martes, 27 de junio de 2017

CUIDANDO LO QUE TU ME HAS DADO


"Quien cuida la higuera comerá su fruto"
Proverbios 27:18

Las higueras son árboles que crecen en zonas del mediterráneo, pero también soportan climas frescos y húmedos, desde la antigüedad han sido sumamente apreciadas debido a lo abundante de su fruto, la frondosidad de sus ramas y lo rápido que puede propagarse.  La Higuera requiere de algunos cuidados a la hora de plantarse ya que debe guardarse que ésta se exponga a vientos muy fríos o tierras que podrían encharcarse.  Una de las formas más efectivas es colocarla cerca de una roca o una pared para que sus raíces queden limitadas y no se extiendan demasiado ya que si sus raíces crecen libremente puede crecer mucho y perder su energía por la cantidad de producción y extensión.

Lo más importante para poder cuidar de una higuera es considerar la iluminación que reciba, el suelo en el que se planta y el riego ya que no se puede regar frecuentemente porque se pudre y no se puede dejar secar porque desarrollaría pocas hojas y poco fruto.  Si cuidamos de la higuera, podremos comer de su fruto, recordemos que los higos son de los frutos más dulces, jugosos y suculentos que existen, si ha habido un buen cuidado, habrá un fruto excelente. 

Si un árbol de forma natural necesita ciertos cuidados y atenciones, cuánto más debemos cuidar y atender la vida de las personas que tenemos a nuestro lado. ¿Cuál es tu higuera? O ¿Cuáles son las higueras que Dios ha puesto para que puedas cuidar? La escritura dice quien cuida de la higuera comerá de su fruto, no dice quien busca fruto lo encontrará y comerá, no dice siembra una higuera y vuelve a por el fruto, tampoco dice come del fruto de otras higueras que no sembraste ni cuidaste.  Es un trabajo personal y un beneficio también personal.

Cómo cuidas de la higuera que Dios te ha dado? Cuidas de ti mismo y te preocupas por hacer diligentemente lo que es bueno para tu salud, para tu alma y para tu cuerpo? Cómo cuidas de la higuera de tu familia, de tus hijos, de tu esposo o esposa, de tus padres, cómo cuidas de la familia que Dios te ha dado? Cómo cuidas de la higuera de tu trabajo, sea ministerial o sea secular? Debemos cuidar de cada higuera que Dios nos ha dado para cuidar.

Así como la higuera necesita buen suelo, buena  iluminación y buen riego. La vida de cada persona necesita estar afirmada sobre la roca que es cristo, sembrados de forma segura donde nuestras raíces sean inconmovibles ante los vientos, ante las lluvias y ante los tiempos de sequía. Necesitamos también de la luz de su palabra que alumbra el camino, que desecha toda tiniebla, que nos hace crecer, que nos llena de fe y que permite que cada parte de nosotros reciba de Su poder.  Y necesita buen riego, el riego es la parte que nos toca hacer a nosotros, la forma en la que damos seguimiento nuestra propia vida y a la de los demás, el riego es amor, detalles, cuidados, preocupación por el bienestar del otro, el riego es nuestro tiempo, nuestra inversión en las vidas, el riego no es indiferencia, sino dedicación y atención. 

Mira a tu alrededor y verás cuántas higueras Dios ha puesto para que puedas cuidar de ellas y poder así  comer de esos frutos abundantes, dulces y necesarios para vivir y ser feliz!

Señor dame diligencia para cuidar de cada persona que tu has puesto a mi lado, mi familia, mi esposo, mis hijos, mis hermanos, mis amigos, mi trabajo, mi casa, cada higuera que tu has puesto cerca de mi debe dar frutos, dulces y de bendición, anhelo con todo mi corazón ser obediente a ti,  regando con amor y atención la vida de quienes están cerca de mi, cuidando siempre lo que tu me has dado Amén!



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