"Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos."
1 Crónicas 29:14
Somos del Señor! Todo lo que somos y tenemos El nos lo ha dado, de El han venido las fuerzas para levantarnos cada mañana y comenzar el día. De el viene la tarde y la noche para poder descansar y renovarnos para el día siguiente.
De Él vienen todas las cosas que van aconteciendo en nuestra vida y El está sobre todas las cosas. De Él viene tanto el querer como el hacer, El Señor nos da la paciencia para poder soportar y enfrentar cada situación que se nos presenta. El nos da la sabiduría para decidir correctamente. El nos abre una puerta y nos da la salida para problema y una esperanza para cada cosa que creemos imposible.
Todo es del Señor, nosotros hemos sido creados por El y nos ha formado en el vientre de nuestra madre. El también tiene en su mano las llaves de la vida y de la muerte, El tiene en su mano los días que tenemos y el tiempo que nos queda por vivir.
La escritura dice que todo es suyo y nosotros de lo que hemos recibido de Su mano le damos. ¿Qué podemos ofrecer al Señor que nos nos haya dado Él? La respuesta es nada, porque todo es del Señor. Entonces reflexionemos este día ¿Por qué nos llenamos de tanto orgullo y altivez cuando debemos bajar la cabeza y someternos a Su voluntad? ¿Por qué nos cuesta tanto aceptar que somos vulnerables y débiles y que solamente El puede darnos fortaleza, gracia y poder para vencer?
No sigas luchando en tus propias fuerzas y no niegues dar al Señor aquello que El está pidiendo a tu corazón, todo es del Señor y todo viene de Su amor y de Su gracia; en esa misericordia debemos descansar, en esa misericordia debemos sostenernos y en esa misericordia debemos caminar por la vida, solamente agradecidos por todo lo que tenemos en nuestras manos y por ese amor incondicional que nunca nos ha dejado y que todo nos lo ha dado.
Todo es del Señor, qué maravillosa seguridad, esperanza y gracia!!!
Caminemos este día en esa certeza y seguramente las cosas serán más fáciles de ver y más sencillas de solucionar.
Señor abre mis ojos para que pueda ver y reconocer que nada es mío, que todo te pertenece a ti, que tu eres quien me ha dado cada cosa grande y pequeña, el tiempo y la sabiduría, mi familia, mis bienes materiales, mi trabajo, mis habilidades, mi grandezas y debilidades todo viene de ti, mi vida es tuya Señor! Hoy de todo lo que hemos recibido de Tu mano te damos con gozo, con amor y con esperanza, sabiendo que en tus manos estamos y que tu eres y seguirás siempre El Dios a quien eternamente pertenecemos! Amén!
Que bonita reflexión.Ahira reconozco que Dios está presente en todo solo hay que escucharlo.
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