuestro perseguidor. En la vida no siempre estamos corriendo y huyendo de alguien en forma natural, pero si podemos sentirnos perseguidos por las constantes luchas y problemas que enfrentamos día a día, tenemos un enemigo, nuestro adversario el diablo que siempre anda como león rugiente buscando a quien devorar y una vez que ve que somos presa fácil para él, empieza su persecución sobre nuestra vida para hacernos caer y apartarnos de Dios.

En otros momentos la persecución puede vivirse a través de personas que nos molestan, nos buscan para hacer daño a nuestro corazón y tratar de hacernos sentir mal, personas que nos buscan constantemente para lastimarnos y atacarnos de una u otra forma, esta también es una forma de persecución.

La palabra de Dios dice que podemos ser perseguidos, que podemos sentir el acecho del enemigo o de personas que quieren hacernos sentir mal, menospreciados, oprimidos, agobiados y que nos rechazan, pero allí está nuestro Dios que nunca nos desamparará.

No estamos solos, no vivimos solos enfrentando nuestras batallas diarias, nuestras persecuciones, tribulaciones y adversidades, El Señor está con nosotros, en los buenos y en los malos momentos, en los tiempos de bendición y en los tiempos de persecución, la escritura dice que El va con nosotros como PODEROSO GIGANTE, para librarnos del mal, siempre con nosotros, sin quitarnos su protección, su cuidado, su gracia y su poder de nuestra vida.

Así que aunque podemos ser perseguidos y vivir constantes agobios y persecuciones sobre nuestra vida, queriéndonos hacer sentir mal, frustrados, derrotados, oprimidos o menospreciados, debemos de pensar que no estamos desamparados, siempre, siempre siempre, la protección y cuidado de nuestro Dios estará allí para auxiliarnos, para socorrernos, para librarnos, para consolarnos, alentarnos y guardarnos de todo mal que cual persona quiera hacer sobre nosotros.

El está allí siempre, El es nuestro amparo y nuestra fortaleza!!!

Gracias Señor porque aunque podemos padecer persecución y acecho, tu estás allí para salvarnos, para librarnos, para rescatarnos de las garras del mal, para cubrirnos bajo tus alas y librarnos de todo lo malo, de todo peligro, de toda persona que quiere buscar nuestra vida para hacernos sentir mal, tristes y menospreciados. Qué consuelo tan grande! saber que contamos con tu amparo, con tu protección, con tu cuidado, con tu amor inmenso e inagotable que siempre vela por nosotros y nos defiende, gracias Señor porque aunque puedo ser perseguido, siempre cuento con tu protección tu nunca me desamparas! Amén!


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